Historia del Trabajo Social, Isabel Ramírez
danigainza12 de Junio de 2013
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EL TRABAJO SOCIAL
ISABEL RAMíREZ DE MINGO
‘‘El Trabajo Social posee las características de una profesión que
basa sus técnicas de funcionamiento en principios, y no en procedimientos
empíricos ni en simples habilidades rutinarias’’ 1
Charlotte Towle.
La historia nos puede ayudar a comprender el presente. Así en la evolución
del Trabajo Social encontramos una idea permanente que podemos
decir es su esencia: la idea de ayuda, de estar presente, de trabajar con
para consguir una mejora y/o transformación de una situación. Encontramos
esta idea constantemente en versiones distintas, según el contexto
histórico-social o necesidad que atienden2
‘‘La validez o viabilidad de una profesión está definida en la medida que
ella es portadora de determinado número de respuestas a necesidades existentes
en cierto momento” ~.
El origen y antecedentes del Trabajo Social los tenemos en la ‘‘función
persistente’’ en la historia del hombre y las sociedades transmitida en
‘‘forma de defensa y de sobrevivencia’’ 3.
‘‘Desde los albores mismos del desarrollo humano, la ayuda mutua
puede ser considerada como uno de los impulsos fundamentales, que compensa
el de destruir o esclavizar a los semejantes’’4.
1. lo-ele, Ch., El Trabajo Socialy las Necesidades Humanas bdsicas, La prensa médica
Mexicana, México. 3~5 Edición 1964, pág. 11.
2. Vilas, M. y otros, Medicina y Trabajo Social, Verbo Divino, Pamplona 1976, pág. 38
y 55.
3. Comes Da Costa. 5., ‘‘Introducción a la metodología. Teoría del diagnóstico y de la intervención
en el Servicio Social’’, en Documento de Teresdpolis, Metodología del Servicio
Social. Humar,itas, Buenos Aires, pág. 69-90.
4. Friedíander, W. A., Dinómica del Trabajo Social, Pax, México 1973, pág. 21-34.
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La Iglesia y los gremios ejercen la función de ‘‘ayuda’’ en la Edad Media.
‘‘La Reforma trajo consigo un cambio fundamental en todo el sistema
de obras de caridad y socorro para el pobre en Inglaterra. Una de las características
fue la secularización de los monasterios y hospitales que habían
sido la fuente primordial de ayuda para el desamparado.
La influencia de los gremios había desaparecido durante el siglo XV...
El estatuto de 1536 estableció el primer plan de beneficencia pública bajo
el patrocinio del gobierno de Inglaterra’’4.
En 1601, Isabel de Inglaterra codificó las leyes para el socorro de los
pobres en la ‘‘poor Law’’.
En el siglo XVI aparece la figura de Juan Lusi Vives, quien se preocupa
por una ayuda sin humillar a la persona.
San Vidente de Paul (siglo XVII), fue un gran reformador de las obras
de caridad. Dio una gran importancia a la relación que se establecía entre
las personas que prestaban la ayuda y los que la recibían.
El Rv. Thomas Chalmers (178-1847), en Escocia, organizó la administración
de socorro en su parroquia de Glasgow. Consideraba que había que
investigar sobre la causa de la penuria y de estudiar las posibilidades de
que el indigente se sostuviese a sí mismo. Basándose en sus ideas, 50 años
más tarde, se fundó la “Charity Organization Society” (C.O.S.).
En España, en la misma época, Concepción Arenal, puede considerarse
precursora del trabajo social. Creía que es indispensable hacer un estudio
de las necesidades, subdividirías y clasificarlas. Lo que Concepción Arenal
propone es una manera racional de prestar ayuda, y para que ésta sea eficaz
hay que recurrir a la ciencia. También le preocupa la persona del que
reciba ayuda, su dignidad y la necesidad de procurarle la posibilidad de
desarrollar toda su capacidad5.
Tradicionalmente se ha unido la idea de ayuda a la de ‘‘resolver’’,
‘encontrar soluciones’’, pero en su historia se dibujan dos corrientes
que, partiendo de un mismo punto, siguen caminos distintos: uno, el de
la ayuda como acto espontáneo, nacido de un gesto de generosidad al que
SArenal, C., ~ beneficencia, lafilantroplay la caridad, Madrid 1861, pág. 46 y ss.
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da sentido la caridad o la filantropía. Su deseo es atender una necesidad.
