Instalaciones Basicas
Enviado por albenilys • 24 de Enero de 2013 • 6.616 Palabras (27 Páginas) • 424 Visitas
Tucupita noviembre de 2012
INTRODUCCIÓN
El vernos involucrados con nuestro entorno inmediato hoy en día no nos produce ningún cuestionamiento, es una extensión nuestra y como tal la usamos de manera inconsciente, reconociendo como propios el territorio natural y el artificial que forman parte de una misma cosa, donde todo elemento tiene su lugar, cada cosa tiene un nombre y una función conocida. Si por alguna razón hubiese algo que desconocemos, basta preguntar y ahí está la respuesta o una explicación lógica del fenómeno que observamos.
Hemos sido capaces de generar una propia naturaleza, la de lo artificial, donde la premisa pareciera ser que a mayor complejidad del mundo, mayor es nuestra sorpresa y reacción ante ella, pero de tanto encontrar las respuestas a esas preguntas formuladas a partir del mundo que creamos, hemos caído en una especie de anestesia local que nos gobierna.
Afortunadamente, ha habido quienes nunca han perdido esa conexión con lo real y natural, o quienes en ese desenterrar las historias de nuestros antepasados, han despertado y vuelto a recordar, a tomar razón de la primera maravilla en la mente lógica y espiritual humana que fue tomar conciencia de estar de pie sobre una superficie activa y con la cual interactuar para obtener respuestas.
La noción del territorio, el estar en una horizontal que nos sustenta y que se extiende como un paño a nuestros pies debe haber causado a este primer hombre, algo no menor que el mismo VÉRTIGO, que lo invitó a aventurarse más allá de la mirada, de salir del territorio conocido. De establecer al mismo tiempo un límite entre lo cercano y lo lejano, de lo conocido a lo desconocido, de estar dentro o estar fuera, tanto para el mundo que lo rodeaba, como en la consideración de sus propios límites, es decir de su ser biológico o espiritual, de su ser racional o sensitivo.
Extender este paño, de manera individual o colectiva, va a considerar que se genere a la vez una noción fundamental para el impulso de la creatividad, el ir tejiendo el propio territorio, una superficie que se traza a partir de las lecturas e interpretaciones que realizan estos hombres del mismo medio donde se gesta.
El tejido tiene un ritmo, dado por las pulsaciones de la propia naturaleza circundante. El tejido tiene ciclos, que se hacen visibles y tangibles en los cambios que registra el medio, entonces el hombre siente la necesidad de dejarlos también señalizados, para que no se borren de su memoria, para que convivan con ellos tomando sentido, tomando cuerpo. Jerarquizando este espacio donde él junto con lo trascendente ocupan el centro.
Así este paño incorpora la noción del arriba y el abajo, aparece el plano vertical, que se suma y a la vez contiene la esfera de lo divino, lo intermedio y lo subterráneo, desde donde vienen las respuestas de lo trascendente.
El menhir, conecta ambos planos, el arriba y el abajo y permite establecer una comunicación con lo espiritual, siendo tal vez reflejo de la misma imagen del hombre sobre la Tierra. Ubicado al centro, en la misma cota cero desde donde parte su mirada, su noción de un espacio completo y concreto.
Simboliza al hombre en el cosmos que ahora define desde su propia lectura del mundo.
El paño extendido luego irá densificando su trama hacia los lados y hacia arriba, apareciendo los primeros cobijos y luego las viviendas, donde también replicará a su propia escala este mundo ordenado, con las primeras metáforas a la luz que la circunda, presentes en un simple óculo por donde enmarcar al Sol o a la Luna, o a las ventanas que conectan interiores con exteriores.
El espacio construido toma forma y significado, marcando el inicio de una nueva extensión de su territorio; el espacio de la contención de la vida y de la muerte. Contener y ser contenidos marcará también nuestro paso por esta naturaleza que nos rodea.
CONCLUSIÓN
Para culminar con esta investigación quisiéramos destacar el hecho de que creemos y consideramos que las diversas prácticas urbanas que se realizan en un espacio, implican una “apropiación” del mismo, con características diferentes, pero que al ser “usado” es similar a lo primero. Uso y apropiación o apropiación y uso, depende de la óptica del momento, cualquier espacio que ocupemos, lo estamos usando, y aunque por una fracción de segundo, nos estamos apropiando de él. La diferencia estriba, en que a veces las ocupaciones, que se extienden a lo largo del tiempo, se transforman en apropiaciones, que van más allá del simple uso, y que implica utilizar el espacio durante mucho tiempo. El territorio de Venezuela, tiene a lo largo de su historia urbana, diferentes tipos de apropiaciones-ocupaciones que son el uso-utilización del espacio público, ya sea de manera apropiada o inapropiada, y que habla de los diversos tipos de manifestaciones y fenómenos sociales, culturales, políticos, económicos, religiosos, etcétera; que se pueden originar en dichos espacios, al denominárseles como Centros. El concepto centralidad, evoca muchos tipos de significados, y por lo menos en nuestro país, este centro como tal, tiene un valor demasiado importante y significativo en los diferentes tipos de lucha que pueden existir. Y como tal, este tipo de usos en el espacio detonan en los actores sociales, una forma particular de apropiación, pero más allá de la palabra como tal, es la identidad que se genera a partir de esa apropiación, y que también es un apego y sentido de pertenencia importa, que resulta a corto y largo plazo en formar locales y regionales de sentir el espacio propio o lejano a partir de la experiencia/percepción en el mismo.
Por otro lado, El estudio de los movimientos sociales permite una nueva manera de entender el poder, pues a través de ellos se reconoce que el poder no reside solamente en el Estado, sino que también está presente en las relaciones sociales. Al establecer esta disociación tradicional entre el Estado y el poder, es posible reconocer que la construcción de la democracia no es una tarea política que le corresponde única y exclusivamente al Estado o a los partidos, sino que también es una tarea social que supone cambios en las relaciones de poder existentes en el seno de la sociedad civil. En otras palabras, la democracia no es solamente un proyecto de Estado, sino también un proyecto de nueva sociedad no discriminatoria, no racista, no machista.
Obviamente, la mayor presencia de los movimientos sociales significa una mayor democracia, en el sentido de la superación de la democracia formal limitada al problema de la representación, el derecho al voto, la alternancia en el poder, etc. y de
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