Frida Díaz Barriga designa como evaluación auténtica

INTRODUCCIÓN

En la actualidad el tema de la evaluación es muy controversial, tanto que se ha llegado a la conclusión de que no existe ninguna relación entre lo que se enseña en las primarias y lo que se evalúa.

La evaluación está referida a la verificación del logro de objetivos de aprendizaje a partir de mediciones realizadas por instrumentos que permiten verificar la expresión del aprendizaje o comportamiento observable de los estudiantes, constatación que es considerada como evidencia suficiente para certificar la adquisición de determinados conocimientos, habilidades o actitudes.

Este ensayo habla de este tema y sobre lo que Frida Díaz Barriga designa como evaluación auténtica.

Una evaluación auténtica es aquella en la que se evalúan los aprendizajes de manera contextualizada, donde están, todo el tiempo ligados a las situaciones de la  vida real.

Lo que busca es evaluar tanto lo conceptual como lo procedimental, así como también que los niños desarrollen distintas habilidades, competencias y valores durante el proceso de aprendizaje.

Esta evaluación está enfocada en que el alumno comprenda y analice los conocimientos de los que se va apropiando, para de este modo dejar atrás la enseñanza tradicionalista en donde el maestro tenía el conocimiento y el control total y enseñaba a través de la memorización.

Se pretende que los que enseña sea lo que se evalué y se generen conocimientos significativos.

Y alumnos que sean capaces de llevar lo aprendido a las diversas situaciones que se le presenten el su vida cotidiana, además de que conozcan de lo que son capaces, conociendo sus habilidades, alcances y limitaciones.

Como sugerencia se propone que los docentes lleven a cabo diferentes estrategias de evaluación que le permitan conocer el nivel de dominio y el avance de cada uno de sus alumnos dentro de estos instrumentos se encuentran las rubricas y el portafolio, además de que los alumnos tendrán que desarrollar habilidades con las nuevas tecnologías para hacer más completo su portafolio.

DESARROLLO

La evaluación forma parte importante en la educación, pues consiste en emitir un juicio de valor que señala en qué medida del proceso educativo el alumno ha logrado adquirir los aprendizajes esperados, su finalidad es conseguir su mejoramiento.

Sin embargo, la evaluación no es vista por lo general de manera positiva, ni por los maestros ni los alumnos, lo cual deriva que su aplicación en los centros escolares sea inadecuada, ya que se basan solamente en evaluar si los alumnos aprendieron o no lo que se supone “debían aprender”.

La evaluación se convierte, por su parte, en un mero proceso técnico de “certificación de los productos o resultados de aprendizajes planteados en programas y planes oficiales” (Prieto, M. 2005).

Como menciona Frida Díaz Barriga, las evaluaciones auténticas son aquellas que van más allá de la evaluación centrada y tradicional, en estas se destacan importantes aplicaciones de la habilidad con el contexto en que se trabaja y en situaciones reales.

Muestra situaciones significativas para el alumno que le permiten comprender y valorar todo aquello que han logrado aprender, para que sepan y puedan aplicarlo en su día a día, en relación con asuntos de verdadera pertinencia y trascendencia tanto personal como social.

La evaluación auténtica busca formar un cambio significativo en los ideales que tienen los maestros y alumnos respecto a esta, y de esta manera poder darle un buen uso y aprovecharla al máximo.

Uno de los puntos más importantes que se toman en cuenta, es la autoevaluación, ya que, a partir de esta, el alumno puede razonar sobre sí mismo y valorar el trabajo que realiza, incitándolo a mejorar por medio de esta reflexión. También es importante que el docente se autoevalúe, para perfeccionar su propio trabajo.

De acuerdo con Vallejo, M:

“Implica una autoevaluación por parte del alumno, teniendo en cuenta que la meta es la promoción explícita de sus capacidades de autorregulación y reflexión sobre su propio aprendizaje. En este sentido, la participación en actividades auténticas debe favorecer el desarrollo de competencias de autorregulación hacia la planificación y su evolución en la efectividad para la consecución de los objetivos”. (2013, p. 15)

Existen cinco dominios de evaluación del aprendizaje que se ha implementado con anterioridad en las escuelas, los cuales son: habilidades de comunicación las cuales abarcan los ensayos escritos, presentaciones orales, el seguimiento de instrucciones, entre otras; habilidades psicomotrices que favorecen el manejo de instrumentos de geometría, montar equipos de laboratorio, etc.; actividades atléticas como cachar una pelota, saltar, correr, desplazarse en distintas áreas; adquisición-aplicación de conceptos en donde los alumnos construyan circuitos abiertos y cerrados, realicen experimentos, reconozcan sustancias; y por último las habilidades afectivas y sociales con el propósito de que los alumnos desarrollen valores éticos hacia las demás personas y los pongan en práctica dentro del salón de clases.

Poner en práctica la evaluación auténtica nos permite principalmente desarrollar habilidades y competencias como seres humanos, pues no solo se reduce a la aplicación de pruebas y derivar de estas una calificación que por lo general es solamente cuantitativa, sino más bien ofrece el poder exponer lo aprendido y apropiarse de una mejor manera de los conocimientos, además de reflexionar sobre nuestras deficiencias, alcances y fortalezas.

A medida que los alumnos promocionan, se espera que muestren esa capacidad de ver múltiples puntos de vista ante un problema, que sopesen afirmaciones conflictivas y que sean capaces de argumentar desde los cimientos de evidencias válidas y fiables. (Vallejo, M. 2013).

Las cuatro características con las que cuenta son:

• Se apoya de actividades que son significativas y se evalúa al alumno en el momento en que las lleva a cabo en el campo real en cuestión.
• Los criterios que se toman en cuenta se valoran en distintos niveles sin ser estandarizados, dejando a un lado la rigidez con la que suelen ser, todo esto con el fin de apoyar al alumno en todo momento.
• Es esencial la autoevaluación, para que los alumnos analicen su propio desempeño y rectifiquen por si solos sus fallas o dificultades y redirijan su aprendizaje.
• Que los aprendizajes que se obtuvieron sean significativos, para que los puedan compartir con la sociedad.

Para obtener resultados satisfactorios en la evaluación es necesario que los criterios y estándares sean de un  nivel que los alumnos sean capaces de lograr, tienen que ser en todo momento muy claros y dados a conocer.

Existen diversas herramientas para evaluar, todas ellas con diferentes características y que cada una de ellas se adapta de mejor manera al tipo de trabajo que se realiza. Es de vital importancia que el docente conozca a profundidad todas estas herramientas, para que pueda elegir de manera correcta aquella que le funcione.

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