Implicaciones socio-ambientales del Arco Minero del Orinoco

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UNIVERSIDAD  SIMÓN BOLÍVAR

SEDE DEL LITORAL                                                                

ASIGNATURA: Venezuela ante el Siglo XXI 1

SECCIÓN N° 1

INTEGRANTES:

• Anthony A. Velásquez C.    15-07946     V-26.314.933
• Alejandro J. Leal S.             15-08302     V-26.838.406

Implicaciones socio-ambientales del Arco Minero del Orinoco

Este ensayo se realizó con la finalidad de indagar, conocer y descubrir el impacto que está teniendo en nuestro país tanto en lo ecológico (fauna, flora, vegetación, y los ecosistemas existentes) como en lo social (pueblos indígenas, sociedad venezolana en general) que trae como consecuencia la explotación minera del área denominada por el Gobierno venezolano como Arco Minero del Orinoco, el cual comprende cuatro zonas: Guanay, La Paragua y El Caura, la cuenca del Caroní y Sierra de Imataca. Destacamos cuándo inició esta explotación y por qué. ¿Qué habrá detrás de estas medidas tomadas por el Estado? ¿Será esta explotación un crimen ecológico? ¿Incluirá Parques Nacionales, Monumentos? ¿El Estado no está “entregando” nuestros recursos minerales a otros países?

En casi todos los países del planeta, existen una o más condiciones que los hacen sobresalir, ya sea por la pobreza, las riquezas naturales, la tecnología, la producción industrial o agropecuaria, que merecen ser consideradas como objeto de estudio y modelo de acción. En nuestro caso, Venezuela tiene mucho que mostrar en cuanto a riquezas naturales, debido a que es el país exportador de petróleo con las reservas más grandes a nivel mundial, así como también dispone de incalculables recursos minerales de gran valor a lo largo de su extenso territorio, lo que demuestra cuál es uno de los grandes potenciales que posee nuestro país.  

Entre los sectores de gran importancia a nivel económico y productivo que engloba Venezuela, se encuentra el sector Minero, de donde nace el Arco Minero Del Orinoco ubicado al sur del Estado Bolívar, el cual es una franja de terreno de 111.847 km2, equivalente al 12,2% del territorio nacional; integrado fundamentalmente por oro, níquel, cobre, hierro, diamante, bauxita, coltán, caolín, dolomita, y otros minerales de gran valor industrial y estratégico, dichos recursos son riquezas calculadas en 7 millones de toneladas de reservas aproximadamente, también es de resaltar que las reservas de oro ocupan el segundo lugar en el planeta.

En consecuencia de la importancia y análisis que se ha dirigido hacia el Arco Minero del Orinoco, el Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela,  el 24 de febrero de este año, emitió un decreto donde expuso la activación del denominado “Motor Minero de Desarrollo”, el octavo dentro de la nueva política establecida por el Estado de 14 Motores creados para impulsar la productividad en Venezuela. También se refirió a la creación de la “Zona de desarrollo estratégico”, la cual tiene como nombre el Arco Minero del Orinoco, como ya lo hemos citado anteriormente. Todo esto, buscando la minería de forma legal, ordenada y que ayude a generar divisas al país.

Estas medidas fueron llevadas a cabo por el Ejecutivo, en vista de la disminución del ingreso de divisas debido a la baja de los precios del petróleo. En consonancia con este decreto, surgieron una serie de opiniones públicas y de algunos sectores ambientalistas, de desagrado, porque percibieron que se trataba de una intervención minera a toda la parte sur del Estado Bolívar.

Después del decreto, el Gobierno expresó su punto de vista a nivel económico, con respecto a los recursos contenidos en el Arco Minero del Orinoco, siendo una de las primeras manifestaciones de ese interés, el querer convertir a Venezuela en el mayor productor de diamantes, en donde el presidente de PDVSA, Eulogio del Pino, sostuvo un encuentro con los miembros de la delegación que se encuentra en Venezuela para realizar la revisión del sistema de certificación del Proceso Kimberley en nuestro país, para poder comercializar los diamantes en bruto, lo cual va a permitir mediante los financiamientos adecuados ir a una producción certificada de diamantes.

También el Gobierno de forma inmediata anunció que cerca de 150 multinacionales estarían en la lista para optar por concesiones en diversas áreas, generándose numerosas opiniones de diversos ámbitos, entre ellas, la de los ambientalistas, para los cuales lo que se acercaba era un crimen ecológico a esa región. Cabe destacar  que la mayoría de las zonas que han sido determinadas con potencial para la explotación minera han tenido esa actividad desde hace muchos años.

Entre estas se diferencian por ejemplo las zona del hierro al norte del Estado Bolívar; dos zonas con potencial de Bauxita de las cuales, Los Pijiguaos está siendo explotada desde hace muchos años; el potencial de coltán ubicado al este del Estado Bolívar; la zona diamantífera también al este con dos zonas en las que ya existe explotación parcial; y la zona del oro ubicada principalmente en Imataca, que ha sido explotada e intervenida por años. Al mismo tiempo se pretende ir hacia un proceso de certificación internacional del oro y el diamante de manera que “la explotación racional entre toda en un circuito legal”

De acuerdo con estos acontecimientos, el Gobierno, en menos de un mes de haberse promulgado el decreto, llevó a escenarios internacionales el tema del Arco Minero del Orinoco, como por ejemplo a Canadá, donde el también Ministro de Petróleo y Minería Eulogio del Pino expuso la potencialidad de los recursos mineros con que contaba Venezuela, invitando a inversionistas de la nación norteamericana, a participar en las actividades de cuantificación y certificación de las reservas mineras en el territorio nacional; también se puede destacar que el presidente de PDVSA acompañado del presidente del Banco Central de Venezuela, Nelson Merentes,  aseguraron que Venezuela está en un periodo de trasformación económica, por lo que se han establecido marcos legales para garantizar la inversión.

Durante todo este proceso se ha podido evidenciar un rechazo con respecto a la explotación del Arco Minero del Orinoco, ya que al llegar a explotar ese territorio se va a destruir lo que queda de la reserva forestal de la Serranía de Imataca, formación terrestre en la región de Guayana, se afectará la superficie que está reservada para ser declarada Parque Nacional El Caura, se perjudicará un sector del Monumento Natural Cerro Guanay e igualmente la cuenca hidrográfica, es decir, todos los ríos que surten al Orinoco, se afectarán al comenzar el proceso de explotación

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