Ing.Gestion Hotelerica Y Turística

Estabamos en el carro, afuer el cielo era de un azul perfecto, con una temperatura de 25°C, llevaba puesta una blusa blanca sin mangas y con broches a presión como gesto de despedida, mi equipaje de mano era un impermiable.

-Bella,-me dijo mi madre- no tienes porque irte, cielo.

Me entró un ataque de panico cuando vi esos ojos suyos tan ingenuos, como podia abandonarla, ella que era tan caprichosa, berrinchuda y atolondrada? Bueno, ahora tenia a Phill, por lo que probablemte se pagarían las cuentas, hubies comida en el refrigerador y gasolina en el carro, pero aún así...

-Es quiero ir-siempre se ma habia dado mal eso de mentir, pero esta mentira la habia dicho tantas veces en los ultimos tiempo, que sonaba real.

-Bella, cariño. Vuelve cuando quieras, regresaré tan pronto tu me llames.-pero en sus ojos vi el sacrificio qe suponia aquella promesa.

-Así lo haré

-Mandale mis saludos a Charlie-dijo desolada

Nos abrazamos durante un largo minuto, subí al avió y ella se marchó.Por delante me quedaban 4 horas de vuelo hasta el aereopuerto de Seattle, una hora mas en una avioneta hasta por angeles, y una hora mas en carro con Charlie.

No me preocupaba el hecho de viajar en avión, pero la idea de pasar una hora con Charlie se me antojaba mala, oos dos eramos muy poco habladores.

Al bajar de la avioneta estaba lloviendo, no lo pense como un mal argurio, simplemete era inebitable, me habvia despedido del sol.

Charlie me abrazó torpemete con un brazo, mientras me ayudaba con las maletas, las cuales cupieron facilmente en el carro de policia de papá.

Para las buenas personas de Forks

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