Otro camino investiga para encontrar causas, busca ‘‘caminos’’, organiza
y clasifica, reflexiona sobre quién recibe y quién ofrece la ayuda, descubre
que unos y otros son seres humanos y que, tanto o más importante que lo
que se da o recibe, es la relación que se establece entre ellos.
En este segundo camino hay también llamadas a la responsabilidad social:
la ayuda se organiza y proyecta para prestarla a través de ‘‘unidades
de convivencia’’: la ciudad (Vives), la parroquia (Chalmers), la sociedad
(Arenal), en este camino encontramos las bases del Trabajo Social como
profesión. El primer camíno es muy respetable, pero no es profesional, ni
intenta serlo.
A finales del siglo XD( los trabajadores sociales de las COS., asentadas
en los Estados Unidos, empezaron a darse cuenta de que, con frecuencia,
la causa de la miseria no era un defecto de carácter ni de responsabilidad
personal, sino de las condiciones sociales en que vivía el individuo.
Fue apoyado por los descubrimientos de la ‘‘escuela del determinismo ambiental’’.
Diversas personas expusieron los males de la sociedad industrial e hicieron
hincapié en la necesidad de reformas sociales. Las C.O.S. promovieron
una legislacion que evitara la miseria, las enfermedades y la desorganízación
social’’.
Consecuencia de esta legislación, fue la mejora del nivel económico de
muchas familias, de las condiciones de vivienda, de trabajo, la aparición
de centros para atender las necesidades de salud y educación... En su contacto
diario con la realidad, los trabajadores sociales de las C.O.S. descubrieron
que, a pesar de la reforma social, muchos individuos y familias
quedaban al margen y permanecían en su estado de carencia. Comprendieron
que estas personas necesitaban a alguien que ‘‘estuviera con ellas’’ y
les informasen y orientasen sobre las nuevas posibilidades que iban apareciendo.
‘‘Las experiencias de los trabajadores sociales revelaron un serio conficto
de valores en nuestra civilización, y la sociedad industrial moderna
se mostraba inclinada a adoptar una teoría de ‘‘darwinismo social’’ en el
sentido de que sus miembros inadecuados serían eliminados por un proceso
natural, y que la ingerencia en tal eliminación era dañina a una socíedad
saludable. Sin embargo, el pensamiento religioso y la filosofía humanista
consideran la naturaleza divina del hombre y exigen que todo ser hu-
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mano sea ayudado, sin importar cuales puedan ser sus defectos. Por esto,
los dos sistemas de valores se contradicen, y los trabajadores sociales aceptaron
las “ideas humanistas” como su concepto de responsabilidad de la
sociedad por el bienestar de los individuos en la comunidad’’4.
Al buscar los orígenes del Trabajo Social, nos encontramos con la actitud
humana de “ayuda”. Y este encuentro aceptado como un hecho,
sin analizar su significado y evolución a través de la historia, es el que ha
marcado durante mucho tiempo y en muchos ambientes a la profesión,
que se considera como una forma más o menos técnica de hacer el bien,
identificando la idea de ayuda con la de resolver.
Creemos que ninguna profesión puede monopolizar la idea de ayuda y
hacer el bien. Son valores humanos y por tanto pertenecen a todos los
hombres, al margen de su profesión.
Pero también hemos visto como en esta actitud de ayuda podíamos encontrar
la raíz de una profesión que, ante unas situaciones humanas —a
nivel individual o social busca, investiga las causas, estudia y clasifica, organiza
y planifica una intervención, para transformar o modificar la situachin
hallada. Esta preocupación y la de encontrar el camino —método—
para llegar a una acción eficaz, la descubrimos en algunas personas o grupos
que consideramos como precursores del Trabajo SOcial.
Este tipo de ayuda no se ofrece como responsabilidad personal —lo que
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‘‘En la Edad Media eran representantes de la sociedad eclesial o de la
sociedad gremial. En el mundo moderno actual es el Estado, instrumento
de la sociedad, el que se responsabiliza, cada vez más de la beneficencia,
asistencia social, servicios sociales, seguridad social,..’’2.
La sociedad —o una parte de ella— promueve y crea estos ‘‘servicios’’
porque siente la inquietud y responsabilidad de que todos sus miembros
vivan según su dignidad humana. Los promotores —personas o movímientos—
han actuado siempre llevados por una preocupación por el
hombre y por un sentimiento de respeto y responsabilidad ante él.
Esta ayuda que se presta a través de una acción basada en un concepto
del hombre y de la sociedad,
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