Hablaba Con Las Bestias Y Otros Animales

A Konrad Lorenz (1903-1989) se le considera uno de los fundadores de la etología, el estudio del comportamiento animal, junto con el alemán Karl von Frish (1886-1982), el mismo que descifró el significado de la danza de las abejas, y el holandés Nikolaas Tinbergen (1907-1988), que investigó los instintos y la psicología animal. De hecho, los tres compartieron el premio Nobel de Fisiología o Medicina en 1973 y contribuyeron a elevar la etología a la categoría de ciencia.

Según cuenta Lorenz en el prefacio, el libro no lo escribió movido por "una sensibilidad cálida y sincera hacia toda criatura viva", sino por la ira y el enfado que le producen muchos libros que tratan sobre animales, "llenos de embustes e increíblemente malos" que ofrecen una "turba de escritores que se atreven a contar cosas de los animales sin conocerlos". A pesar de ello, no se detecta ningún tipo de rencor (salvo cuando se queja de las travesuras de algún animal y lo hace en tono irónico), resultando una lectura amena, simpática y entretenida. Aunque fiel al objetivo del libro, se dedica a desmentir algunos tópicos sobre comportamientos animales, poniendo de manifiesto la crueldad de algunos animales herbívoros y cuestionando la mansedumbre de otros, y la "nobleza" y "caballerosidad" con la que tratan algunos carnívoros a sus congéneres derrotados, gracias a un mecanismo inhibidor que les impide herirlos gravemente o matarlos. Por la forma en la que lo describe Lorenz, podría pensarse que los animales tienen cualidades humanas, aunque el etólogo austríaco deja bien claro que:

No trato de humanizar a los animales con esta forma de expresarme. Se ha de comprender que lo demasiado humano es casi siempre prehumano, y, por tanto, es aquello que compartimos con los animales superiores. A fe mía que no proyecto las características humanas en el animal; antes, al contrario, muestro la cantidad de herencia de origen animal que persiste todavía en la humanidad.

Si un libro de divulgación lo escribe un científico, además de hacer accesible su campo de estudio al público general, personalmente también me gusta que incluya "batallitas" de su propia investigación porque ello aporta una perspectiva más cercana. En ese punto, el de Lorenz hará las delicias de los que disfrutan de esta clase de contenidos como también lo harán los amantes de los pájaros y los perros, ya que muchos relatos están dedicados a estos animales.

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