Historia Sobre Los Numeros De Emergencia

066 emergencias

Por Carlos Manuel Uribe Arroyo – Octubre 29, 2013

Fuera de línea

El sistema Nacional de Llamadas de Emergencia 066, pese a los años, no se consolida como un número universal y único que sea el detonador de los servicios de emergencia y, menos aún, que se convierta realmente en un elemento más de la atención de la emergencia.

En la República Mexicana, disponemos de números de emergencia desde hace más de 10 años e incluso, hemos tenido la oportunidad de ver pasar varios: 080 y 060 (policías municipales), 065 (Cruz Roja) y en algunas ciudades existe el 068 (Bomberos), pero lo verdaderamente grave del tema es que ante este sin fin de opciones, la esencia de un número universal y corto se pierda. La falta de homologación deriva en un servicio ineficiente, irregular y confuso para el ciudadano.

El 066 es un código de servicio especial para proporcionar atención de emergencia a la población debidamente aprobado por la COFETEL (Comisión Federal de Telecomunicaciones) y que tiene su fundamento jurídico en el artículo 48 de la Ley General que establece las Bases de Coordinación del Sistema Nacional de Seguridad Pública que fue publicada en Noviembre de 1995. Su espíritu es facilitar la comunicación y coordinación entre las diferentes instancias que intervienen en la atención de una emergencia en su fase inicial que es el alertamiento o activación.

Es evidente que en un incendio no basta llamar a los bomberos porque la atención del incidente debe ser multidisciplinaria: se requieren oficiales de tránsito que desvíen o cierren la circulación vehicular o soliciten grúas para despejar la zona de vehículos estacionados; se requieren policías que acordonen la zona y establezcan un perímetro de seguridad para evitar la presencia de curiosos y al mismo tiempo los posibles actos de rapiña; es necesaria la presencia de los bomberos para proceder al rescate de personas y controlar el incendio; personal de Protección Civil para evaluar los riesgos y tomar decisiones como evacuar en caso de ser necesario; indispensable también disponer de ambulancias para el traslado de lesionados o la atención del propio personal que se encuentra expuesto a intoxicaciones, quemaduras o lesiones en su trabajo

La historia de los números de emergencia es larga y sus orígenes se remontan a las pequeñas ciudades que disponían de una campana (que al sonar convocaba a los voluntarios o al mismo pueblo) para activar el servicio de incendios. En 1839, un joven estudiante de medicina de Harvard aficionado a la electricidad ideó la "firebox" que era en realidad un dispositivo telegráfico que al activarse era ubicada por un despachador que avisaba al departamento de bomberos. No sería sino hasta 1937 cuando en Inglaterra se usó por primera vez un número telefónico, el 999. Siguió el ejemplo Nueva Zelanda en 1958, la ciudad de Winnipeg en Canadá en 1959 (utilizando el mismo 999 que

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