Indagandome

“Evocando recuerdos de antaño, suelo pasar la vida en medio del lento transcurrir del efímero tiempo que acecha con su avance, analizándome me veo al espejo y me digo a mi mismo:

- ¿Cómo ha cambiado mi vida?

-Ahora solo me refugio en escribir fúnebres cartas con contenido melancólico y criticas auto personales.

¿Acaso el transcurrir de los años me han vuelto tan viejo que he perdido la chispa?

Quizás, me auto critico de manera irónica. Ahora bien; recordando viejos tiempos aun mantengo aquellos como por ejemplo: Cuando solía deleitarme en el buen hábito de la lectura de exquisitas obras de grandes autores, cuando apreciaba una buena obra de teatro con fantásticos personajes y como olvidar aquellas tardes en las que iba a disfrutar del buen cine.

Ya nada queda de todo eso, en su lugar me encuentro Solo en un mar de soledad que me agobia cada vez más, que inexplicablemente me han llevado a volverme una persona malhumorada, carente de alegría alguna, donde mi vida se ha tornado gris sin ápices de colores que cambien su tonalidad; solo me refugio en evocar esos buenos recuerdos que quizás son lo único que me mantienen cuerdo, lejos de traspasar los límites de la enferma locura que en ocasiones pareciera apoderarse de mi mente...”

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