Evolucion como orador

En el siguiente escrito analizaré mi evolución y desempeño como orador a lo largo de la materia.

En la primera presentación estaba incomodo, no sabía qué hacer con las manos. Empecé con una mano en el bolsillo y después las crucé. Las piernas las cruzaba de un lado a otro. Miré mucho para arriba en vez de mirar a la audiencia. Sabía muy bien el oral y sentía que el contenido era bastante completo, eso me hacía sentir un poco más cómodo. No recorrí el escenario, de hecho ni siquiera me moví de mi posición inicial. Tuve un cierre abrupto y di a entender que había finalizado mi oral haciendo un gesto con las manos. El intellectio me resultó fácil, mi objetivo era dar una breve síntesis de mi vida para que mis compañeros sepan algo sobre mi. En cuanto al inventio, fui pensando a lo largo de muchos días de que hablar y cuando se me ocurrían cosas las iba anotando. El dispositio fue difícil, ya que sentía que eran muchas ideas independientes y no había una forma específica de organizarlas, pero a medida que las fui redactando y explayando pude estructurarlo mejor y darle cohesión.

Mi segundo oral no lo tengo filmado, pero ya para esta presentación había practicado frente al espejo y me sentía más confiado. Me sabía muy bien el oral, siento que esta vez recorrí más el escenario ya que lo había practicado en mi casa y que tuve un mejor lenguaje no verbal. Fue útil tener el control remoto para el powerpoint ya que esto hizo que tenga una mano fija. El cierre no fue abrupto y fue bueno haber llevado la caja con los gusanos como para finalizar. El intellectio me costó ya que tarde mucho en decidir el tema sobre el cual iba a hablar. El propósito de este oral era enseñar a la audiencia sobre algo. Después de pensar mucho tiempo decidí hacer mi presentación acerca de los gusanos de seda, que era algo que yo conocía muy bien y me sentía apto para enseñar. El inventio y el dispositio fue muy fácil. Mi único problema fue que había muy poca información en internet y me preocupaba no tener información suficiente para cubrir el tiempo mínimo. Pero a lo largo de los días y con mucha búsqueda, recopilé suficientes datos como para dar mi oral. Tenía las ideas claras y estructurarlo no resultó difícil.

En mi tercer oral tuve una mejor postura pero no perfecta, caminé bastante más el escenario y tuve mejor uso del lenguaje no verbal que en mi primera presentación. Fue el que más cómodo me sentí de las tres presentaciones ya que el contenido me lo sabía a la perfección y lo había practicado mucho frente al espejo y también frente a mi familia. Mire más a la audiencia y mucho menos a los costados o al techo. Ya sentía que tenía experiencia y empecé  la presentación muy seguro. El intellectio me costó mucho, no quería hablar sobre temas muy comunes como lo son el aborto o la legalización de la droga. Quería un tema polémico pero no muy discutido. Pasaron semanas hasta que finalmente se me ocurrió hablar sobre los zoológicos. Mi propósito era demostrarle a la audiencia el mal que les generamos a los animales con la existencia de los zoológicos y lo crueles y obsoletos que son. Había mucha información y datos disponibles, entonces no hubo problema con el inventio y tampoco con el dispositio porque pude organizar bien mis ideas.

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