Etica E Historia
Enviado por OfeliaQuinonez • 31 de Enero de 2012 • 3.208 Palabras (13 Páginas) • 20.797 Visitas
ETICA E HISTORIA
Las doctrinas éticas fundamentales surgen y se desarrollan en diferentes épocas y sociedades como respuestas a los problemas básicos planteados por las relaciones entre los hombres y en particular, por su comportamiento moral efectivo.
Las doctrinas éticas no pueden ser consideradas, por tanto aisladamente, sino de un proceso de cambio y sucesión que constituyen propiamente su historia.
Ética e Historia se hallan, pues, doblemente relacionadas:
a) Con la vida social y, dentro de esta, con las morales concretas que forman parte de ella.
B) Con su historia propia, ya que cada doctrina se halla en conexión con las anteriores.
La ética se ocupa únicamente de los actos típicamente humanos, es decir, de aquellos que dependen de la razón y de la libertad. Estos son actos voluntarios que pueden realizarse o evitarse dentro del ámbito de la libertad personal. Otros actos como el sueño, el hambre y el dolor, si bien son humanos, no dependen de la libertad. Son actos involuntarios que ocurren querámoslo o no.
La materia de estudio de la ética es la conducta humana esto es, aquellos actos que el individuo ejecuta consciente y voluntariamente y de los que por consiguiente es responsable.
Ahora bien, el aspecto o punto de vista desde el cual la ética estudia la conducta humana es el del bien y del mal, de lo que debe y lo que no debe ser, es necesario resaltar que la palabra debe es el verdadero verbo de todo juicio ético. En otras palabras, la ética es el estudio de la moralidad de los actos humanos.
La materia de estudio de la ética es la conducta humana esto es, aquellos actos que el individuo ejecuta consciente y voluntariamente y de los que por consiguiente es responsable.
Ahora bien, el aspecto o punto de vista desde el cual la ética estudia la conducta humana es el del bien y del mal, de lo que debe y lo que no debe ser, es necesario resaltar que la palabra debe es el verdadero verbo de todo juicio ético. En otras palabras, la ética es el estudio de la moralidad de los actos humanos.
De lo anterior se sigue el que la ética no está interesada en aquello que el individuo hace, como no sea para compararlo con aquello que debería hacer. Todos los estudiosos de la ética, aún de diferentes posturas están de acuerdo en que la investigación del deber ser constituye la característica distintiva de la ética esto es, lo que la distingue de cualquiera de todos los demás estudios.
EL OBJETO DE ESTUDIO DE LA ETICA LO CONSTITUYE UN TIPO DE ACTOS HUMANOS: LOS ACTOS CONSCIENTES Y VOLUNTARIOS DE LOS INDIVIDUOS QUE AFECTAN A OTROS, A DETERMINADOS GRUPOS SOCIALES, O A LA SOCIEDAD EN SU CONJUNTO.
EL CAMPO DE LA ETICA
La Ética de la felicidad o la virtud del buen vivir
Para Aristóteles, la ética está relacionada con el buen vivir o bienestar, se encuentra unida a la formación en tanto el niño y la niña necesitan de normas para llegar a ser lo que son: un hombre. El niño es potencialmente un hombre adulto. Pero que el niño crezca no significa necesariamente que llegue a ser un hombre tal como debe ser un hombre. Y un hombre debe ser como la forma o la esencia de hombre. La forma o esencia de hombre es la norma. Tener una norma es tener una prescripción de cómo deben ser las cosas (Hartnack, 1994: 51).
Esta posibilidad de adquirir normas, era posible por la virtud o adquisición de virtudes que dotaban al niño y la niña (potencialmente hombre) de una vida plena o completa en un estado que necesariamente debía ser bueno; entre las muchas virtudes a adquirir, Aristóteles menciona la fortaleza, la templanza, la justicia, la liberalidad y la gentileza; virtudes que sólo pueden poner en práctica los seres racionales en el buen vivir. Estas virtudes deben hacerse con agrado, puesto que no se puede decir que un hombre sea justo si sus actos, aparentemente justos, se realizan a disgusto. Para Aristóteles, el criterio de un hombre justo, es que se complazca en realizar actos justos. Si la virtud lleva a la acción, el placer la consuma. El carácter adecuado del niño que será hombre, es poseer la disposición para actuar según la virtud.
Este accionar de la virtud, encuentra su realización a través del deber ser o la norma; sin embargo no es la norma o el deber como la consideramos en Occidente; la virtud no significa deber u obligación moral. “En Aristóteles, la virtud es lo que constituye la vida completa; es la condición necesaria para la mejor vida posible. Cualquier otra forma de vida no alcanzaría la norma de la vida humana”. (Hartnack: 1994: 55). La norma es asumida como posibilidad de actuar sin coacción y sometimiento, es una norma que lleva en sí misma el gusto de realización humana, a una vida plena sin sometimientos y esclavismos impuestos para sí mismos o para otros. En nuestras sociedades, la norma como deber moral ha sido desdeñada como principio de sometimiento y coerción con la justificación ramplona del «como debe ser» o «así debe ser».
LA ESCENCIA DE LA MORAL
ESENCIA DEL ACTO MORAL
El acto moral es el proceso mediante el cual un sujeto moral realiza un comportamiento susceptible de ser valorado bajo un sentido moral (bueno o malo). Para realizar un acto moral se debe tener presente la libertad y la conciencia del sujeto. Un acto se considera moral cuando ha sido realizado en una forma libre y consciente.
Los actos morales, como actos que son, están orientados hacia el exterior, la realidad, el mundo, los demás. Pero, por ser morales, tienen un aspecto interno, que es el que hace que sean valorables. No podemos olvidar que somos morales porque sabemos que podemos elegir, porque sentimos que tenemos posibilidad de seguir caminos diferentes en nuestra vida, porque nos damos cuenta de que nuestras acciones tienen consecuencias.
La conciencia de estas consecuencias es la base del aspecto interno de la moral, en ella está el origen de la valoración de nuestros actos, nuestros hábitos o nuestro modo de vida. Pero la conciencia moral es también conciencia de la libertad, conciencia de que no todas las posibilidades de elección son igualmente valiosas. Por eso es especialmente importante plantearnos qué es y cómo funciona. La misma palabra que usamos para referirnos a ella ya nos da una pista: estar consciente significa darse cuenta de lo que ocurre alrededor.
La conciencia es una forma de conocimiento o de percepción. La conciencia moral es con lo que nos damos cuenta de lo que vale, de lo que merece la pena para la vida, de lo que es bueno -o bien, de lo que no merece la pena, de lo malo, de lo que hay que evitar-.
La libertad es una condición necesaria en la realización del acto moral. Un acto que ha sido realizado bajo una coacción interna o externa
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