IAP Investigacion Accion Participativa Como Se Abordan
Enviado por Jorge • 30 de Septiembre de 2011 • 8.860 Palabras (36 Páginas) • 1.384 Visitas
INVESTIGACIÓN ACCIÓN PARTICIPATIVA:
PROPUESTA PARA UN EJERCICIO ACTIVO
DE LA CIUDADANÍA
ÍNDICE
Presentación
1. Cómo se abordan habitualmente las necesidades sociales
2. Líneas básicas de la Investigación Acción Participativa (IAP)
3. Introducción de la IAP en España. Diversas orientaciones
4. El sujeto de la IAP como “sujeto en proceso”
5. Los fines y objetivos de la IAP
6. Técnicas y procedimientos para impulsar la IAP
7. Evaluación permanente y participativa
Colectivo Ioé:
Carlos Pereda, Miguel Ángel de Prada y Walter Actis
C/ Luna, 11-1º dcha. 28004 Madrid
ioe@nodo50.org
www.nodo50.org/ioe
Junio 2003
2
PRESENTACIÓN
Los programas de política social y servicios sociales tratan de salir al paso de aquellas
carencias y problemas que se presentan como más urgentes: personas que no tienen cubiertas
las necesidades básicas (comida, techo o abrigo), niños y ancianos desprotegidos, familias sin
recursos económicos, sectores con problemas de exclusión (jóvenes, mujeres, etc.), minorías
discriminadas, etc. Estas problemáticas se imponen en la práctica como evidentes y ante ellas
se adoptan respuestas que pretenden paliarlas o solventarlas. A partir de aquí, todo se plantea
en términos de necesidades y recursos de acuerdo a la siguiente argumentación: "las
necesidades son muchas y los recursos escasos; dejemos ya de hablar y actuemos".
Este planteamiento -que pone el acento en la acción y elude la reflexión- tiene, en
nuestra opinión, tres puntos ciegos: 1) pensar que las orientaciones generales de los
programas que se realizan son obvias e incuestionables, cuando las complejas problemáticas
de la sociedad admiten múltiples formas de intervención; 2) adoptar el esquema
asistentes/asistidos, con el peligro de convertir a estos últimos en permanentes destinatarios
pasivos de los programas; y 3) poner como finalidad de la acción "la" integración social de los
marginados, sin tener en cuenta que hay muchas formas de integración y que sería
conveniente optar conscientemente entre ellas. Explayaremos estas limitaciones en el apartado
1.
Unir la reflexión a la acción en los programas de política social y dar cabida en ellos a
los propios "necesitados", como principales protagonistas, puede ser un camino para superar
estos puntos ciegos. Como se ha demostrado en la práctica, tal actitud se convierte en motor
de un proceso transformador capaz de movilizar los recursos y la capacidad de pensar y actuar
-sin recortes previos- de las personas afectadas por las diversas formas de exclusión. La
Investigación Acción Participativa (IAP), aplicada al trabajo social y al desarrollo
comunitario, responde a este "replanteamiento" de la política social. La IAP no es una técnica
que se pueda incorporar en el programa, sino un enfoque o estrategia general de intervención
que se puede plasmar en muchas prácticas concretas que dependerán de la creatividad de los
protagonistas y de las circunstancias presentes en cada caso. En el presente capítulo, tras
señalar las líneas básicas de la IAP, tal como nosotros la entendemos (apdo. 2), aludiremos a
su introducción y principales tendencias en España (3) y saldremos al paso de diversas
cuestiones prácticas que plantea su aplicación (4-7).
1. CÓMO SE ABORDAN HABITUALMENTE LAS NECESIDADES
SOCIALES
Toda la moderna política social y más concretamente el área de servicios sociales
encuentra su legitimación convencional en la siguiente formulación: ante la evidencia de que
en nuestras sociedades existen grupos y capas sociales cuyas necesidades no son
adecuadamente cubiertas por la propia dinámica social (de mercado), se requiere una
aportación de recursos por parte de instituciones específicas (estatales o privadas1). La
1 Ver, por ejemplo LAS HERAS, P. y CORTAJERENA, E., Introducción al bienestar social, Siglo XXI,
Madrid, 1985, págs. 28-31; y CASADO, D., Introducción a los servicios sociales, Ed. Popular, Madrid, 1995,
3
función de los profesionales y de los voluntarios del trabajo social sería evidente por sí
misma: ante unos problemas concretos (que están ahí) se organizan unas respuestas. Sin
embargo, la necesidad social no es un hecho empírico que se impone por sí mismo (no “está
ahí” simplemente), ya que siempre implica, al menos, dos elementos: un juicio de valor sobre
lo que se considera deseable o necesario y una interpretación sobre la génesis social de dicha
necesidad. Además, tanto los juicios de valor como las interpretaciones sobre el origen de las
necesidades no se formulan arbitrariamente por cada individuo, sino que suelen estar
condicionados por intereses y estrategias de grupo o clase social. Esto cobra especial
relevancia cuando el modelo social que regula las necesidades se caracteriza por la
desigualdad social. En efecto, como vimos en el capítulo anterior, el desarrollo de las
sociedades capitalistas produce y reproduce las desigualdades en los más diversos ámbitos de
la vida social (entre capital y fuerza de trabajo; entre grupos vinculados a la industria, los
servicios o la agricultura; grandes o pequeñas empresas; distintas regiones geográficas; medio
rural y urbano; minorías organizadas y masas sociales fragmentadas, etc.), lo que origina
intereses y necesidades divergentes, que no son homogéneos ni agregables sin conflicto.
De acuerdo con estas reflexiones, no se podría hablar con propiedad de necesidades
sociales partiendo de esquemas formales y ahistóricos2, ya que siempre se trata de fenómenos
históricos, que ocurren en el seno de formaciones sociales concretas que es preciso
caracterizar en cada momento. Sin embargo, la práctica más usual en los programas de
política social es partir de algunas tipologías de necesidad social3 y diversas metodologías de
investigación4 que son admitidas como supuestos básicos de las intervenciones
institucionales. En general se acepta un recorte institucional previo de la problemática a
abordar (tipo de población, tipo de problemas sociales etc.) sin analizar las consecuencias que
esta limitación del campo tiene sobre la información a obtener. Este lapsus es tanto más
importante cuanto que la principal
...