Geriatría. Anorexia en pacientes geriátricos
Enviado por GSM29 • 7 de Diciembre de 2015 • Tarea • 742 Palabras (3 Páginas) • 156 Visitas
Geriatría
Introducción
Con la edad aumenta la prevalencia de muchas enfermedades crónicas que pueden inducir a discapacidad, a una merma en la calidad de vida de individuos que las sufren y a un gran consumo de recursos sanitarios para hacerle frente.
El envejecimiento es un proceso benigno, por lo que “ser anciano” no es sinónimo de es “estar enfermo”.
No existe ninguna enfermedad que acompañe a todos los ancianos, aunque es verdad que cuantos más años se cumplen más probabilidades se tienen de tener enfermedades.
Una característica esencial del envejecimiento es la pérdida progresiva de los mecanismos de reserva del organismo, lo que conlleva a un aumento de la vulnerabilidad ante cualquier agresión y por lo tanto una mayor probabilidad de enfermar.
Anorexia en pacientes geriátricos
En el contexto geriátrico se define la anorexia como la falta de apetito que aparece de forma fisiológica durante el envejecimiento, favorecida por la triada clásica de problemas médicos, psicológicos y sociales.
Durante el envejecimiento se reconoce la existencia de cambios fisiológicos, tanto sensoriales, centrados en el gusto y en el olfato, como hormonales, con modificaciones en la regulación central, periférica o intestinal de la ingesta.
En el anciano se acentúa por el trastorno anímico que acarrea el hecho de saberse enfermo, por enfermedades que afectan el tracto gastrointestinal, por enfermedades que afectan al tracto gastrointestinal, por la interacción con fármacos prescritos en el contexto de la enfermedad, o como parte del síndrome caquexia-anorexia-inflamación que acompaña a algunos trastornos crónicos como la insuficiencia renal, la artritis reumatoide o el cáncer.
Etiología
La etiología de la anorexia fisiológica es multifactorial. Se han descrito:
• Alteración de la relajación del fondo gástrico, que favorece un llenado antral y saciedad precoces
• Vaciamiento gástrico enlentecido
• Aumento del efecto saciante de la colecistoquinina (CCK)
• Elevación de los niveles de leptina – hormona anorexigena producida en el tejido graso
• Cambios en el umbral de percepción del sabor y de la olfacción de los alimentos durante la masticación.
Diagnóstico
Su valoración se reduce a preguntas acerca de cambios recientes en el apetito. La intervención nutricional se realiza una vez establecida la pérdida de peso. Si se interviene de forma temprana se mejora el pronóstico y se reduce la mortalidad.
Consecuencias
El paciente anciano que deja de comer, o que ingiere menos de lo que supone su gasto energético total, evoluciona hacia una espiral vertiginosa de pérdida ponderal, sarcopenia, desnutrición proteica calórica y caquexia, acarreando un aumento de la morbilidad y la pérdida de su capacidad funcional. En el enfermo
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