Estados Financieros Bbva 2012
Enviado por gpl123 • 17 de Julio de 2013 • 408 Palabras (2 Páginas) • 286 Visitas
La reforma del sector bancario español. Balance y Perspectivas
Por Manuel Illueca
Universitat Jaume I e IVIE
El número de entidades financieras disminuye dramáticamente en España. Francisco González, presidente de BBVA, declaraba recientemente al diario alemán Handelsblatt (17/02/2013) que en un plazo de dos o tres años el sistema bancario español quedaría reducido únicamente a seis entidades. Es cierto que la concentración bancaria es un proceso con un largo recorrido, que tiene su origen en la ola de liberalización de la década de los 80. Pero nunca antes se había vivido una transformación tan profunda de nuestro sistema financiero en tan breve lapso de tiempo, ni con consecuencias tan directas sobre la estrategia y eficiencia de las entidades.
El proceso, todavía en marcha, está llamado a alterar por completo la fisonomía de nuestra industria bancaria, modificando el modo en que se desarrolla la intermediación financiera en España. No es difícil imaginar una banca en el futuro más profesionalizada e impersonal, con una presencia más reducida en el territorio. Una banca por tanto en retirada, no solo en el orden estrictamente económico, sino también en el orden social: limitada en su capacidad de influencia, y despojada de la autoridad moral que siempre tuvo en la comunidad. ¿Es éste el futuro real de la banca en España? Este artículo evalúa las reformas financieras acometidas tras el crash inmobiliario, y discute las implicaciones de las mismas para el futuro del sector.
Las reformas financieras en España han seguido una aproximación gradualista. No porque se considerara que de este modo era más factible salvaguardar la estabilidad del sistema, sino porque el diagnóstico acerca del alcance real de la crisis bancaria fue cambiando a medida que los indicios de insolvencia de nuestras entidades financieras fueron siendo más evidentes. La tibieza de los pasos iniciales bien puede atribuirse a la creencia compartida por las principales fuerzas políticas de que la española era una crisis de liquidez y no de solvencia, importada del exterior y causada por un problema ajeno a nuestro sistema financiero. Cabía simplemente esperar a que amainara la tormenta facilitando liquidez a nuestras entidades y estimulando la economía con medidas presupuestarias expansivas para superar la insuficiencia temporal de la demanda. Los continuos vaivenes observados en esta materia responden en definitiva a la naturaleza vaporosa del objetivo a alcanzar, mucho más que a una estrategia predefinida de actuación para hacer frente desde un principio a una de las crisis bancarias más importantes de nuestra historia.
...