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Integración Económica


Enviado por   •  8 de Marzo de 2013  •  2.173 Palabras (9 Páginas)  •  327 Visitas

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La integración económica se podría definir como un proceso de organización entre países que buscan, primordialmente, mejorar el intercambio comercial entre ellos. Los beneficios que trae consigo un proceso de integración económica se han resaltado a lo largo del transcurso de nuestra carrera y, como futuros economistas, no podríamos negarnos o no ser partidarios de un fenómeno económico de tal magnitud. Entre los beneficios, se pueden destacar algunos como: mayores niveles de productividad, menores costos de transporte, aumento en la eficiencia de la asignación de los recursos, mayores niveles de crecimiento económico y mejoramiento en el bienestar de los ciudadanos. Sin embargo, el propósito de esta breve reflexión no es el de abordar las innumerables bondades de un proceso de integración económica sino uno más importante como lo es el de su negociación y los respectivos socios comerciales.

Entre las formas de negociación en un proceso de integración económica, se encuentran los tratados bilaterales y los tratados multilaterales entre países. Los primeros, son acuerdos comerciales concertados entre dos países o partes; los tratados multilaterales, como su nombre lo indica, son acuerdos concertados entre tres o más países o partes. Ambos tipos de tratados están destinados a establecer derechos y obligaciones mutuos entre las partes que intervienen en la realización de dichos acuerdos.

Colombia, al igual que otros países en vías de desarrollo, ha comprendido y visualizado la imperiosa necesidad de integrarse cada vez más a la economía mundial a través de este tipo de acuerdos comerciales. La inversión extranjera, los nuevos y mayores mercados para los productos nacionales y la vinculación de innovaciones tecnológicas a nuestros procesos productivos, son algunas herramientas involucradas en los acuerdos comerciales que le permitirían al país alcanzar el tan anhelado rótulo de país desarrollado, con una sociedad más incluyente, con mayores niveles de empleo productivo, menores índices de pobreza y mayores tasas de crecimiento.

Pero el verdadero problema no es la inevitable integración económica entre países ni la búsqueda de otros socios comerciales sino la forma en que se negocian los tratados comerciales, especialmente los bilaterales entre países desarrollados y países que no lo son, como el nuestro. Esencialmente porque el poder de negociación de un país como Colombia frente a potencias económicas y políticas como Estados Unidos o fuertes bloques de integración como la Unión Europea, es irrelevante y mínimo.

Lo ideal sería que Colombia y el resto de países pudieran formar un “Bloque del Sur” en búsqueda de intereses comunes y así lograr imponer sus posiciones frente a otras grandes economías en un proceso de integración económica. A través de este bloque, los países de Suramérica podrían incluir políticas y reglas para el desarrollo de modelos de cooperación entre países que permitan alcanzar un equilibrio o una especie de nivelación económica entre los miembros de esta zona de libre comercio, advirtiendo la diferencia tan marcada entre economías de países como Argentina, Brasil y Chile frente al resto de países del sur del continente. Un claro ejemplo de este tipo de bloques lo podemos apreciar con la Unión Europea, y con el Gran Mercado del Sur –MERCOSUR- donde economías débiles como la paraguaya y la uruguaya han logrado alcanzar mayores niveles de crecimiento y bienestar.

Las condiciones están dadas para la conformación de este gran bloque. Somos países con procesos históricos y culturales similares. Practicamos, la gran mayoría, la misma religión y sólo se habla uno de dos idiomas, el español o el portugués, siendo estos dos muy similares entre sí. Desafortunadamente, la integración entre todos los países de Suramérica parece una utopía y cada vez es más distante la idea de poderse lograr. La integración entre estos países es muy baja si la comparamos con la existente en Europa o la que hay en Norteamérica con Estados Unidos y Canadá. Y todo esto se debe a que existen diferencias políticas muy marcadas entre países que imposibilita la creación de un bloque económico, el cual les permita negociar en igualdad de condiciones frente a potencias económicas. El único camino que les queda, a algunos, es el de la negociación e integración por medio de acuerdos bilaterales.

Lo más parecido a una especie de bloque o gran zona de libre comercio a la que pertenece nuestro país es la CAN. A través de la Comunidad Andina de Naciones se propuso crear un mercado integrado que le permitiera a Colombia, Bolivia, Venezuela, Perú y Ecuador lograr un desarrollo equilibrado y acelerar el crecimiento mediante una integración económica. Los resultados han sido positivos, al punto de ser la tercera área en importancia para las exportaciones colombianas, después de Estados Unidos y de la Unión Europea.

Sin embargo, las expectativas no son muy buenas. Actualmente, países como Bolivia y Ecuador comparten otro tipo de ideologías políticas y económicas diferentes a la política tradicional del gobierno colombiano, creándose un frecuente malestar diplomático entre las Partes y teniendo en entredicho su respectiva permanencia en la comunidad; Perú, que pareciera ser nuestro único gran aliado de la CAN, está a punto de firmar un TLC con los Estados Unidos, dejándonos muy mal parados competitivamente frente a ellos, y Venezuela, que ha dejado de pertenecer a la Comunidad Andina, ha puesto en riesgo el futuro de las exportaciones colombianas hacia un mercado que ha cobrado gran importancia en los últimos meses. La realidad económica es que las oportunidades comerciales más importantes se dan entre países vecinos, o si no, que lo diga los Estados Unidos, que estableció un acuerdo comercial con sus principales socios comerciales como lo son Canadá y México a través del NAFTA.

Para el caso nuestro, debemos tener un plan B o una carta bajo la manga en caso tal que Venezuela no quiera retornar a la CAN. Por el momento, algunos productos colombianos continúan manteniendo ciertos beneficios arancelarios, sin embargo, no existe ningún tipo de acuerdo comercial entre las Partes. El gobierno colombiano debe agilizar un acuerdo comercial bilateral con el país vecino, teniendo en cuenta que las exportaciones nacionales hacia Venezuela vienen creciendo a un ritmo abismal (entre Enero y Abril de 2007 crecieron en un 64%) y que son cualitativamente más importantes que las realizadas hacia los Estados Unidos o la Unión Europea; mientras que a los países desarrollados se les venden materias primas, a América Latina se exportan bienes de mayor valor agregado. Además, Brasil ha logrado desplazar a Colombia como segundo

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