IMPORTANCIA DE LOS HELICÓPTEROS ANTISUBMARINOS EN LAS OPERACIONES DE LA FUERZA DE SUPERFICIE

IMPORTANCIA DE LOS HELICÓPTEROS ANTISUBMARINOS EN LAS OPERACIONES DE LA FUERZA DE SUPERFICIE

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Fuente: L3 Comunications Ocean Systems

        La guerra antisubmarina constituye una de las operaciones navales en las que con mayor prioridad se debe ocupar una fuerza naval en relación con el control de la denominada cuarta dimensión, es decir, el espacio subacuático que rodea a un agrupamiento de superficie, en este sentido el más interesado y preocupado por el accionar de amenazas en este medio sobre su agrupamiento táctico será lógicamente el Oficial en Comando Táctico, OCT; en este sentido el desarrollo de submarinos convencionales ha tenido grandes avances en relación a la potenciación de su armamento y capacidad de ocultamiento y detección, hoy por hoy se puede afirmar que el futuro del empleo del poder naval se verá envuelto en operaciones cada vez más cercanas a la costa, lugar idóneo para la operación de este tipo de unidades; en relación a este tipo de operaciones, las doctrinas navales de las grandes potencias incluyen actualmente el desarrollo de medios navales con capacidades de proyección del poder naval sobre tierra, mediante medios de características mixtas con capacidad de efectuar operaciones antisuperficie, antisubmarinas, antiaéreas y, el complemento que cierra el círculo, con operaciones anfibias al mismo tiempo, para ello desarrollan medios que en su conjunto complementan los nuevos conceptos estratégicos tales como “Forward from the sea”, concepción aplicada por la Marina de los Estados Unidos de Norteamérica como doctrina de empleo en sus estrategias de características globales.

        En definitiva podemos decir que el submarino convencional moderno, revolucionando la tecnología y transformando la táctica y la estrategia de la guerra en el mar, es el oponente más peligroso para una Fuerza de Superficie.

        Una fuerza submarina podría ser utilizada para cumplir una de las siguientes tareas durante un conflicto:

1. Destruir o neutralizar la Fuerza de Superficie.
2. Lanzar Incursores Anfibios contra objetivos estratégicos.
3. Atacar las líneas de comunicación marítimas de oportunidad.

        La fuerza submarina sería la primera en actuar en contra de los objetivos naturales de la estrategia marítima, sus características les permitirán desplegarse adelantadamente sin oposición, esto en relación a la consideración de la maniobra de despliegue y la concepción estratégica, es por ello que la amenaza submarina debe ser una opción que debe ser priorizada por sobre el resto de amenazas en relación de un posible orden cronológico de las operaciones, que incluirán un faseamiento del desarrollo de la campaña marítima en la cual, en primera instancia la fuerza de superficie enemiga inicialmente no buscaría el enfrentamiento para obtener el control del mar, hasta tener resultados de las incursiones de sus submarinos en una maniobra de desgaste del poder naval materializado por las unidades submarinas.

        Bajo esta concepción se vislumbra la importancia de los submarinos convencionales, que operando en aguas cercanas a la costa representan sin duda letales amenazas que podrían oponerse con una alta probabilidad de éxito a las unidades de una fuerza de tarea que se encuentre empeñada en la proyección ofensiva de su poderío, así como en el caso opuesto contra unidades de superficie ocultas en el litoral en actitud estratégica defensiva. Pero existen factores muy importantes que deben considerarse también, pues el submarino y su tecnología no son las únicas variables, sino también la propia naturaleza materializada por las condiciones de mar, este conjunto es de por si complejo y requiere siempre de un dedicado análisis para determinar al final la configuración ideal de los medios y tecnología que les permitan ser más eficaces, basados en las particularidades del análisis del área de operaciones, que en virtud de su ubicación y la influencia de las condiciones oceanográficas presenta características muy variables, como es el caso de nuestras aguas jurisdiccionales en las cuales la detección antisubmarina es un problema de características muy particulares.

        Pero la ventaja táctica de estos ingenios no es total, existen otro tipo de medios navales que sin exponerse a ningún tipo de riesgo, en el sentido de ser amenazados por ellos, pueden proporcionar ventajas tácticas a un grupo de superficie venciendo inclusive limitaciones propias del medio subacuático, estos son los medios aeronavales, aeronaves de ala fija y ala rotatoria con capacidad antisubmarina.

        Es así como en el marco de este análisis de las operaciones antisubmarinas  es pertinente hacer referencia a lo expresado por el Sr. CPFG-EM Pablo RON en su monografía titulada “Empleo táctico del VDS en las operaciones antisubmarinas”, en la que se refiere al arma submarina en los términos que a continuación se transcribe y que describen en general sus capacidades y características  exponiendo un punto de vista sobre el uso de medios aeronavales:

[…]“El submarino es un arma intrínsecamente ofensiva; su empleo es de carácter estratégico y como tal es una plataforma idónea y autosuficiente para operar  alejada de las bases propias y/o la posición de su fuerza; este deberá ser conceptuado como la amenaza del poder naval enemigo a las líneas de comunicaciones marítimas y a las fuerzas navales propias.[…] La principal ventaja de los submarinos es la discreción, la cual es la característica más importante a ser explotada, lo que le permitirá sacar provecho del principio de la sorpresa y garantizará que mantenga la iniciativa de las operaciones. Los submarinos pueden detectar, traquear y aproximarse a sus blancos manteniéndose a grandes distancias sin ser detectados y aún siéndolo, les es posible mantener una ventaja táctica ya que podrán enfrentar fuerzas de superficie con cierta solvencia, sin embargo, no podrán actuar de la misma manera ante el ataque de aeronaves, ya que tiene dificultad, en primer lugar de obtener una visión del cuadro de situación aérea y en segundo lugar por la incapacidad de enfrentarlas.[…] Es necesario mencionar que la pérdida de la discreción y ocultamiento, impedirá al submarino realizar un ataque, pero del mismo modo hay que considerar que esto en realidad no ocurre con frecuencia; el factor preponderante en el empleo táctico del submarino es la necesidad de no ser detectado hasta que sus armas hayan sido disparadas.(1: 1-2).

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