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Facundo Cabral Y Hebe de Bunafini


Enviado por   •  23 de Febrero de 2016  •  Ensayo  •  1.438 Palabras (6 Páginas)  •  266 Visitas

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        REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD BICENTENARIA DE ARAGUA

VICERRECTORADO ACADÉMICO

DECANATO DE INVESTIGACIÓN, EXTENSIÓN Y POSTGRADO

SAN CRISTOBAL – ESTADO TACHIRA

 Facundo  Cabral

Y

Hebe de Bunafini

Autor: Pedro Fernández

San Cristóbal, Junio, 2014

Facundo Cabral

        Que fácil y al mismo tiempo difícil, es hablar de alguien que se siente tan cercano pero que no se ha visto nunca en persona, es la misma contradicción de la sencillez y hermosura de una canción de Cabral y el ego de un argentino del mundo, escuchar una de sus canciones poesías es entablar una conversación con un visionario de la paz y la verdad, porque si algo le sobró a Facundo fue verdades, las dijo en todas partes, y si que estuvo en partes, se dice que recorrió 170 países, a pesar que el corrigió siempre y decía que eran 165. Entonces las vivencias, experiencias, amigos y paisajes que vivió y sintió el poeta, el juglar del siglo XX pasan a ser de cada uno de los hombres y mujeres que le admiran y respetan en todo el mundo, un amigo mas.

        En todo caso, Facundo Cabral resultó incomodo para aquellas personas egoístas, con deseos de poder, hipócritas, incoherentes con el discurso y las acciones, la espina, la piedra en el zapato de dictadores, magnates que de ricos, solo tenían dinero, pero que fácil de entender, oír, compartir, con aquellos que sabían de su cultura, inteligencia, amor por la amistad y la honestidad como forma de vida, no cualquiera se va a bañar leprosos en la India para encontrar rumbo, una senda, un camino, renunciando al brillo que da la fama y el escenario.

        Pero ese Facundo lleno de ideas, ilusiones, palabras con el mejor sentido, con el tono apropiado, amigo tanto de poderosos como del más humilde taxista, con la memoria musical más grande de América, que recorrió amaneceres y vidas, no paro nunca, toda su vida se resume a una frase, vivió como le dio la gana, supo sacarle provecho a cada circunstancia que se le presentó, y sus ideas y emociones plasmadas en sus canciones quedan para solaz de quien quiera oír, para eso vivió, en estos momentos debe estar con Don Atahualpa Yupanqui y su guitarra cantándole al amor y a la vida.

        Definitivamente algunas personas nacen para la grandeza, pero no la grandeza material, del dinero, los oropeles del escenario o del poder, sino la grandeza de alma, de vida vivida a plenitud, con el aliciente de la fortaleza de espíritu y del camino fácil, asequible  a privilegiados con la mente abierta y el alma limpia, Facundo Cabral fue uno de ellos, caballero del poema y la canción, que mas que canciones eran emociones expresadas en palabras con la compañía de una guitarra, Facundo fue eso y más,  poemas hechos canción, protestas dichas con sentimiento, sin culpas ajenas y sin visiones ajenas.

        La particularidad de una vida como la de Facundo Cabral, es la envidia de muchos que quisieran ser trashumantes y el miedo a cambiar o perder el sitio, el lugar, lo material, les impide ver un nuevo amanecer, este juglar en cuanto tuvo la certeza de la importancia  que tiene la honestidad, la amistad, el amor y la paz, le dedico su vida a decirlo en cada una de sus canciones, marcando una generación que lo acompaño en cada una de sus aventuras y dejando en la siguiente generación los celos por no contar con alguien tan significativo, sus amigos le respetaban y le admiraban por la coherencia con que vivió.

         Facundo Cabral recorrió el mundo, a veces en pensiones y otras en lujosos hoteles, pero siempre con la perspectiva de ser un hombre simplemente grande, dicen los que tuvieron la suerte de verlo en persona que su personalidad llenaba un estadio, que el calor de sus manos trasmitía sensaciones de amor y de afecto, que su voz era capaz de decir verdades, duras, sentidas, pero también se convertían en poesía con la más inesperada inspiración, conoció grandes personalidades del mundo, pero siempre hablaba del señor del mercado, de la viejecita del otro día, de su mama y por supuesto de Eva, esa Eva Perón tan populista pero tan admirada por Facundo Cabral que también Provoca enamorarse de ella.

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