Grupos Hegemónicos De Los Medios De Difusión Masiva En Venezuela.

Grupos Hegemónicos de los Medios de Difusión Masiva en Venezuela.

Resulta oportuno antes de comenzar hablar de los grupos hegemónicos de los medios de difusión masivos de información, conceptualizar de manera concisa para una mayor comprensión que es “hegemonía”, siendo esta la existencia de una diversidad en la sociedad, dentro de la cual resalta o predomina uno de los integrantes de ella sobre los otros. Es decir un grupo prevaleciente dentro de una gran masa se vale de un conjunto de estrategias prácticas para obtener un consenso y así lograr el dominio de aquellos que se encuentran a ellos subordinados.

Pero esta situación hegemónica no implica en modo alguno la desaparición de las diferencias o de la diversidad en sí, sino por el contrario, el mantenimiento de las mismas bajo un consenso en el cual las partes aceptan, no sólo la diversidad, sino las reglas de juego dentro del cual esa unidad de lo diverso podrá ser reproducida. Cabe destacar también que la hegemonía es aquella capacidad de intimidar a los adversarios y dirigir a los aliados con la fuerza de las ideas y los instrumentos de la política.

Por consiguiente considerando la conceptualización anterior se definen a los grupos hegemónicos de los medios de difusión masiva, aquellos medios utilizados por una elite o clase dominante que controlan a la gran parte de los medios masivos para brindarle a la sociedad una información distorsionada y falsa, mensajes subliminales, entendiéndose este como la captación de estímulos que no alcanza la representación consciente, pero condiciona la conducta de la persona al margen de su voluntad responsable. Y más, para así ejercer el dominio, sugestionar, enajenar, dirigir, el control de las masas o el control social.

Estos medios masivos de comunicación obligan a vivir en una falsa realidad o una realidad impuesta por los grupos dominantes, formando estereotipos, patrones y modelos a seguir. En relación a esto último, este grupo controlador antepone a la gran masa como vestirse (moda), que tipo de educación tomar, en que colegios estudiar (privado o públicos), como comunicarse, que ideología política, religiosa seguir, así como también impone estilos de música, cultura, gastronomía, costumbres de otros países (el gran imperio de Estados Unidos), que a su vez son los que en gran parte controla o si bien se puede decir controlaba dichos medios y de esta forma tomar gran dominio del país. Todo esto sin que la gran masa se dé cuenta que está viviendo una falsa realidad proveniente de la información distorsionada.

Cabe agregar que la Ley Orgánica de Telecomunicaciones de Venezuela, en su artículo 7, establece que el espectro radioeléctrico es un bien del dominio público, cuyo uso y explotación debe contarse con la respectiva concesión; sin embargo, en la práctica, su uso está concentrado en pocas manos.

En el Libro Blanco sobre RCTV publicado por el Minci, un grupo de investigadores demuestran la enorme concentración en manos privadas de los medios radioeléctricos de Venezuela, como se vio en el llamado "golpe mediático" (de Estado) el 11 de abril de 2002.

Ya para principio del siglo 2000, los dueños reales del espectro radioeléctrico venezolano eran las plantas RCTV y Venevisión que "concentraban 85 por ciento de la inversión publicitaria en medios de comunicación en el país, tenían el 66 por ciento del poder de transmisión, dominaban así las redes transmisoras y de difusión de la señal y controlaban el 80 por ciento de la producción y elaboración de mensajes y contenidos que se difundían en Venezuela”. Señala Gustavo Hernández.

Después de lo antes expuesto, investigaciones realizadas revelan la estructura de los principales grupos del poder hegemónicos, encabezados largamente por la Organización Diego Cisneros (ODC) Venevisión, en segundo lugar se ubica 1BC-RCTV que se conoció como grupo Phelps en los años 20, y en 1953 aparece Radio Caracas Televisión (RCTV). La cual comercializa a nivel mundial como 1BC y en menor potencia posee la misma estructura de concentración de propiedad que la Organización Diego Cisneros.

Así pues en el tercer puesto se cita al Grupo Núñez, Zuloaga, Mezerhane&Ravell, Globovisión. Por su parte en el cuarto lugar los investigadores ubican al Bloque de Armas Meridiano TV encabezados principalmente por Andrés Armando y Martín De Armas Silva, que a su vez tiene periódicos y revistas de deportes, entretenimiento y la empresa editorial Primavera SA que imprime textos escolares y revistas varias. Siguiendo este esquema está el Grupo Imagen La Tele, encabezado por Fernando Fraíz Trapote, Elías Tarbay Assad y otros cuatro socios, varios de los cuales están, a su vez, en la Junta Directiva de la Operadora Cablevisión SA, "a pesar de que cien por ciento de las acciones pertenecen a la extranjera Telecom Trading Corporation , vinculada a Airtel. Este grupo "es operador de TV señal abierta UFH la Tele que inició operaciones en diciembre de 2002" y está vinculado a diversas empresas, entre ellas de publicidad.

Finalmente se cita al Grupo Camero, Televen integrado por Inversiones Cuatro Treinta CA. Tiene relaciones con el periódico Quinto Día, entre otros. De manera sintetizada este es el esquema del poder hegemónico que impera en Venezuela a pesar de algunas de sus empresas de las organizaciones no estar al aire, estas forman parte del poder económico, con aportes desde Washington en la guerra sucia informativa contra el gobierno venezolano.

Conflicto entre los Intereses Públicos Generales e Intereses Comerciales –Religiosos.

Siguiendo el mismo orden de ideas los grandes grupos económicos que usan a los medios y deciden quien tiene o no la palabra, quien es el protagonista y el antagonista. El que más vocifera contra los cambios de las sociedades, contra los cambios de modelo económico, social, político, contra las transformaciones culturales, es quien logra más pantalla, mientras las grandes mayorías siguen afónicas, sin voz ni imagen y cada día perdiendo el poder de la verdad. Lo cierto es que aún no se ha asumido que el discurso comercial bombardeado a través de información, publicidad y cultura de masas o recreación, con un mismo fin, es también un discurso ideológico, agresivo, limitante de la libertad del ciudadano.

Anteriormente en Venezuela como en algunos países latinoamericanos subdesarrollados e históricamente gobernados por grupos oligárquicas, donde las normas jurídica más que derechos consagran privilegios, se hizo necesario poner en orden el espectro radioeléctrico. Es necesario reconocer la hegemonía actual del modelo privado de la comunicación del país, y plantearse, desde este reconocimiento, el camino para su transformación hacia un modelo que imponga la hegemonía de lo público

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