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Introduccion Del Beisbol


Enviado por   •  5 de Junio de 2014  •  2.954 Palabras (12 Páginas)  •  993 Visitas

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El objetivo de este trabajo es crear la base de una memoria que documente la evolución del béisbol vinculado a los hechos que han marcado la historia mundial, muy particularmente con México y el resto del mundo del béisbol. Hasta ahora no tengo conocimiento exista un documento en México que conjunte ambos elementos y por lo tanto considero de vital importancia crear un precedente periodístico que ayude a la difusión del llamado “rey de los deportes”.

El béisbol, para mí, es la vida. Así de sencillo. Es el primer deporte que conocí y le he sido fiel en todo momento. Antes de leer o escribir, ya sabía cómo lanzar una pelota y agarrar un bate[1]. Es un deporte que reúne todo, no hay “medias tintas”. Ganas o pierdes, no hay empate, la pelota está dentro o fuera, no hay vista atrás.

En la película “Fever Pitch”, Ben Wrightman interpretado por Jimmy Fallon, hizo una descripción ideal de lo que es el béisbol en una escena en los pasillos del Fenway Park[2]

“En el béisbol nada se improvisa ni se finge. En la vida uno puede tener suerte: en los negocios, en la música, en el arte, en éstos se puede tener suerte un buen día. Se puede engañar a todos por un rato, pero no todo el tiempo. En el béisbol se puede o no se puede batear una curva, así es como funciona.

“En la vida se puede tener un día con suerte ¿pero una carrera? Es como las matemáticas, todo es ordenado. Ganas o pierdes, simplemente es justo y así todo se suma. No es tan confuso o ambiguo como la vida. Es seguro.”

Eso es el béisbol; quien anota más carreras, gana. En la vida, tus metas marcarán quien eres. Es un deporte con tanta ciencia que pocos lo perciben. La diferencia entre conectar bien una pelota o no, son milímetros. Esa pequeña diferencia es uno de muchos detalles que hacen único a este deporte.

Empecé a jugar desde los cuatro años y lo hice sin parar hasta los 22. Jugué en una de las mejores ligas pequeñas de béisbol en México (Liga Olmeca) y mi vida hasta esa edad giró alrededor de ella. Comí, bebí y pensé sólo en béisbol.

Con mi papá asistí por ese mismo lapso, por lo menos, tres o cuatro veces por semana al viejo y desaparecido Parque Delta (luego Parque del Seguro Social) en la Colonia Narvarte en el Distrito Federal. Ahí veía los juegos de los Tigres Capitalinos[3] y, sobre todo, los Diablos Rojos del México, equipos de la Liga Mexicana.

A diario, antes de los tiempos de la televisión por cable y el Internet, mi tarea favorita era revisar cada mañana los periódicos para leer las crónicas de los juegos del día anterior en México y Estados Unidos. Podía ser “Esto”, “Novedades”, “El Sol de México” o “Excélsior”. Tales periódicos los recibíamos en casa cuando en esos años si existía una verdadera cobertura informativa sobre el béisbol en el Distrito Federal.

No era como ahora cuando todo el espacio, absolutamente todo en la capital, lo acapara el fútbol y este hecho ha relegado a un lugar lejano al béisbol. Atribuyo que gracias a esta costumbre de revisar diario los periódicos, nació mi gusto y vocación por el periodismo. Desde niño mi meta siempre ha sido estar en la Serie Mundial[4]. Como aficionado ya lo logré en dos ocasiones, 1996 y 1999. Como jugador es un poco tarde por mi edad. Ahora el objetivo es participar como periodista.

Por eso este ensayo, por el béisbol; sobra explicar mi gusto y afición por él, lo llevo en la sangre y para mí esta tesis es el primer paso para lograr la meta. Trabajar en un proyecto relacionado con el béisbol me entusiasma por el amor que le tengo, es una forma de agradecer todo lo que me ha dado, desde mi formación personal hasta las actividades que desempeño en mi vida.

Este trabajo considero es mi puerta de entrada al periodismo deportivo especializado en béisbol. Tengo el firme propósito de aportar al béisbol algo que ningún medio de información ha hecho: dar el primer paso para conjuntar una memoria histórica del béisbol de la mano de acontecimientos sociales que han dejado huella en la historia del mundo.

John Rawls un eminente filósofo estadounidense de la Universidad de Harvard en Estados Unidos y para muchos el más reconocido del Siglo XX, fue un gran aficionado del béisbol y nunca ocultó su pasión hacia “la pelota caliente”. Prueba de ello es su artículo “Two concepts of rules” (Dos conceptos de las reglas) publicado en 1981 en la revista inglesa “The Economist” en su edición del 18 de abril de 1981 donde, motivado por una conversación ocurrida 20 años antes con un compañero catedrático de esa universidad, escribió este artículo.

El documento contiene 6 razones porque el béisbol es el mejor deporte. En su cátedra Rawls se caracterizó por ejemplificar conceptos filosóficos con situaciones y casos relacionados al béisbol.

Primero. Las reglas del béisbol siempre están en equilibrio, es decir, el diamante fue hecho de un tamaño correcto, también lo es la distancia desde el montículo al home[5] y eso hace posible las maravillosas jugadas, como el doble-play[6]. El despliegue físico del juego está perfectamente ajustado para las habilidades humanas que hace que el cuerpo pueda moverse y desplegarse en un grato ejercicio. No es como otros deportes donde se tienen que ajustar las reglas para poder encontrar balance con el cuerpo humano.

Segundo. El juego no le da ventaja o preferencia a algún tipo físico en particular, como lo es para los altos en el basquetbol. Todo tipo de habilidades pueden utilizarse en algún lugar o momento, el alto junto con el bajo pueden disfrutar el juego en diferentes posiciones.

Tercero. El juego utiliza todas las partes del cuerpo: el brazo para lanzar y batear, las piernas para correr; contrario al fútbol soccer donde no puedes tocar la pelota con la mano. El juego se basa en la velocidad, la precisión de un lanzamiento, una buena visión para batear junto con la astucia y coordinación de un lanzador y un receptor. Hay todo tipo de estrategia.

Cuarto. Todas las jugadas están a la vista: el espectador y los jugadores pueden ver lo mismo que pasa en el campo. Contrario al fútbol americano donde es difícil saber que sucede en las bancas. Incluso los árbitros no lo pueden ver todo, existen muchas formas de engaño, en el basquetbol es complicado saber cuándo se comete una falta. En el béisbol también existen jugadas cerradas, pero los umpires[7] aquí lo hacen sin el apoyo tecnológico de los medios, esas jugadas cerradas que surgen a lo largo de una acción, hacen que el juego sea maravilloso y natural.

Quinto. El béisbol es el único juego donde el marcador final no sólo

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