Gunter Dux, una teoría histórico genética de la cultura.

Universidad Nacional de Colombia

Melannie Vega

¿Cómo se ve Dux a la luz de Stern?

Al leer en conjunto los textos “ “El mundo interpersonal del infante: una perspectiva desde el psicoanálisis y la psicología evolutiva” de Daniel Stern, y “Una teoría histórico-genética” de Gunter Dux, encontramos que el  proceso de ontogénesis, tan trascendental en lo planteado por Dux en el libro ya mencionado, es descrito de una manera más amplia en el texto de Stern, de tal forma que a partir de éste es posible comprender más claramente cómo se da el proceso de aprendizaje a partir de la interacción del niño con el mundo y su otro primordial: la madre.  

Dux plantea que el individuo llega al mundo con un grado nulo de cultura, y en la ontogénesis y a partir de la diada madre-hijo, el niño inicia el proceso de construcción del mundo simultáneamente con la adquisición de una mayor competencia de acción. Este proceso se da en medio de ciertas condiciones que a su vez son las que dan forma a las construcciones que el infante se hace del mundo. La realidad es interpretada a partir de las acciones, que en la repetición, son guardadas como experiencias. Las construcciones por él creadas determinan la realidad del sujeto, y la realidad a su vez es esencial para dar forma a los constructos. Los esquemas cognitivos construidos en la ontogénesis son los que determinan las formas mentales de la historia, y solo pueden ser superados para alcanzar formas más desarrolladas, con un impulso exterior. En este contexto, la madre se presenta como el primer entorno del neonato, y es través de ella que el sujeto adquiere paulatinamente un mecanismo de percepción del mundo que le permite dar forma a los constructos. Esto es conocido como lógica subjetivista.

La lógica subjetivista, al desarrollarse junto a la madre y obtenida por el sujeto a través de sus mismas acciones, permea de esta estructura a todo lo que sucede en el mundo. En ese sentido todo lo acontecido es dirigido por alguien, y toda creación tiene un autor; todo tiene una intención, hasta los objetos. Esta lógica, a pesar de ser superada en la edad moderna, persiste en cierta medida en forma de lógica absolutista. Esto mismo es planteado en Stern, que muestra como la realidad se presenta como interesante al niño a través de sus propias acciones, y cómo dan sentido a la realidad a través de mociones animistas.

Por otro lado, Stern desarrolla de forma más detallada este proceso de adquisición de estructuras que le permiten paulatinamente al neonato adaptarse a la realidad. Esto se da principalmente, según el autor,  a través de la interacción con la madre, contacto por el cual se crea en el niño una experiencia subjetiva organizadora, tal como lo menciona Dux en su texto con la mención de la lógica subjetivista. Stern afirma que el proceso de conocimiento del niño en cuatro etapas del si-mismo (emergente, nuclear, subjetivo y verbal).  Stern se centra en su texto a explicar todo lo referente a la aparición del sentido del si-mismo en el nacimiento del neonato, por medio del cual aparecen el sentido de la agencia, el sentido de cohesión física, el sentido de la continuidad, el sentido de la afectividad, el sentido de un sí-mismo subjetivo que logra una intersubjetividad con otro, el sentido de crear organización, y el sentido de la transmisión de significados. A través de estos sentidos formados, se establecen las bases estructurales de la experiencia subjetiva del desarrollo social; es trascendental decir, que al igual que con la lógica subjetivista, los sentidos adquiridos no desaparecen sino que permanecen en el sujeto de forma simultánea a los nuevos sentidos que va desarrollando el sujeto.

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