Explotación Agrícola
Enviado por aguila2013 • 19 de Enero de 2013 • 2.040 Palabras (9 Páginas) • 765 Visitas
EXPLOTACIÓN AGRÍCOLA. TIERRA. CAPITAL. TRABAJO. DIRECCIÓN PERSONAL Y TÉCNICOS
Imaginemos una sociedad agrícola en la que hay varias personas que viven de la agricultura. Para simplificar lo más posible el análisis, supongamos que sólo se usan dos factores de producción: tierra y trabajo.
La tierra y el trabajo son importantes activos económicos de los que cada persona probablemente posea cantidades diferentes. De la misma manera que imaginamos una distribución de la renta, podemos imaginar una distribución de la tierra, en la que sustituimos los bolívares de renta por las hectáreas de tierra. Normalmente la distribución de la tierra es desigual: unos pocos suelen tener grandes parcelas de tierra, mientras que la mayoría tiene poca tierra o ninguna.
También hay una distribución de las dotaciones de trabajo. Basta una breve mirada para ver que la distribución de la propiedad de la tierra probablemente es mucho más desigual que la distribución de las dotaciones de trabajo. Cabe esperar, pues que en ausencia de cualquier tipo de mercado de factores, las familias cultiven su tierra con una relaciones trabajo-tierra muy diferentes: los pequeños propietarios tienen excesiva mano de obra familiar, mientras los grandes terratenientes tienen que dejar sin cultivar una gran parte de sus propiedades por falta de mano de obra.
No sorprenderá pues, enterarse de que en estas circunstancias es probable que surja un mercado de factores de producción. O bien las personas que tengan trabajo que ofrecer pedirán empleo a los grandes terratenientes o bien se arrendará (o se vendrá) la tierra a los pequeños terratenientes, o ambas cosas a la vez.
En el mercado laborar, normalmente hay grandes agricultores que contratan el trabajo de los que tienen poca o ninguna tierra a cambio de salario. En este caso, el mercado agrícola se equilibra transfiriendo el trabajo de los que tienen poca tierra a los que tienen mucha. El resultado final es parecido al de las grandes plantaciones que contratan trabajo y este trabajo es supervisado por personas contratadas o por el(los) propietario(s) de la explicación agrícola.
En el mercado (de arrendamiento) de tierras, normalmente los terratenientes la arriendan a los arrendatarios a cambio de un alquiler o de una parte de la cosecha. El resultado final es una distribución operativa de la tierra que en la práctica es relativamente igual, con muchos arrendatarios.
No debe sorprender a nadie que en el mundo real operen ambos mercados. En casi todas las sociedades agrarias, podemos observar que hay mucha tierra arrendada y también mucha actividad en el mercado de trabajo. Sin embargo, si nos hemos criado con una abundante dieta de mercados competitivos, esto puede sonar rato. ¿Por qué tienen que funcionar ambos mercados si parece que uno es un sustitutivo perfecto del otro? ¿No es cierto que el desplazamiento de trabajo para trabajar la tierra a cambio de un salario es lo mismo que el desplazamiento de la tierra hacia el trabajo en busca de un arrendamiento?
CAPITAL Y CRÉDITO
Existe la idea general de que cuando existe algún desequilibrio en la propiedad de ciertos factores surgen mercados de esos factores. Así por ejemplo, si la tierra está repartida muy desigualmente, mientras que las dotaciones de trabajo son relativamente iguales, es de esperar que surjan instituciones que igualen el uso real de la tierra.
Ahora bien, la idea de que la economía rural se caracteriza por el uso agrícola de trabajo y de tierra es excesivamente simplista en algunos aspectos. El más importante puede sintetizarse en una sola frase: la existencia de otros factores agrícolas que pueden determinar el funcionamiento del mercado de tierras y de trabajo. Por ejemplo, un factor fundamental es la fuerza animal. En ese caso, la propiedad de bueyes cobra importancia. Ahora tenemos, por tanto, tres tipos de factores: tierra, trabajo y animales de tiro. Normalmente, la propiedad de estos tres factores está distribuida desigualmente entre la población. La utilización de mercados de factores equilibra las dotaciones de estos factores, por lo que pueden utilizarse eficientemente en la agricultura. Si uno de estos mercados falla totalmente, los otros tienen que compensarlo de alguna forma. El mercado de alquiler de animales de tiro, que cuando funciona, funciona mal, es especialmente vulnerable. Este fallo de mercado se debe a dos causa principales: (1) Se suele obligar a los animales alquilados a trabajar excesivamente y a veces incluso son maltratados, porque el que los arrienda no tiene interés en ellos como bien de capital y, por lo tanto, tratará de sacarles el máximo de partido inmediato y 2) Los animales suelen utilizarse en épocas muy determinadas del año, por lo que toda la gente del pueblo necesita energía animal al mismo tiempo. Ahora bien, si el mercado de bueyes funciona mal, los otros dos factores deben contribuir a compensar la situación, por lo que no es sorprendente observar que la distribución del uso de la tierra sea a menudo semejante a la distribución de la propiedad de los bueyes. Podemos utilizar esta observación para matizar el análisis del apartado anterior. En lugar de que las familias que tienen mucha tierra arrienden parte de ella a las familias que tienen poca, puede ocurrir lo contrario. Las familias que tienen muchos bueyes pueden acabar siendo arrendadores de tierra y contratar trabajo.
Llegados a este punto, debe hacer su aparición otro mercado más. Es el mercado de crédito o del capital. Obsérvese que si este mercado funciona con fluidez, carece de sentido una gran parte de lo que se dice en los párrafos anteriores. Los bueyes, otros factores y, también, la tierra deben poderse adquirir todos ellos, siempre que su adquisición sea rentable. Un mercado perfecto de crédito pone a disposición de los compradores los fondos necesarios, por lo que, si esto es así, podemos prescindir en gran parte de nuestro modelo de mercados que equilibran el uso de las distintas dotaciones de factores. Sin embargo, si el mercado de crédito falla, los demás mercados tendrán que ajustarse. Por ejemplo, sin acceso a capital circulante (que permite la compra de otros factores como fertilizantes o pesticidas), un agricultor puede verse obligado a arrendar una parte de su tierra o incluso toda, así como su trabajo. En otras palabras, la ausencia de un mercado de capitales podría crear una situación en la que la tierra
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