Hoy Elijo Recordar

Hoy elijo recordar y aprender de mi memoria. Leo nuevamente el libro de mi vida, encontrando nueva comprensión y respuestas para preguntas ya olvidadas. Comprendiendo la enseñanza de errores maestros anteriormente no observada. Recordando ofensas no perdonadas, momentos del tiempo en los que me sentí victima, sin comprender que era mi propia cárcel la que me hacia sentir lastimado, mis propios limites los que me hacían ir en contravía.

Hoy recuerdo aquellos a quienes ofendí y mas aun aquellos a quienes golpee, con la irremediable confusión de creer que era mas que ellos o mejor, a ellos mi bendición; LO SIENTO, TE AMO, POR FAVOR PERDONAME, GRACIAS, fueron mis mas grandes maestros, hoy se porque me dolió tanto golpear, porque me ofendió tanto ofender.

Leyendo nuevamente las paginas del libro de mi vida, voy muy atrás en el tiempo, casi al prologo, recuerdo al niño, recuerdo sus miedos, sus angustias sus pesares, y veo que fueron la leña que alimento el fuego de la intención, que me llevo a crear las experiencias mas adelante vividas; experiencias que serian el cincel formador de mi actual SER.

Recuerdo al niño curioso de las mil preguntas, que nunca olvido una duda y que al fin, cansado de preguntar decidió explorar, descubrir, vivir. Ese niño que se atrevió a soñar con cosas no soñadas, con cosas apenas vislumbradas a través de la cortina de una ventana cerrada, ese niño que creo futuros deseados que estaban mas allá de limites aun no comprendidos, no aceptados, no creados. Sin pensar siquiera en obtener algo mas allá de la experiencia.

Hoy recojo los sueños de ese niño y sin miedo por el tamaño de la recopilación, hago lista y reviso los ya cumplidos, revivo sueño a sueño el sabor de la experiencia vivida al recorrer el camino que como un mapa de ruta, trace de niño. Me empalago con la miel producto del néctar de la valentía de haber cumplido. Uno a uno reviso la tarea, recordando que no siempre fue grato seguir el trazo, pero que cada sueño cumplido, cada experiencia de la dulce tarea de seguir el mapa trazado por mi inocencia, me dio gota a gota la sabiduría que forma el piso sobre el cual camino; el saber que los sueños se pueden cumplir y que esta vida es un patio de juegos, donde puedo crear con solo creer y un poquito de esfuerzo.

Hoy me pregunto, al leer el libro de mi vida y revisar si aun hay en la bolsa eterica de mis sueños de niño, alguno que quede por cumplir, por experimentar. Nace en mi la pregunta de; ¿cual es el limite?, ¿Cuándo deje de ser niño? ¿en que momento en que pagina se me ocurrió la tamaña estupidez, de dejar de ser niño?.

Después de mucho revisar y replantear llago a la tranquilizadora conclusión. Nunca, aun soy ese mismo niño, y felizmente caigo en la cuenta de que ya es “cuando sea grande”, es ahora cuando veo que soy un niño grande. Al fin mi cuerpo tiene el tamaño y la fuerza para hacer lo que no podía

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