Eutanasia y donación de órganos

El final de la vida: eutanasia y donación de órganos

La muerte es una situación de gran dolor. En el momento en que se conoce la noticia de que ha muerto alguien cercano la persona involucrada esta en una clara situación de pérdida, por lo tanto no desea dar nada y lo único que piensa es en lo que perdió y como hará para vivir el resto de su vida con esa perdida. En términos generales torna a las personas vulnerables, quiebra proyectos de vida y obliga a una restructuración profunda.

Siempre pensamos que la muerte está al final del camino pero en ocasiones puede ocurrir en periodos más cortos o en situaciones en las que debemos tomar decisiones que no siempre son fáciles y que tienen que ver con el final de ella.

La eutanasia es un tema que siempre estará contantemente presente en el área de la salud, en donde siempre existirá el dilema entre la opinión del médico y de la familia del paciente en la toma de la decisión final. En situaciones como esta el medico juega un rol muy importante ya que no solo está al cuidado del paciente sino también se encarga de informar y dar apoyo a la familia del paciente ante cualquier decisión.

En casos donde la situación del paciente ya no conduce a mejorar su situación clínica como en enfermedades de curso muy rápido o accidentes con consecuencias muy severas en donde este se encuentre en un estado de inconciencia.

 El  médico está obligado a informar a la familia sobre tal situación y dar alternativas    tratando de sostener la vitalidad del paciente buscando que es lo mejor para él, pero que llegara un punto en el que se verán obligados a tomar decisiones difíciles como limitar el esfuerzo terapéutico, suspender medidas que antes parecían útiles y que ahora han dejado de serlo, abstenerse a mas intervenciones médicas innecesarias que no van a llevar a un mejor estado al paciente y que sólo van a prolongar con agonía y sufrimiento algo que inevitablemente ocurriría en algún momento de sus existencia.

En casos como los de un accidente o enfermedades terminales el impacto que produce en los familiares es enorme y difícil de asumir, en el caso del médico este experimenta impotencia generándole un sentimiento de fracaso en su papel profesional y cierta sensación de culpabilidad.

Por esto, la eutanasia no concuerda con el propio ser del médico. Ya que la medicina está al servicio de la vida y de brindar cuidados, salud y bienestar a las personas, y la eutanasia está al servicio de la muerte.

Pero, muchas veces el obligar a vivir en sufrimiento es peor que permitir morir en paz.

Y ¿por qué no encontrarle el lado positivo?

La donación de órganos después de la muerte puede ser lo que viene a reparar eso que la persona perdió, a darle sentido al sinsentido de la muerte.

Cuando se habla de donar nuestros órganos o los de algún familiar fallecido, hablamos de ayudar a salvar una o más vidas. Lo importante de esto es realizar el  proceso de extracción  de los órganos se tratara de una persona en estado integro. No porque la persona se encuentre con muerte cerebral o ya sea que los familiares hayan optado por la eutanasia y posteriormente a la donación se deberá dejar al lado el resguardo de la intimidad y privacidad de esta persona. Por otro lado el  médico debe ayudar moral, afectiva y espiritualmente a los familiares del donante ya que estos están afectados por la muerte de este y por lo tanto hay que ayudar a hacerles saber que este gesto permitirá un beneficio tan importante como es la vida de otras personas.

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