Historia del Periodismo en Venezuela
Enviado por herleinvasquez • 16 de Enero de 2013 • Monografía • 5.107 Palabras (21 Páginas) • 743 Visitas
TEMA TRABAJO CRONOLOGÍA (CONTINUACIÓN-ORDEN SERIE CADENA) SOBRE EL ORIGEN DE LA FOTOGRAFÍA PERIODÍSTICA EN VENEZUELA ENTRE 1841 Y 1930
* HISTORIA DEL PERIODISMO VENEZOLANO
HISTORIA DEL PERIODISMO EN VENEZUELA
Tomado de FUNDACION POLAR
Siglo XIX
En el territorio de la actual Venezuela el periodismo se inicia en una forma continua con la publicación del primer número de la Gaceta de Caracas el 24 de octubre de 1808, bajo los auspicios y el control de las autoridades de la gobernación y capitanía general. Mucho antes de la llegada oficial de la imprenta a Caracas en 1808, se sabe de la existencia en esta ciudad y en la provincia de pequeñas imprentas de goma, llamadas «imprentas de camino» y de la aparición de pasquines manuscritos de carácter informativo en los que se vislumbra un germen periodístico, pero que no tenían el carácter de periódicos. En 1789 se crea el Correo de la Trinidad Española, (Courier [sic] de la Trinité Espagnole), publicación periódica bilingüe (español-francés) que podría considerarse la primera en la historia venezolana, ya que entonces, y hasta 1797, la isla de Trinidad dependía de las autoridades de Caracas, dentro del imperio español; ese periódico contaba 4 páginas y circulaba quincenalmente. Importante por su significación, lo es también por haber obtenido los permisos debido a su ubicación geográfica y a razones de índole política y social, todas derivadas del movimiento comercial que la isla tenía y a la existencia en ella de una numerosa colonia extranjera. Los sucesos que conmovían a Francia a partir de 1789, como consecuencia de la revolución, y la censura de información que se suscitó inmediatamente, ocasionaron la clausura del periódico y la expulsión de su director-redactor, el colono irlandés John F. Willcox. En 1797 se proclama en Venezuela la disposición oficial que prohibía la tenencia, importación, lectura y comentario de publicaciones, libros, folletos, hojas sueltas, impresas, y también manuscritos, no autorizados por el gobierno peninsular; por lo cual hubo castigos para los que incurrían en el delito y recompensas para los delatores. Todo ello contribuyó a que no fueran escuchadas las peticiones relacionadas con la traída de una imprenta y el permiso para hacer publicaciones en Caracas. Sin embargo, se habló de un «manifiesto subversivo» impreso en prensa portátil o «imprenta de camino» que fue denunciado por las autoridades competentes de la época en los informes a sus superiores en la Península.
La llegada oficial de la imprenta a Venezuela estuvo precedida por una serie de gestiones que algunas instituciones de Caracas, convencidas de la importancia que las prensas tenían para la vida de la colonia, realizaron ante el Gobierno español solicitando el permiso correspondiente. El 11 de diciembre de 1790, el Colegio de Abogados de Caracas hizo una petición formal para traer una prensa de la Península, petición que llevaba la firma de los letrados Miguel José Sanz y Francisco Espejo entre otros, y que fue negada porque las autoridades no consideraron los tiempos propicios para traer al país un instrumento tan peligroso. Sin embargo, en 1793, se nombraba una comisión para el estudio del asunto desde el punto de vista de lo económico, con la esperanza de probar que una tipografía podría rendir beneficios comerciales. Dicha comisión estaba integrada por los abogados José Domingo Cano, Miguel José Sanz y Carlos Garay. El 18 de febrero de 1800, Nicolás Rodríguez del Toro (en nombre del Real Consulado de Caracas) solicita del ministro de Hacienda de España el permiso para que el Consulado pudiese traer una imprenta a Venezuela. El monarca niega la solicitud debido a los tiempos turbulentos que vive la colonia y a recientes acontecimientos como la Rebelión de José Leonardo Chirino (1795) y la Conspiración de Gual y España (1797). Aunque evidentemente en forma clandestina, como parte de su acción revolucionaria, debe señalarse la presencia de la imprenta a bordo de los buques de Francisco de Miranda, en especial el Leander, durante su expedición libertadora de 1806. De ella salieron varias proclamas dirigidas a los españoles-americanos (venezolanos) pero no periódicos. La imprenta de Miranda no llegó a ser instalada en tierra y después del fracaso de la expedición, la llevó a la isla de Trinidad, donde fue vendida al impresor británico Matthew Gallagher, ya instalado y activo allí desde años antes.
En 1808, a raíz de la invasión de España por Napoleón Bonaparte y la presión de los mantuanos caraqueños para formar una junta, el capitán general interino Juan de Casas toma la iniciativa de traer una imprenta para contrarrestar la propaganda subversiva. La imprenta se convierte en un arma política y una imperiosa necesidad para los gobernantes. En 1808 se establecieron en Caracas los ingleses Matthew Gallager y James Lamb, los primeros tipógrafos que registra la historia venezolana, en cuya prensa, traída por ellos de Trinidad, se publica el primer periódico, la Gaceta de Caracas, que vio la luz el 24 de octubre de 1808. Tener imprenta era ya un privilegio, aunque en comparación con otros países, Venezuela la recibió con gran retraso; la imprenta había llegado a México en 1539 y para 1800, ya había 21 órganos de prensa en Estados Unidos. La Gaceta de Caracas, creada especialmente para la difusión de las noticias e ideas favorables al gobierno de turno, vivió los azarosos cambios que, desde ese momento hasta la total independencia, se suscitaron en el panorama político venezolano; en sus diversos avatares realistas y republicanos, y con algunas interrupciones, se publicó hasta enero de 1822; hasta 1814 su nombre se escribió Gazeta de Caracas, pero desde febrero de 1815 se cambió por Gaceta de Caracas. Las fuentes más enteradas nos advierten que Andrés Bello fue un redactor casi permanente de la Gazeta antes que pasara a denominarse Gaceta de Caracas. Pudiéramos entonces afirmar que Andrés Bello fue el primer periodista venezolano que recoge como tal la historia en sentido eminentemente cronológico. Al respecto, José Ratto Ciarlo, citando otras investigaciones, nos indicará que «don Andrés Bello fue quien inauguró la honrosa profesión de periodista, una nueva deuda tenemos para con él, quien duró en sus funciones hasta el mes de abril o quizás hasta junio de 1810, cuando saldrá para Londres como secretario de la embajada integrada por Simón Bolívar y Luis López Méndez». A partir de abril de 1810 la Gazeta de Caracas tiene un cambio de orientación verdaderamente trascendente. Se inclina hacia otros rumbos de sentido libertario y así nos lo hace saber el 29 de abril de 1810: «Cuando las sociedades adquieren la libertad civil es cuando la opinión pública recobra su imperio, y los periódicos, que son el órgano de ella, adquieren la influencia
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