Etica Para Miembros De Junata Directiva

Cuando existe un cambio de directorio en una entidad, ya sea esta financiera, o de cualquier otro tipo, de interés privado u gubernamental, es muy importante recordar el papel de los miembros de las Juntas Directivas ante la Gestión Ética. Es una obligación vincular a sus directivos bajo criterios de idoneidad profesional y perfil ético, y que ademas concuerden en Visión, misión, y valores. Igualmente se deben establecer reglas claras, precisas y públicas acerca de cómo acceder a estos cargos y sobre la forma de resolver conflictos de interés que puedan presentarse en el ejercicio de la función de cualquiera de los directivos.

Por otra parte, del directivo se espera una conducta ejemplar que lo haga confiable a todo el equipo de trabaja, lo cual está estrechamente conectado con sus actuaciones cotidianas en el ejercicio del poder del que está investido. En este sentido es evidente que los directivos son un factor decisivo para que cualquier empresa se convierta en un espacio ético, pues tienen el poder para promover políticas, acciones y prácticas que hagan viable la probidad en la gestión.

Siendo lo propio de la dirección el acto último de toma de decisiones sobre el conjunto de la propia entidad, depende de la voluntad de cada directivo el que se puedan construir estrategias de prevención y control de la corrupción, dando cuerpo a una entidad que se destaque por su probidad y por su alta responsabilidad social.

El sentido moral de la acción directiva se logra mediante un proceso de integración comunicativa, donde el directivo genere espacios para el diálogo y el intercambio de impresiones, deben promover estilos organizacionales que faciliten la circulación de la información en forma vilateral, se debe promover y mantener la transparencia y coherencia entre lo que dice y lo que hace. No existe nada más destructivo de la confiabilidad y del liderazgo del directivo que sus propias inconsistencias entre el decir y el hacer, automáticamente lo deslegitima ante los servidores y su equipo de trabajo.

La autoridad del directivo viene unida a su estilo del ejercicio del poder y su confiabilidad esta extrechamente ligada a un liderazgo positivo y autentico, brindadndo ejemplo de responsabilidad y bajo una perspectiva democrática del ejercicio del poder, anima al grupo a fijar sus procedimientos y responsabilidades, acompaña los procesos de diálogo, esclarece dudas orientando las facilidad de expresion de sus colaboradores.

Para los directivos es una obligación moral seguir parámetros que garanticen que su gestión no entra en conflictos de interés. La probidad es la señal más clara del compromiso ético y de la integridad de los directivos.

Es imposible que una entidad construya una gestión ética si sus directivos no se comprometen a fondo con esta intencionalidad, y no se convierten con su ejemplo en el modelo

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