Expresión Oral
Enviado por • 2 de Abril de 2014 • Informe • 3.953 Palabras (16 Páginas) • 252 Visitas
Expresión Oral. Conjunto de técnicas para comunicarse oralmente con efectividad, en otras palabras, expresar lo que se piensa sin barreras.
Contenido
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• 1 Formas de la expresión oral
o 1.1 Expresión oral espontánea
o 1.2 Expresión oral reflexiva
• 2 ¿Qué es una descripción?
o 2.1 ¿Dónde y cuándo utilizamos las descripciones?
o 2.2 Características de las descripciones
• 3 Tipos de descripciones
o 3.1 Descripciones de personas
o 3.2 Descripciones de lugares
o 3.3 Descripciones de objetos
3.3.1 Recursos estilísticos de la descripción
o 3.4 ¿Cómo se hace una descripción?
• 4 ¿Qué es una argumentación?
o 4.1 ¿Para qué sirve?
o 4.2 ¿Dónde y cuándo argumentamos?
o 4.3 La estructura de la argumentación
o 4.4 Los argumentos
• 5 ¿Qué es una narración?
o 5.1 ¿Cuándo utilizar las narraciones?
o 5.2 Tipos de narraciones
5.2.1 Recursos estilísticos de las narraciones
5.2.2 ¿Cómo se hace una narración?
• 6 ¿Qué es un diálogo?
o 6.1 ¿Dónde y cuándo utilizamos los diálogos?
o 6.2 Características de los diálogos
o 6.3 Tipos de diálogos
o 6.4 Recursos estilísticos de los diálogos
• 7 ¿Qué se entiende por escuchar?
• 8 Fuentes
Formas de la expresión oral
La expresión oral se presenta en dos formas diferentes: la espontánea y la reflexiva. La expresión oral se produce de forma espontánea, para llamar la atención de los demás, narrar hechos ocurridos; expresar sentimientos, deseos, estados de ánimo o problemas; argumentar opiniones o manifestar puntos de vista sobre los más diversos temas. La expresión oral espontánea por excelencia es la conversación, que se utiliza en las situaciones cotidianas de la vida.
Cuando se expone de forma reflexiva algún tema, se hace, generalmente de forma objetiva, tras haberlo pensado y analizado detenidamente. Esta modalidad expresiva se utiliza en los discursos académicos, conferencias, charlas, mítines, etc., y en algunos programas de los medios de comunicación.
Expresión oral espontánea
La principal finalidad de la expresión oral espontánea es la de favorecer el rápido intercambio de ideas entre las personas, pero puede tener otras. La persona que habla es el centro del discurso coloquial, dirigido a un 'tú' que escucha. A su vez, el 'tú' se convierte en 'yo' cuando le contesta.
La estructura del discurso es generalmente abierta, porque el texto se produce en el momento mismo en el que se habla. El emisor puede variar su discurso, alargarlo o acortarlo, en función de la reacción que cause en quien le escucha.
La expresión oral, por lo general, es dinámica, expresiva e innovadora. Cobra en ella gran importancia el acento, el tono y la intensidad dados a cada palabra o frase, porque atraen o refuerzan la atención del oyente. La modulación de la voz, los gestos, los movimientos de nuestro rostro y cuerpo, etc., ayudan a comprender el verdadero significado del discurso; también influyen la intención y el estado de ánimo de quien habla.
En la expresión oral se reflejan las variedades lingüísticas geográficas, sociales y de estilo, que ponen de manifiesto la procedencia y la cultura de quien se está expresando. Las oraciones suelen ser breves y sencillas. El contexto, la situación y los gestos favorecen la elipsis (omisión o supresión) de palabras:
— ¿Vienes conmigo? — Sí (voy contigo).
Al estar el discurso poco elaborado, en la expresión oral son frecuentes:
Las interrupciones momentáneas, repeticiones, incoherencias y divagaciones: esto...; claro que...; ¡porque sí, porque lo digo yo!
Las palabras comodín (que sirven para referirse a conceptos muy distintos), como cosa, cacharro, y el uso genérico de verbos como haber, hacer o tener.
Las muletillas, palabras que se repiten por hábito, costumbre, etc.: bueno, eh, ¿no?
Las locuciones (grupos de palabras), los refranes o las frases hechas: tela marinera; de tal palo, tal astilla; echar la primera papilla.
Las expresiones exclamativas e interrogativas: ¡qué me cuentas!, ¿vienes o no?
Las incorrecciones lingüísticas, como la pérdida de la -d- intervocálica del participio: comío; el uso del infinitivo por el imperativo: seguir, seguir así...; o el apócope (eliminación de sonidos) de ciertas palabras: *na por nada, *pa por para.
Los errores de concordancia, las frases sin terminar: si yo te contara...
Las metáforas coloquiales: alucinar, echar chispas.
Los sufijos diminutivos o aumentativos, y las intensificaciones: poquito, cachito; mogollón; ser algo la repera o una auténtica maravilla.
Las fórmulas de apertura o cierre de la conversación: ¿qué tal?, hasta pronto; y las de transición: y tal, y ya está, y punto.
Las fórmulas expresivas para mostrar conformidad, desacuerdo, enfado, etc.: por supuesto, desde luego; ¡qué va!, de ningún modo; ¿qué se ha creído?
Expresión oral reflexiva
La principal función de la expresión oral reflexiva es la de atraer y convencer o persuadir al oyente. La estructura del texto y la propia construcción sintáctica están más elaboradas que en la expresión oral espontánea. El vocabulario es más amplio, escogido y variado. El registro lingüístico (las palabras y giros que se utilizan) tiende a ser culto o, al menos, cuidado. Se procura evitar las incorrecciones lingüísticas.
Cuando describimos a alguien, explicamos cómo es físicamente, la ropa que lleva, los rasgos significativos de su personalidad, lo que le gusta o desagrada...; es decir, todo lo que forma parte de su forma de ser y su apariencia.
¿Qué es una descripción?
Una descripción es el dibujo, hecho con palabras, de personas, animales, lugares u objetos, mediante la exposición de sus características, cualidades, usos, etc., a fin de que otros puedan crear una imagen mental de ellos. La descripción también es la explicación minuciosa de sentimientos y sensaciones, o de los procesos o procedimientos para hacer algo.
¿Dónde y cuándo utilizamos las descripciones?
En nuestra vida cotidiana, usamos constantemente las descripciones para explicar cómo es lo que nos rodea, nuestros sentimientos o ilusiones, los procesos para hacer algo, como llegar a un sitio, preparar una tarta...
También se emplean muy habitualmente en distintos tipos de textos:
De carácter científico, técnico o humanístico: descripción de animales, plantas,
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