Inculcando la semilla de la ética.

“Inculcando la semilla de la ética.”

“La palabra educación proviene del latín educere: guiar, conducir o educare: formar, instruir y, como tal, se reconoce como un proceso en el cual se transmiten conocimientos (Flores, 2009).” Esto hace alusión a crear conocimientos, aptitudes, valores, costumbres, así como hábitos y formas de actuar que la sociedad en la cual se desenvolverá cada individuo valla de acorde a las normas y leyes que ya se encuentren formadas. De esta forma los individuos aprenderán a intercambiar ideas y compartir criterios sobre diferencias que pudieran llegarse a presentar de la manera más sana posible.

La educación es un proceso continuo, el cual nos impulsara a un desarrollo de distintas áreas y estas a su vez nos abrirá un amplio panorama sobre las actividades para las cuales somos más buenos en las que podríamos desenvolvernos. Por ello no solo es importante acudir a la escuela y realizar procesos en donde sean memorizados grandes compendios de información, sino que es todo una aventura en la cual debemos desarrollar muchas otras áreas, en donde intervienen padres de familia, maestros, personal administrativo, directivos y en algunos casos servidores de servicios públicos quienes buscan generan un acto de conciencia y de responsabilidad que todos debemos adoptar para lograr nuestro desarrollo como país y alcanzar una mejor calidad de vida.

“La Ética es una rama de la filosofía que estudia el sentido de los actos humanos y su relación con el bien. La palabra ética proviene del griego ethos, que significa carácter, costumbre. En este sentido, la ética es considerada como una teoría del carácter y de las costumbres.” (Coto, 2012)

Entendiendo esto, ambas tienen en esencia el mismo objetivo; que cada individuo cuente con la capacidad de pensar y  reflexionar  en su actuar para crear personas desde una edad temprana con una conciencia sobre su hacer ante la sociedad.

(Salcedo, 2009) Hace referencia a una mención de Aristóteles en donde se debe aborda los rasgo del ser humano virtuoso, que debe buscar la medida, entre cada uno de los extremos (el defecto y el vicio). Ya que de la mayoría de las virtudes se debería de buscar el justo medio, en donde este irá de acorde a la situación y el contexto en donde se esté llevando a cabo la acción.

El desarrollo de todo ser humano consta de una transición por distintas etapas, desde  su concepción hasta su fallecimiento. Este desarrollo de divide por siete etapas, las cueles cuentan con características muy particulares, éstas deben ser conocidas para que se les pueda atender de la mejor manera posible, atendiendo sus necesidades y demás aspectos que son cruciales para asegurar un óptimo nivel de calidad de vida en cada individuo. Las etapas son las siguientes; prenatal, infancia, niñez temprana, niñez intermedia,  adolescencia, edad madura y vejez.

Para (Rice, 2003) la etapa prenatal está conformada desde su concepción hasta el nacimiento, la de infancia que son los dos primeros años de vida, la niñez temprana de los tres a  los cinco años, la niñez intermedia de los seis a los 11 años, la adolescencia va de los 12 hasta los 19 años, la juventud va de los 20 hasta los 30, la edad madura oscila entre los 40 y 50, finalmente la vejez se comprende desde los 60 en adelante.

Cabe mencionar que no se puede decir con exactitud cuándo comienza y cuándo termina una etapa, ya que en el desarrollo humano influyen diversos factores como son; los de origen biológico, el contexto  social y cultural, que hacen a cada persona única y diferente a las demás.

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