Frases Amor

Ella estaba bien, ella siguió con su vida, como quien no tiene otra alternativa sino caminar. Nunca supo más de él, en parte porque así lo decidió y en parte porque el universo conspiró para que ella nunca se enterara de lo que había sido de él. Ella se había recuperado y todo seguía su ritmo, todo marchaba bien. Hasta que un buen día, el día de las grandes casualidades, ese día para el que creemos que estamos preparados pero que cuando aparece nos damos cuenta que no es así; el día menos esperado; el día menos planeado, lo vio. Él estaba ahí, el mismo hombre que tanto había significado en su vida, aquél que compartió tanto con ella y al cual se entregó sin reservas a una distancia muy alcanzable para ella, con el que aprendio a amar y a vivir, con el que tenia sueños inalcanzables de una vida juntos. Pasaron tantas cosas por su mente, algunas buenas, otras no tanto; una mezcla de sentimientos encontrados afloraron; sin embargo, ella no podía entender cómo (a pesar de haber pasado más tiempo del que se tenía memoria) justo en el momento en que lo vio se dio cuenta de que él seguía tan presente en su vida justo como si nunca se hubiera alejado, justo como si nunca la hubiera dejado, justo como los días en que ella le había amado.

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