Etica Profesional(segundo Libro De Aristoteles: De La Virtud En General)
Enviado por isabel_1 • 17 de Agosto de 2011 • 997 Palabras (4 Páginas) • 1.715 Visitas
“ETICA PROFESIONAL”
LIC. EN DERECHO
IX SEMESTRE
GRUPO ÚNICO
ISABEL SANTIAGO RODRÍGUEZ
SEGUNDO LIBRO DE ARISTOTELES.
De la virtud en general.
Fecha de entrega 17 de octubre del 2010
SEGUNDO LIBRO DE ARISTOTELES.
De la virtud en general.
I
Existen dos tipos de virtud: intelectual y moral.
La virtud intelectual requiere de experiencia y de tiempo
La virtud moral es resultado de la costumbre
Ninguna de las virtudes morales surge en nosotros naturalmente, puesto que nada de lo que es por naturaleza puede modificarse por la costumbre.
Las virtudes las perfeccionamos mediante la costumbre.
Primero adquirimos como capacidades todo lo que nos da la naturaleza, y luego lo traducimos en actividades
Adquirimos las virtudes como resultado de habernos ejercitado primero en ellas. Así nos volvemos justos mediante actos de justicia, y moderados mediante actos de templanza y valientes realizando actos de valor.
Toda virtud y toda arte nace y se destruye por las mismas causas y los mismos medios.
Los modos de ser nacen de los actos semejantes
II
Se debe de actuar con la recta razón
la naturaleza de los actos humanos el malograrse tanto por falta como por exceso.
Se malogran la moderación y la valentía por el exceso y el defecto, y se conservan por el termino medio.
III
La virtud moral esta relacionada por los placeres y los dolores
Platón.- es necesario que se enseñe desde la temprana infancia a alegrarnos o dolernos como es debido, y esto consiste la buena educación.
Toda disposición del alma está emparentada naturalmente con todo aquello por cual puede hacerse mejor o peor.
Algunos definen a las virtudes como estados de impasibilidad y serenidad.
Todos, quien mas quien menos, medimos nuestras acciones por el placer y el dolor que nos producen.
IV
Mientras que las obras de arte son buenas en si misma, pues les basta estar hechas con ciertas condiciones, para las obras de virtud, en cambio, no alcanza con que los actos sean tales o cuales; para que pueda decirse que se han realizado con justicia y templanza.
Es necesario quien realice los actos sea justo y moderado, y sobre todo que sea consiente de la virtud.
Que actué con voluntad y que su elección esté regida por la consideración a tales actos.
Que actué con ánimo firme e inquebrantable.
El hombre justo y moderado, a su vez, no es el que simplemente realiza esos actos si no el que los ejecuta del modo como lo harían los justos y moderados.
V
Qué es la virtud.-
Dado que en el alma todo lo que se da son tres cosas: pasiones, facultades y hábitos, la virtud deberá ser alguna de éstas.
Pasiones: todas las afectaciones a las que acompaña el placer o la pena (es el deseo, cólera, miedo, coraje, envidia, alegría, el sentimiento de amistad, odio, la nostalgia, los celos,
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