Folklore Social
Enviado por 053491941 • 12 de Mayo de 2012 • Tesis • 711 Palabras (3 Páginas) • 1.242 Visitas
Folklore Social
Es el que mejor conocemos todos porque lo hemos visto y palpado, y es el que se ocupa de todo lo que entra a formar parte de una fiesta, como por ejemplo: vestidos mascaras, disfraces, objetos, chamizas, volaterías, vacas locas, etc.
Este folklore es utilizando en bailes, canciones, etc. como medio de una reivindicación de los derechos sociales y lúdicos como en Guatemala. El parámetro fundamental es la posibilidad latente en el hecho folklórico de aglutir socialmente a la comunidad (fiestas, bailes, mercados, ferias, ceremonias, etc.)
En conclusión el folklore social trata de todo lo que se refiere a la vida de relación entre las personas considerada bajo su aspecto tradicional y popular, como el lenguaje, los usos y costumbres, las fiestas y celebraciones, los juegos infantiles y los de adultos.
El lenguaje
Retahílas
Trabalenguas
Usos y costumbres
Ritmos mortuorios
Fiestas tradicionales
Sobre mascaras y disfraces podemos clasificar tres grupos bien definidos:
1° Antropomórfico.- disfraces de personajes humanos, tales como abagós, capariches, capataces, coronales, cucuruchos, danzantes, diablos, yumbos, jibaros, negros, negras, tiznados, viejas, viudas, etc.
2° Ornitomorficos.- o sea los disfrazados de aves, tales como: buitres, curiquingues, cuscungos,guarros, loros, etc.
3° Zoomorficos.- o sea los disfrazados de figuras de animales, tales como: caballos, chucuris, gatos, leones, monos, perros, sapos, osos, tigres, etc.
Es interesante hacer notar que los hombres se disfrazan de mujeres, no lo contrario, y así tenemos ejemplos de ángeles, camisonas, cholas, chuchumecas, mamas negras y las tan populares y pedigüeñas viudas.
Nota: estamos perfectamente de acuerdo con el Sr. Pablo de Carvalho Neto que es una verdadera lástima que con motivo de fiestas religiosas, acaben, especialmente los indígenas, en grandes borracheras que les deja moral y económicamente arruinados. Sin embargo, juzgando sin apasionamiento, hay que reconocer que la culpa no est únicamente en el cura o en que la fiesta sea “religiosa”.
Los responsables son varios, y entre otros están el teniente político y la policía que pueden multar a los chumados, los que venden chicha o trago, los que preparan la boletería, los comerciantes que aprovechan de tosa oportunidad para hacer negocio y, sobre todo, la misma naturaleza humana descontrolada de la gente, incapaz de refrenar sus vicios y controlar sus pasiones. A todos nos consta
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