Evaluacion De Las Ciencias Que Se Imparten

LA EVALUACIÓN DE LAS CIENCIAS QUE SE IMPARTEN

En el libro “Enseñanza y aprendizaje de las ciencias” el autor Wayne Harlen, dedica el capitulo XI al análisis de la evaluación de las ciencias que se imparten en la educación primaria tanto en el nivel de clase como en el de la escuela.

En el desarrollo de este reporte de lectura, menciono algunas de las ideas que maneja el autor con respecto al significado del término “evaluación”, así como también señalo, de manera general, todos los aspectos que implica el proceso de evaluar y, al final, concluyo expresando mis puntos de vista acerca de los objetivos de la evaluación.

Con base en la lectura de este capítulo, se puede definir el significado de evaluación entendiéndola como el proceso de obtención y utilización de la información que contribuya a tomar decisiones o hacer juicios. Esquemáticamente, la información se juzga en relación con CRITERIOS EVALUACIÓN.

De ésta definición se entiende a la evaluación como el hecho de recoger cierta información para juzgarla en relación con los criterios adecuados. “La información que se recoja y los criterios que se utilicen dependerán en parte, del objetivo de la evaluación”.

Acerca de los criterios que se utilicen para evaluar se dice que tienen que dejar muy clara la calidad o cantidad concreta, que para cada aspecto evaluado, se considere como actuación suficiente. En otras palabras los indicadores, aspectos o tipo de información que se juzgue, han de exponerse con detalle.

Una de las principales áreas de discusión con respecto a la información necesaria para la evaluación educativa, relacionada con la cuestión “cualitativa frente a la cuantitativa”, atañe a la relevancia de la información sobre el aprendizaje de los alumnos. La problemática, es que en muchos de los casos no se entiende bien, cual es el tipo de información que debe considerarse para evaluar ya que la información cuantitativa, expresada en números, describe la actuación, las condiciones o situaciones en términos de cuánto, con qué frecuencia, cuántos, etc. Puede parecer más definida, más formal, más objetiva que la información cualitativa, que transmite percepciones, impresiones y explicaciones, sin embargo, en la evaluación hace falta criterios de éxito para utilizar ambos tipos de información y es conveniente considerar tanto aspectos cuantitativos como cualitativos.

Planteándolo de otro modo la evaluación consiste en investigar la medida en que la variable independiente (provisión de las pretendidas experiencias de aprendizaje) actúa, sin tener en cuenta su relación con la variable dependiente (resultados o cambios en la conducta de los niños). No se trata de negar el valor de descubrir los conocimientos y capacidades infantiles, sino de reconocer que no tiene sentido hacerlo hasta que no nos consideremos relativamente seguros de que estamos proporcionando las oportunidades de aprendizaje necesarias.

Al mismo tiempo, también se reconoce que existen argumentos fuertes en contra de un enfoque de la evaluación que tenga en cuenta tan sólo los procesos, dejando de lado los productos. Si tomamos en cuenta que la noción de “oportunidad de aprendizaje” implica la previa identificación del aprendizaje esperado, y sería ingenuo hacer juicios sin establecer que “la oportunidad de aprender X” puede llevar a “aprender X”. Por tanto, en algún momento es preciso relacionar el proceso con el producto.

La evaluación en el aula debe ser un instrumento que ayude al profesor a contestar, en relación con las ciencias, la pregunta: ¿Cómo pueden mejorarse las oportunidades de aprendizaje de los alumnos? Que juzgue hasta qué punto está realizando adecuadamente su labor y qué mejoras puede introducir.

Dentro de los ejemplos de métodos de obtención de información se destaca la importancia de establecer una muestra para

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