Historia De La Educacion Secundaria
Enviado por Debora10 • 10 de Octubre de 2013 • 2.480 Palabras (10 Páginas) • 323 Visitas
Historia
EDUCACIÓN SECUNDARIA
Breve reseña de su historia
La Educación Secundaria comprende en la historia de la cultura nacional diferentes períodos.
En la publicación "Educación Secundaria " 1985-1989, el Arquitecto Saxlund plantea que desde un punto de vista estrictamente institucional es posible distinguir tres estados, nítidamente diferenciados, en la historia de nuestra educación secundaria pública:
Su origen se enraíza con el nacimiento de la Universidad y finaliza con la sanción de la " LEY ORGÁNICA SOBRE ENSEÑANZA SECUNDARIA " Nº 9.523 de diciembre de 1935:
El segundo período, de Enseñanza Secundaria autónoma, arranca en diciembre de 1935 y finaliza con la sanción de la ley Nº 14.101 en enero de 1973.
Por imperio de esta ley o de la Nº 15.739 hoy vigente, Primaria, Secundaria y U.T.U. pasaron a ser jerárquicamente dependientes del CO.NA.E. o actualmente del CO.DI.CEN. Esta situación legal sirve para definir el tercer período de la historia de la Educación Secundaria.
La enseñanza de nivel secundario fue la que se denominó, indistintamente, Gramática o Latinidad; aunque en realidad comprendía algo más que la pura enseñanza de Latín: constaba de cinco cursos que recibían los nombres de ínfima, media, suprema, humanidades y retórica. No en todos los colegios se dictaban los cinco cursos, en la mayoría de los casos se dictaban los tres primeros, en los que se aprendía castellano, latín, geografía, historia y matemática.
Las primeras aulas en que se impartió enseñanza de tipo secundario en Montevideo fueron regenteadas por los sacerdotes de la Compañía de Jesús hasta el año 1767 en que por Real Ordenanza del Rey de España Carlos III los miembros de esta compañía fueron expulsados de este territorio.
Más tarde, funcionaron paralelamente un colegio de los franciscanos y un colegio de enseñanza de tipo secundario, bajo la administración de la Junta de Temporalidades Municipal, subordinada a la provincial. Este último pude considerarse el primero de carácter público que hubo en el país. Es de consignar que comenzó a funcionar con 60 alumnos de primeras letras y 8 de gramática o latinidad a mediados de 1772. En 1809 pasó a depender del Cabildo de la ciudad.
A partir del levantamiento contra la dominación española en 1811 y durante todo el agitado ciclo revolucionario que posibilitó el surgimiento a la vida independiente en 1828, muy escaso desarrollo parece haber tenido la enseñanza de nivel secundario.
Fausto Pérez cita al respecto a Arturo Ardao quien señala que " desaparecida la cátedra del Bernardino el 22 de mayo de 1811, no hubo ya en el país enseñanza de la Filosofía - ni otra alguna secundaria o superior - hasta la época constitucional " ( año 1830).
Hacia 1850 los estudios de E. Secundaria se desarrollan en los institutos particulares capitalinos de D. Pedro Ricaldoni y D. Carlos de la Vega y el Colegio de los Padres Escolapios y el Liceo Montevideano. Todo esto aparte de los contados cursos de cultura media instituidos por la Universidad o los de Latín y Matemática dictados en el Departamento de Canelones.
En 1865 el entonces presidente del Instituto de Instrucción Pública, - Manuel Herrera y Obes -, propuso que en cada cabeza de departamento se creara un liceo costeado por las rentas locales a fin de " impartir gratuitamente la enseñanza primaria elemental, inferior y superior y la secundaria y preparatoria con rumbo a diversas carreras y profesiones. Los estudios secundarios servirían para el ingreso a la Universidad, previa presentación del examen general de bachillerato. El alojamiento sería gratuito para los niños pobres cuya familias no residieran en la ciudad ". Para que pudiera concretarse en realidad este esclarecido pensamiento de Herrera y Obes habría que esperar 47 años hasta la creación de los liceos departamentales en 1912.
En 1867 el Consejo Universitario declaró libre la enseñanza media, aceptando la validez de los estudios de los institutos particulares. Ello debió centralizar las aulas en la capital, y suspender la extraordinaria iniciativa de Herrera y Obes.
Las instituciones y aulas anteriores a 1885, salvo contadas excepciones, tenían valor de un ensayo y el sentido de la improvisación; las perturbaciones políticas de la época, la limitación del personal exclusivamente docente y de las fuentes bibliográficas, no permitían otra cosa.
La época del rectorado de Alfredo Vásquez Acevedo, 1882 en adelante, es la época de la organización general de los estudios, con sus planes, estatutos, recintos y gabinetes; los profesores, que antes eran maestros de primeras letras o conferenciantes, fueron sustuídos, a partir de 1885, por el prestigio doctoral: el de los profesionales graduados que viajaban por Europa y de regreso dictaban clases de ciencias o de letras.
En esta época, " el objeto de la enseñanza secundaria será ampliar y completar la educación e instrucción que se da en las escuelas primarias y preparar para el estudio de las carreras científicas y literarias " ( artículo 3 de la Ley de 1885 ). La dirección de los estudios secundarios la disponía la ley a cargo del Consejo de Instrucción Secundaria y Superior, compuesto del Ministro de Instrucción Secundaria y de las Facultades y de un número igual de miembros elegidos a mayoría de votos por los ciudadanos inscriptos en la Universidad o Universidades de la República , con el título de doctor o licenciado ,con aprobación del Poder Ejecutivo.
La ley de 1885 disminuye la autonomía de la Universidad, de acuerdo con Petit Muñoz , pero atribuye Decano propio a la Enseñanza Secundaria. Considera Petit que tanto Enseñanza Secundaria como las Facultades perdían por su dependencia del gobierno creada a través de los Decanos nombrados por éste a propuesta de un Rector que podía también no deber sino al gobierno su nombramiento, la autonomía de que , aún confundida en el conjunto de la Universidad , había gozado hasta entonces frente al Poder Ejecutivo . La ley de 1885 daba al Consejo de Instrucción Secundaria y Superior " el derecho a sancionar los programas y prescribir los métodos y textos de enseñanza", así como el proponer al Poder Ejecutivo el nombramiento de los profesores. En leyes posteriores parte de estas facultades le serán retiradas al Consejo.
Fue éste un período de predominio de Vásquez Acevedo, su espíritu de orden y su ciencismo en la Universidad, con su sello de orientación positivista. Un período de rebeldías estudiantiles y de afanes autonomistas, de acuerdo a las afirmaciones de Petit Muñoz.
Parejamente al orden educacional, subsistió hasta 1935 la organización administrativa de 1885. El gobierno
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