Glosario elementos del lenguaje visual

Percepción: La percepción es aquello que nos permite, mediante el uso de los cinco sentidos, reconocer los elementos que componen el entorno en el cual estamos existiendo.

En el caso de las artes visuales, hacemos mucho más uso de, por supuesto, el sentido de la visión. “Ver”, es la forma más elemental de identificación. Con un solo vistazo, uno puede saber si la figura que se encuentra frente a él es de “x” textura, color o si se le va a ser agradable-desagradable su interacción con ella.  Además, cuando ya hay un conocimiento previo de lo observado, el cerebro es capaz de promover la presencia de la forma y lograr que uno la reconozca de inmediato. Como por ejemplo, uno al divisar un punto rojo en la ruta a la distancia, ya sabe que se trata de una señal de alto y, además de que su verdadera figura va a ser hexagonal.

También, el ser humano está capacitado para identificar los cambios que dicha estructura perceptiva ha sufrido. Y es que al estar acostumbrado a un “algo” en particular, llama la atención del observador al entender que su apariencia, olor o superficie se ha alterado, logrando que intente reconstruirlo mentalmente y se adapte a su nuevo aspecto.

Forma: La forma es todo lo que se puede ver. Es un conjunto de líneas y superficies que determinan la planta, el contorno o el volumen de una cosa. Puede ser simple o compleja, por lo que puede basarse en la realidad, lo cual la hace reconocible o ser abstracta (irreconocible). Para esos casos, la memoria es muy recurrida para intentar reconocerla o reorganizarla. Cuando nos encontramos con un objeto al que no estamos acostumbrados, el inconsciente entra en contacto con las formas percibidas en el pasado y, puede tener o no, un efecto positivo en lograr una concordancia con lo visto para obtener una “nueva imagen”.

Pero en pocas palabras, las formas son diversos contornos que ocupan un lugar en el espacio y se diferencian del fondo.

Forma bi-dimencional: Los dibujos, pinturas, decoraciones, díselos y demás tienen contornos que pueden percibirse como formas bidimensionales. Son todo lo que el hombre crea para comunicar ideas, expresar sentimientos y recuerdos.

Forma tri.-dimencional: El ser humano vive en un mundo tridimensional, por lo que nuestra experiencia con la forma es tal. Es aquella a la que nos podemos acercar y alejar, a la que podemos rodear y observar de diferentes ángulos e incluso, tocar. Hay que dejar en claro también que no solo encierra a objetos inanimados, sino también a los que poseen movimiento, como los animales. Las formas tridimensionales interactúan con otras de su misma índole.

Forma y Figura: Muchos individuos toman estos dos conceptos como sinónimos, pero la verdad es que no tienen el mismo trasfondo. Una figura está delimitada con una línea. Pero, si una figura se le da volumen y grosor donde se pueden mostrar diferentes vistas, se transforma en una forma.

Figura-Fondo: Según Wucius Wong, “Una composición es el efecto visual generado por la interacción de las figuras y el fondo”. Las formas se ven como figuras y el espacio que se ve detrás o entre ellas y el marco de referencia, se lo toma como campo o fondo. Este contraste es necesario para poder “ver” las formas.  La forma será el elemento central donde se volcará la atención del observador contrastando con el fondo. Esta aparece bien definida y en primer plano, mientras que el fondo estará poco diferenciado, indefinido, vago. Cada uno de nosotros construye el espacio en virtud a la decisión acerca “de qué” estímulos se percibirán como figura y cuáles como fondo. Ya que a veces, podemos decidir que el centro de la composición sea eso, lo que está “detrás” del objeto.

Luz-contraste: Sin la luz no hay sensación, no hay visión. Y gracias  a ella, existe una diferencia relativa en intensidad entre un punto de una imagen (figura) y sus alrededores (fondo). A esto se lo denomina “contraste”. Si el mismo es nulo, entonces la composición será igual en toda su extensión y lo que veremos no será nada definido, ya que no habrá un “algo” que determine dónde y cómo está la forma respecto al plano. El contraste también hace referencia a la escasez de tonos intermedios, de forma que resalta con notoriedad lo claro y lo oscuro. Por ejemplo, en la portada de mi carpeta en el capítulo uno, donde el fondo es absolutamente negro y la figura de la lechuza resalta con el blanco. Incluso gracias a eso no fueron necesarios los contornos, ya que uno iba cerrando la imagen mentalmente gracias a ese bien marcado oposición de valores.

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