Estimulos Auditivos
Enviado por edgaryheaa • 30 de Abril de 2015 • 471 Palabras (2 Páginas) • 395 Visitas
5.1 Los estímulos artísticos en el paisaje urbano
La vida ordinaria ambulatoria en Ia ciudad
La palabra civilización se deriva de la palabra latina civitas, es decir, ciudad, de manera tal que es aplicable principalmente a la vida humana en la ciudad con todo lo que ello implica como habitar, convivir, estudiar, trabajar, descansar, celebrar y todas las actividades que los ciudadanos hacemos diario.
La ciudad es el escenario en el que nos movemos constantemente con el fin de llevar a cabo aquellas acciones, que como ser social y parte de uno o varios grupos, hemos aceptado realizar para con ello convivir en armonía y disfrutar del bienestar siempre deseado.
Una familia, la mía, la tuya, se compone de padres e hijos que viven en una casa, frente a una calle y dentro de un barrio, colonia o fraccionamiento. De la misma manera, tal núcleo forma parte de una red familiar más amplia compuesta por los lazos familiares que se han formado con los abuelos, los tíos maternos y paternos, los primos y sobrinos casados, los amigos y conocidos del barrio, del trabajo, de la escuela, de la iglesia o del club, y muchos de ellos viven en otras casas, en otras calles y en otros barrios, pero en la misma ciudad.
Para fortalecer los lazos familiares, sociales y de amistad, hacemos visitas a muchas de esas casas desplazándonos por la geografía urbana sin importar la distancia, el rumbo, el estado del tiempo o la forma de transporte que se haya de usar entre nuestra casa y la casa que se visita.
El paisaje urbano se compone principalmente de casas y edificios donde viven las familias y se complementa con aquellos otros edificios donde se llevan a cabo actividades especiales y comunitarias, como las oficinas de gobierno, las fábricas y talleres, los mercados y tiendas, los centros parroquiales, las escuelas y universidades, las cantinas y burdeles, los cines y teatros, los centros deportivos, y tantos otros que la sociedad demanda para su buen funcionamiento. Ese es el escenario amplio para desplazarnos a complacencia.
Tales edificios son dispuestos y organizados en la red urbana que se comienza Apreciamos la ciudad porque vivimos en ella, aprendemos en ella y porque está llena de estímulos que nos conforman y dan identidad.
La observación es un acto común y ordinario en la vida diana, se hace consciente e inconscientemente; observamos con el mismo interés las formas sólidas y los vacios, lo estático y lo que se mueve, la luz intensa, la penumbra y la oscuridad, lo cromático y lo acromático, lo pequeño y lo grande, lo que permanece igual y lo que cambia. Con el habito de la observación se aprende constantemente.
La ciudad, siempre llena de estímulos artísticos, nos extiende una invitación permanente para disfrutarlos, y a que cada uno de nosotros nos convirtamos también en otro estimulo para ofrecer a los demás.
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