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Fenomenología


Enviado por   •  7 de Diciembre de 2012  •  2.233 Palabras (9 Páginas)  •  351 Visitas

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La fenomenología (del griego φαινομαι, fainomai, "mostrarse" o "aparecer", y λογος, logos, "razón" o "explicación") es un método filosófico que procede a partir del análisis intuitivo de los objetos tal como son dados a la conciencia cognoscente, a partir de lo cual busca inferir los rasgos esenciales de la experiencia y lo experimentado.

El significado definitivo con que hoy se emplea el término proviene de finales del siglo XIX; la fenomenología como escuela tuvo su origen en la enseñanza de Franz Brentano, y su máximo exponente en Edmund Husserl, quien empleó el método fenomenológico para desarrollar uno de los sistemas filosóficos más populares y refinados de la primera mitad del siglo XX. En el sentido desarrollado por Husserl, la fenomenología opera abstrayendo la cuestión de la existencia del objeto conocido, y describiendo minuciosamente las condiciones en las que se aparece a la conciencia; la fenomenología está así en fundamental oposición a la filosofía crítica, de índole kantiana, que se orienta al contenido trascendental que la experiencia no muestra. Martin Heidegger, quien fue discípulo y ayudante de Husserl, practicó la fenomenología en sus primeras obras, aunque luego se apartó del método.

En síntesis, el método fenomenológico, consiste en:

• Examinar todos los contenidos de la conciencia

• Determinar si tales contenidos son reales, ideales, imaginarios, etc.

• Suspender la conciencia fenomenológica, de manera tal que resulta posible atenerse a lo dado en cuanto a tal y describirlo en su pureza

La fenomenología no es un movimiento homogéneo pues se han dado distintas interpretaciones, tanto en la caracterización del auténtico método fenomenológico como en las tesis doctrinales en las que hay que concluir; las dos variantes principales son la fenomenología realista para la que los fenómenos conocidos son reales e independientes de nuestra mente, y la fenomenología trascendental, un nuevo idealismo para el cual la realidad es una consecuencia de los distintos modos de actuación de la conciencia pura o trascendental. El fundador de este movimiento es Edmund Husserl (1859-1938), y los representantes más importantes Alexander Pfänder (1870-1941), Max Scheler (1874-1928), Dietrich von Hildebrand (1890-1978), Martin Heidegger (1889-1976), Jean-Paul Sartre (1905-1980) y Maurice Merleau-Ponty (1908-1961).

La fenomenología de Alfred Schütz

Schütz incorpora a las ciencias sociales el método de la fenomenología, principalmente a partir de la arquitectura trabajada por Edmund Husserl. Para ello define a la realidad como un mundo en el que los fenómenos están dados, sin importar si éstos son reales, ideales, imaginarios, etc. Se considera, entonces, un mundo de la vida cotidiana que los sujetos viven en una actitud natural, desde el sentido común. Esta actitud frente a la realidad permite a los sujetos suponer un mundo social externo regido por leyes, en el que cada sujeto vive experiencias significativas y asume que otros también las viven, pues es posible ponerse en el lugar de otros; desde esta actitud natural el sujeto asume que la realidad es comprensible desde los conceptos del sentido común que maneja, y que esa comprensión es correcta.

El sujeto que vive en el mundo social está determinado por su biografía y por su experiencia inmediata. La configuración biográfica alude a que cada individuo se sitúa de una manera particular en el mundo, pues toda su experiencia es única. Sus padres, la crianza y educación recibidas, los intereses, deseos y motivos, todos son elementos que aportan a la formación de personalidades únicas.

La experiencia personal inmediata tiene relación con la perspectiva desde la que el sujeto aprehende la realidad, y la comprensión se hace en relación a la posición que ocupa en el mundo. El espacio y el tiempo en que transcurre el individuo determinan sus vivencias. Desde la biografía del individuo y de su posición particular en el espacio y el tiempo se configura un repositorio de conocimiento disponible que consiste en el almacenamiento pasivo de experiencias, las que pueden ser traídas al Aquí y Ahora y constituir una nueva experiencia personal inmediata. Este repositorio de conocimiento disponible se amplía con cada vivencia, y el Aquí y Ahora contiene al que fue el Aquí y Ahora anterior. Gracias a esta reserva el sujeto puede comprender nuevos fenómenos sin necesidad de iniciar un proceso reflexivo para ordenar cada una de las vivencias que transcurren.

El sujeto se presenta a otros no como un ser completo, sino sólo como una parte de su totalidad. Esto es así porque la configuración del sujeto, biográfica e inmediata, es una construcción permanente sobre la que nuevas experiencias se acoplan al repositorio de conocimiento disponible y pueden ser abarcadas por la biografía. Es decir, el sujeto que se desenvuelve en el mundo está modificándose a sí mismo. Entonces se incorpora la distinción entre el “yo” y el “mi”, donde el “mi” viene a ser el “yo” mentado en fases anteriores a la experiencia inmediata del sujeto. Esto queda más claro si atendemos a que al reflexionar sobre sí mismo, el sujeto se visualiza en base a experiencias pasadas (donde la visualización de futuro también es una experiencia pasada, pues ya se realizó), no a su experiencia inmediata, no a su Aquí y Ahora. Si reflexiona sobre un Aquí y Ahora, está pasando a un nuevo Aquí y Ahora del que no es conciente sino hasta objetivarlo mediante símbolos y hacer de él una experiencia pasada. Cuando el sujeto reflexiona sobre sí mismo, está atendiendo al “mi”; el “yo” se encuentra reflexionando sobre el “mi”.

Siguiendo con las distinciones referidas a la percepción de la realidad, se distingue entre actos y acciones. El acto puede ser algo realmente cumplido en el pasado, o bien la idealización de algo concretado en el futuro; es una vivencia instalada en el repositorio de conocimiento disponible de algo concretado, sea real o imaginario. Una acción es la ejecución de un acto proyectado, es la experiencia de estar cumpliendo el acto. Esta experiencia se da en la corriente temporal interna del sujeto, y la acción se vincula al suceso que se está vivenciando. Y es en referencia a esta conciencia temporal que se ordenan las vivencias, modificándose el sujeto por trascender al tiempo, ganando vivencias que le permiten enfrentar nuevas experiencias. La reflexión constituye un quiebre en la corriente temporal interna, pues coloca un foco atencional en el pasado, marginándose brevemente de la temporalidad irreversible para traer a colación una vivencia anterior. Esto se conecta con la imposibilidad de percibir acciones, pues para reflexionar

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