Fundamentos de investigación : “Cárceles mexicanas ¿readaptación o lucro?”

[pic 1][pic 2]Universidad Autónoma de Querétaro

Facultad de derecho

Fundamentos de investigación

Nettel Barrera Alina

Protocolo de investigación

“Cárceles mexicanas ¿readaptación o lucro?”

Grupo 2

Salón A03

Cynthia López Nieto

Palabras clave

Sistema penitenciario, control económico y condiciones de vida.

Introducción

En México se cuenta con un sistema abastecido de corrupción en todos los ámbitos, el siguiente trabajo se basará en el aspecto penal investigando así cómo es la calidad de vida en el sistema penitenciario mexicano, se habla de condiciones infrahumanas, poca higiene, comida y espacio pero solo para los que no tienen dinero ya que existen algunos que viven con más beneficios y seguridad que los que estamos afuera de este tipo de instituciones. Se indagara por qué se dan estas situaciones y quienes están a cargo de las mafias, así como las cuotas manejadas, la cantidad de reos que están bajo dichas circunstancias, los beneficios con los que se puede contar y el castigo por parte del estado hacia los encargados de beneficiar o perjudicar a los reclutados. Se tratara de dar una solución a la problemática para que la prisión se convierta en un verdadero lugar de readaptación y no un sistema de lucro y corrupción.

Estado del arte

México cuenta con un sistema de corrupción excesivo dentro de sus cárceles, en el cual TODO tiene un precio para poder subsistir con una “mejor calidad de vida” y obtener lujos dentro de ésta y es que cuando uno piensa en las condiciones de las cárceles mexicanas, no se puede imaginar más que austeridad. Pues todo lo contrario, ya que van desde aire acondicionado, televisión, reproductor de DVD, nevera, muebles de madera, visitas conyugales, alimentos, baño, tiempo de visita para familiares, cuota para estar “protegido”, etc.

Planteamiento del problema

Problema de investigación: el control económico del ambiente penitenciario; causas y efectos en los reos

Variables: ayuda psicológica a reclutados y personal del penal, sanciones a quien altere el ambiente en el centro de readaptación y vigilancia constante en todo lugar

¿Cómo es el ambiente en cada penal?

¿Existen normas que regulen el comportamiento en estos centros de readaptación?

¿Cómo es el mecanismo de las mafias en los penales?

Objetivos de la investigación

• Investigar cómo es la calidad de vida en las cárceles mexicanas
• Investigar cómo se manejan las mafias
• Indagar en códigos penales la normatividad que protege a personas que se encuentran en estas circunstancias
• Indagar posibles soluciones al problema planteado

Hipótesis

Se goza de una buena vida en la cárcel con dinero suficiente para pagar por ella.

Marco teórico

Más de 250,000 mexicanos viven revolcados en el hacinamiento, la prostitución obligada, el consumo de drogas, y la más extrema vulnerabilidad en un cosmos apocalíptico cobijado por los gobernantes en turno que apuestan a la  derrama política de su negligencia. Mejor llevar la fiesta-cárcel en paz. Charcos de lodo, colchonetas agujereadas, fondos de botella usados como plato, garras de vestimenta son el doble castigo de los internos que esperan una sentencia. Da igual que hayan violado a sus hijas, asesinado a veinte personas o robado un celular, la consigna para 112,141 reos procesados es esperar. Conforman más del 40% del total de la población penitenciaria. Su calvario no puede describirse con exactitud. Destruido el principio constitucional de presunción de inocencia, los dueños de este circo podrido, reos que no tienen que perder, ejercen el poder desde el mal llamado "autogobierno", en instalaciones totalmente inoperantes. Ellos cobran a los menesterosos hasta por usar un excusado. Y a los demás por todos los lujos ilegales. Sus ganancias salpican los escritorios pertinentes.^[1]

El gobierno de Felipe Calderón impulsó un sistema penitenciario que buscaba desterrar estos vicios, al menos en las prisiones federales. El retroceso inició cuando desaparecieron la Secretaría de Seguridad Pública Federal, y disminuyeron la dimensión del sistema penitenciario federal, hasta terminar siendo un "órgano desconcentrado" marginado en el organigrama oficial. No sorprende que hayan nombrado como su titular, en junio del 2014, a un abogado provinciano que no había pisado una cárcel, Juan Ignacio Hernández Mora.^[2]

Cuando los familiares van de visita al reclusorio, deben pagar ciertas cuotas, algunos ejemplos son: cuota de 10 pesos a los custodios para poder pasar ciertos alimentos como: jugos, guisados y  fruta. Así como también deben pagar para que estos busquen a la persona que se va a visitar, en caso de no ser así los visitantes deberán buscar a sus familiares, lo cual es más complicado debido a la multitud de gente que se encuentra dentro del reclusorio. Otro caso son las visitas conyugales, las cuales tiene un precio tanto por la acción como por el lugar donde se tienen, los cuales a decir verdad no se tienen con tanta privacidad y es que son tipo casa de campaña hechas con telas viejas, así que lo único que divide a los reos en sus visitas conyugales son unas cortinas de tela, ya que éstas se encuentran en fila y por cada fila hay de 5 a 10 parejas teniendo relaciones. En su momento el Reclusorio Preventivo Sur fue conocido por la delincuencia como una prisión de lujo. Sus puertas las cruzaron banqueros, ex funcionarios federales, narcotraficantes, homicidas y ex legisladores, quienes dejaron su propio legado.

 El ejemplo claro es el del fallecido ex director de Pemex, Jorge Díaz Serrano, quien construyó una cancha de tenis al interior de la cárcel, donde practicaba el deporte de vez en cuando con las personas que lo visitaban, otras privilegios que gozan estos altos funcionarios son las visitas conyugales, las cuales no precisamente son de sus respectivas esposas, muchas veces son mujeres que prestan sus servicios, pero éstas no precisamente son “de la calle” como vulgarmente se dice, ya que en varias ocasiones se ha visto también a personalidades del medio artístico. En los penales del DF se pueden contratar para fiestas privadas: parrilladas, música, alcohol y sexo. Y si el prisionero no está cómodo, por 3 mil pesos se pueden hacer de una celda tres estrellas.^[3]

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