Inicio De La Formacion En Los Valores, Tarea Fundamental De La Educacion Inicial
Enviado por nohelia2705 • 4 de Octubre de 2012 • 2.558 Palabras (11 Páginas) • 5.967 Visitas
CONCEPTO: APRENDER A Convivir
El aprende a convivir tiene un aspecto formativo social y contenidos actitudinales, y se refiere a la capacidad de las personas de entenderse unas a otras, de comprender los puntos de vista de otros aunque no se compartan, de realizar proyectos comunes en bien de todos. Es aprender a vivir juntos. La convivencia es un factor clave para el logro de aprendizajes de calidad
. JUSTIFICACION Una buena convivencia favorece climas adecuados para el desarrollo de aprendizajes que contienen habilidades, contenidos, valores y actitudes relacionados con una adecuada convivencia colectiva y dinámica con responsabilidad de toda la comunidad educativa.
Nos enseñaron los filósofos que el hombre es sociable por naturaleza. Pero en el mundo actual, con sus prisas y su exceso de información, no siempre es fácil lograr una vida social aceptable.
Podríamos distinguir cuatro formas de relacionarnos con los demás:
A) La coexistencia es vivir al lado de otros sin relaciones personales. Es estar solo en medio de una multitud de gente, con los que no se establece ninguna comunicación.
B) El individualismo o la tendencia a separarse de los demás. Quizás por experiencias negativas en sus relaciones sociales, el hombre se mete en "sus cosas" y se fabrica su propio mundo en una campana de cristal. Ordinariamente le falta información de lo que pasa a su alrededor y no se beneficia de los estímulos de los demás.
C) El conflicto con los demás, cuando las distintas formas de pensar de los otros no se asimilan y son motivo de separación, lucha y conflicto.
D) La convivencia o vivir con armonía con los otros se da cuando se tiene vida en común y se comparten experiencias, vivencia y sentimientos. El hombre trata de convivir en la familia, en el trabajo, con los amigos, con los vecinos, etc.
Para mejorar la convivencia es aconsejable desarrollar las actitudes de comprensión (ponernos en el lugar del otro), aceptación (acogerlos como son, con sus virtudes y defectos) y tolerancia (aceptando que los otros tengan planteamientos diferentes a los nuestros, es decir, aceptar a la persona aunque no se compartan sus ideas).
Mantener la convivencia siempre supone esfuerzo y siempre podemos aprender a mejorarla. Decía el filósofo Natorp que "el hombre sólo se hace hombre mediante la comunidad humana".
La sociabilidad forma parte de la educación de los chicos. Además de satisfacer la necesidad de comunicación, los niños abiertos tienen una serie de ventajas en los estudios:
* Cuando se trabaja en equipo se aprende más porque se participa de las respuestas y razonamientos de los otros. "El hombre no llega nunca a la verdadera cultura personal sin haber cooperado a la cultura de los demás; el hombre culto tiene siempre algo de formador". (Willmann).
* Se mejora la motivación ya que no se estudia por la presión de los profesores o los padres, sino porque es una actividad normal del grupo de amigos.
* En los debates o discusiones con los compañeros, se aprende a fundamentar mejor los propios razonamientos y a ser más objetivo en los juicios.
El aprender a convivir es una tarea diaria y contribuye en el perfeccionamiento de la vida humana.
La convivencia para el niño y la niña de 0 a 6 años de edad:
Hoy día el papel de la escuela en la formación en valores de los estudiantes se encuentra sobrevaluado. La sociedad y el gobierno culpan de una manera frívola e irreflexiva a las instituciones educativas de ser las responsables de la decadencia de los valores de los estudiantes que tienen la responsabilidad de educar. Sin embargo, la sociedad en su conjunto y la pobre actuación y mal desempeño de los gobernantes, son en gran medida los que han contribuido a la decadencia de los valores en los niños de hoy. La errónea concepción de que a través de lecciones teóricas se pueden inculcar los valores en el aula de clases carece de bases solidas, y solo es una forma fácil de transferir la responsabilidad inherente de los padres y las familias a las escuelas y maestros.
En el transcurso de la historia, el desarrollo y sobrevivencia de las sociedades, se basa en la conservación y transferencia de los conocimientos, creencias y conductas que identifican y cohesionan a los miembros del grupo, tribu o pueblo, lo que garantiza su permanencia a través del tiempo. El conjunto de estos elementos conforman la sabiduría e idiosincrasia de los pueblos, en este contexto, sin lugar a dudas, los valores representan la piedra angular de las sociedades y por lo tanto son más antiguos que los centros de enseñanza, formales o informales. En este orden de ideas, los núcleos esenciales de las sociedades, que en primera instancia son los responsables de asegurar la transferencia de los conocimientos, creencias, pero sobre todo los códigos de conducta y los comportamientos del grupo social son las familias.
Con el paso del tiempo, la acumulación de conocimientos y el crecimiento poblacional, forzaron a las sociedades a concentrar los saberes, así como la formulación y vigilancia de las reglas de convivencia en instituciones formales, como son las escuelas o institutos de enseñanza, por un lado y por otro las instituciones encargadas de promulgar las leyes y de procuración de justicia. Sin embargo, en lo que concierne a los valores, el núcleo fundamental para su conservación y transferencia ha sido, y sigue siendo la familia, la cual tiene en sus manos la responsabilidad elemental de asegurar que cada uno de los nuevos integrantes del núcleo familiar los haga suyos al igual que las normas de conducta que les asegure su integración exitosa en la sociedad, pues es dentro del seno de la familia donde los niños y jóvenes viven en primera instancia y por lo tanto adquieren los valores y patrones de conducta familiares que posteriormente repetirán en el núcleo social en el que se desenvuelvan.
Hoy día, esta responsabilidad fundamental se ha intentado transferir exclusivamente a las instituciones educativas, partiendo de la premisa, que la forma adecuada de inculcar o fomentar valores, es a través de su enseñanza teórica, ya sea hablando de ellos y enumerando las ventajas que ofrece a una sociedad, el que cada uno de sus miembros se conduzca en el marco de los mismos o bien por el hecho de aprenderse de memoria cada uno de ellos. Desafortunadamente, en la realidad, esta premisa resulta equivocada y en algunos casos, lejos de contribuir a que los niños y jóvenes logren apropiarse de estos valores, los aleja de ellos, en algunas casos les resultan intrascendentes por ser ajenos y en ocasiones hasta contrarios a los valores que han adquirido y que viven a diario en el seno familiar y en su entorno social. En conclusión, la escuela solamente puede coadyuvar al fortalecimiento
...