Introducción a la filosofía Justo A Tiempo (JAT)
Enviado por yopmail.com • 30 de Mayo de 2017 • Monografía • 1.771 Palabras (8 Páginas) • 286 Visitas
2. Componentes de la productividad
según Edward Hay
Introducción
Según el texto, ser competitivo implica poner en el mercado un producto a precios bajos, esto luego, tener costes bajos de fabricación – dado que precios más bajos implicarían posibles pérdidas para una empresa -, y esto finalmente, una mayor productividad en los procesos u operaciones que componen la producción y posterior distribución del producto, o en aquello que Edward Hay va a entender como el proceso fabril (o de fabricación), flujo o línea de ensamble por mencionar a Henry Ford.
Proceso fabril es aquella secuencia de actividades programadas que sigue el producto desde que es comprado a los proveedores
hasta que es distribuido.
Pero volviendo al tema de la competitividad, podemos concluir según el texto que la filosofía empresarial a mediados de la segunda mitad del siglo XX, en este caso, más las norteamericanas que las japonesas, buscaban la competitividad en la productividad de sus procesos, y para ello se centraban en la adquisición de nueva tecnología (trabajo, capital, procesos, etc) más productiva e incurriendo en grandes costes al hacerlo.
En este contexto aparece la filosofía justo a tiempo o JAT y con origen en el sistema de producción Toyota.
Toyota, allá por los años 70s y en pleno contexto de la crisis del petróleo, al igual que otras empresas japonesas empezaron a ver como sus curvas de crecimiento económico empezaban a decrecer drásticamente.
Es en este contexto que la empresa japonesa Toyota, en busca de hacer más eficiente su sistema de producción en función a la reducción de costes encuentra dicho sistema de producción del cual posteriormente se va derivar el pensamiento JAT.
El sistema de producción Toyota provocó que tanto Toyota como otras empresas japonesas que aplicaron dicho sistema tuvieran relativo éxito frente a la crisis.
La filosofía JAT entonces, como parte de dicho enfoque japonés para la productividad, es aquella filosofía empresarial que busca eliminar todo aquello en el sistema de fabricación que implique "desperdicio".
Pero qué entendemos por desperdicio.
Para el enfoque japonés, desperdicio viene a ser todo aquello (capital, trabajo, tiempo) que exceda del mínimo necesario para producir una determinada cantidad de producto.
Sin embargo, esta definición tiende a ser ambigua en el sentido de como entendamos el término “mínimo necesario para producir”.
Es por ello que el JAT incluye el concepto de valor agregado en la definición para eliminar dicha disyuntiva.
Desperdicio es todo factor capital, trabajo o tiempo que se exceda del mínimo necesario para agregar valor al producto.
Recuerda que valor agregado es aquel valor creado en cada proceso del sistema de fabricación que han de ser añadidos al valor total de los insumos utilizados en dicho proceso (entiéndase valor como valor monetario o precio).
Entonces, dado un proceso, los factores que generan valor dentro del mismo son aquellos que permiten la "transformación física o directa" de los insumos.
Entonces, si leemos nuevamente la definición de desperdicio, nos encontramos que la filosofía JAT lo que hace al incluir el concepto de valor agregado es eliminar la inevitable subjetividad que pueda generar para los directivos el término "mínimo necesario" en el momento de tomar decisiones a corto, mediano o largo plazo.
Este no es el caso de “agregar valor al producto” dado que si tenemos una referencia concreta (ver arriba) de su definición.
La filosofía JAT:
Eliminación de desperdicios
Ahora, retornando nuevamente al inicio de esta introducción tenemos que si bien el factor capital o tecnología va a ser importante si lo que queremos es ser más productivos, Edward Hay lo que hace con el JAT es cambiar el enfoque añadiendo el factor cero desperdicios.
Edward Hay diría: Si una empresa elimina los desperdicios de sus procesos, esta tendrá un aparato fabril mucho más eficiente (en el sentido de menos derrochador y por ende con menos costes), mucho más productivo, esto es mayor producción, en el menor tiempo, y entonces ser competitivo en el mercado dado los costes bajos en la fabricación.
Por ejemplo, si hablamos un poco de las actividades que puedan generar desperdicio, ¿Cuáles serían esos procesos dentro del proceso de fabricación que según la filosofía del JAT calificarían como desperdicio?
Por ejemplo, procesos como el mezclado, la fundición, el moldeado, la soldadura, el esterilizado, o incluso el embalaje calificarían como procesos que generan valor dado que producen una transformación directa de los insumos del producto final, pero en el caso del transporte, el tiempo de espera, el almacenaje o incluso la inspección vienen a ser para el enfoque JAT procesos que generar desperdicio dado que no agregan valor al producto.
Edward Hay cree también que creer en la inevitable existencia de procesos defectuosos y por ende en la necesidad de mantener siempre recursos adicionales destinados a resolver dichas contingencias (ejm: las existencias) significa practicar una filosofía opuesta a la del mínimo absoluto de recursos, dado que estas unidades adicionales no generan nuevo valor.
Según el autor, para detectar cuales son esos procesos que no generan valor ha de ser necesario realizar un seguimiento del proceso fabril del producto y detectar el total de procesos que sigue el mismo. Ya conociendo el total de procesos recién podemos sugerir cual debe ser la trayectoria del producto dentro de su aparato fabril eliminando aquellos procesos que no generen valor.
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