Influencia de la Calidad en el Nivel de Vida de la Sociedad.
Enviado por papa94 • 30 de Agosto de 2014 • Tesis • 2.609 Palabras (11 Páginas) • 587 Visitas
.3 Influencia de la Calidad en el Nivel de Vida de la Sociedad.
Borthwick-Duffy en el año 1992 definió varios aspectos conceptuales de calidad de vida y en 1995, Felce y Perry ampliaron dichasconcepciones propuestas, según éstas ha sido definida como la calidad de las condiciones de vida de una persona, como la satisfacción experimentada por la persona con dichas condiciones vitales, como lacombinación de componentes objetivos y subjetivos, es decir, calidad de vida definida como la calidad de las condiciones de vida de una persona junto a la satisfacción que ésta experimenta y, porúltimo, como la combinación de las condiciones de vida y la satisfacción personal ponderadas por la escala de valores, aspiraciones y expectativas personales.
La misión de la Calidad de Vida es medir:la seguridad en la alimentación y en la salud, principalmente; la disponibilidad y el uso del agua, el sentimiento de pertenencia a un grupo social; el deseo de poseer cosas materiales, es decirde propiedad; el deseo de comunicación; el de educación; la necesidad de proteger y preservar el medio ambiente.
El concepto se define como tanto en función del acceso que tiene la persona a satisfactoresmateriales como son la alimentación, salud, vivienda, acceso a agua potable, disfrute de energía eléctrica, como los culturales que son el sentido de pertenencia a una comunidad o grupo social, lo queimplica hábitos, costumbres y prácticas de vida colectivas.
Con ello, se quiere dejar claro que la calidad de vida no sólo es una cuestión material, sino también cultural y de valores.
Toda calidad devida tiene una identidad nacional regional y local. Es un concepto relativo que depende de cada grupo social y de lo que éste defina como su situación ideal de bienestar, por su acceso aun conjunto de bienes y servicios, así como el ejercicio de su derechos y al respeto de sus valores.
El Concepto de Calidad de Vida
Para comenzar, hay que dejar claro que los cambios en la economía se relacionan en un proceso de mutua influencia con los cambios en la tecnología. Dada la creciente integración de tecnologías para atender los problemas que presentan el cambio y el crecimiento de la población; la dinámica de los procesos de urbanización y, en general, la búsqueda del bienestar, entra en escena un concepto revolucionario y con él toda una nueva gama de elementos para entender el progreso al final del siglo XX.
Hablar de calidad de vida llanamente, suena un poco abstracto. Para referirse a este concepto, hay que establecer claramente cuál es su interpretación y en qué sentido se utiliza. El mismo nace a mediados de este siglo XX y con él, un vasto número de científicos que le dan diferentes interpretaciones.
Su nacimiento obedece a la problemática del desarrollo económico que incluye una creciente integración de tecnología derivada del avance científico. Se pretende atender con visión sistemática los problemas que acarrean el progreso tecnológico, el crecimiento de la población, la dinámica de los procesos de urbanización y, en general, la búsqueda del bienestar.
Para medir la calidad de vida no se ha creado una unidad específica y con valor universal para efectuar la correspondiente evaluación. Se han propuesto variedad de alternativas para establecer el nivel de avance o retroceso con respecto al progreso de una sociedad específica, así como para fundamentar políticas de acción.
Sin embargo, “el mejoramiento de la calidad de vida que se plantea como principal objetivo del desarrollo social, económico y cultural, pasa por la búsqueda necesaria de un equilibrio entre la cantidad de seres humanos y los recursos, así como la protección del medio ambiente,…” [1] pues la evolución de la población y sus patrones de crecimiento y de distribución están incidiendo de manera alarmante en la disponibilidad de los recursos naturales y en los diferentes ámbitos del bienestar humano.
El concepto de calidad de vida tiene una interpretación muy diferente cuando lo emplean hombres cuyas necesidades vitales están satisfechas, como en el caso de quienes viven en los países ricos y altamente industrializados, que cuando lo emplean otros cuya principal preocupación es cómo y dónde alimentarse el día de hoy, como sucede en los países subdesarrollados.
Para estos últimos, el desarrollo económico es urgente y prioritario para lograr un nivel material que logre satisfacer sus necesidades básicas: alimentación, vivienda, vestido, salud y educación. En el caso de los primeros, se replantea su crecimiento, intentando superar el enfoque predominantemente económico ligado a la producción de riqueza material y la ampliación del mercado a costa de los países pobres.
Las naciones atrasadas no deben imitar el proceso de desarrollo de las naciones avanzadas, sino que ambas deben reorientar sus estilos. Estas últimas, controlando su crecimiento material, buscando calidad en lugar de cantidad; y las primeras, estableciendo una conciencia global del problema y a la vez, una solución al mismo.
Durante la década de los 60 del siglo pasado, se tomaba como referente del progreso al empleo y al ingreso modesto, además de los servicios de urbanización básicos. Actualmente, estos conceptos se pierden en el espacio de los intereses individuales propiciados por el consumismo, la pérdida de la honestidad y de otros valores, con el afán de conseguir lo superfluo. Ahora, el grado de satisfacción personal es el que marca la diferencia.
En este sentido, se es pobre o de bajo nivel de vida cuando no se pueden satisfacer las necesidades más apremiantes propias o de la familia. El pobre de los años 90 del siglo pasado, quien no necesariamente es alguien sin dinero, se siente rezagado de una u otra forma; es alguien que quedó atrás cuando otros lograron avanzar y disfrutan de los beneficios del progreso y del consumo moderno.
En este sentido, la calidad de vida para los ricos, se origina en los países elite, donde su base radica en el poder que generan la propiedad privada y el dinero. Los méritos individuales son la médula espinal de esta concepción. Entra también en juego todo tipo de mejoras que redundan en la vida urbana.
Es decir, la calidad de vida es medida, desde este punto de vista, como un mayor número de personas con acceso a servicios públicos como agua potable, energía eléctrica, comunicación a distancia, acceso a transporte, educación, servicio médico, y una larga lista de productos de consumo que muchas veces empobrecen más de lo que enriquecen. Tal es el caso de la telefonía
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