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Investigacion Educativa


Enviado por   •  9 de Junio de 2013  •  17.570 Palabras (71 Páginas)  •  223 Visitas

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2. CONOCIMIENTO Y SENTIMIENTO HUMANO

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Una vez concluido el estudio de la unidad se estará en posibilidad de:

o Sintetizar, jerarquizar y localizar el objeto de los sentidos.

o Revisar, esquematizar y establecer el actuar de la imaginación y de la inventiva

o Reconocer, delimitar y ejecutar la facultad del sentimiento y la sensibilidad del espíritu.

o Integrar, organizar y constatar cuanto refiere la subjetividad, totalidad y capacidad del lenguaje.

Cuando (al amparo de con una falsa modestia) alguien niega que el conocimiento humano tenga una disposición hacia lo ilimitado y sin fronteras en el sentido teórico-cognoscitivo de la palabra, y cuando ese tal niega la realidad, ya no está en condiciones de justificar lo que afirma sobre la limitación de su conocimiento.

Entonces, cuando se habla sobre del significado de una expresión lingüística, ello se emplea el metalenguaje; así, cuando se formula la pregunta: "¿ qué es hombre?", uno no se refiere a la palabra sino a la cosa; no se habla sobre la palabra en cuestión, sino, por medio de la palabra; no se la explica, sino que se la emplea.

Por tanto, parece evidente que una afirmación universal, y por tanto, una ley científica natural en la forma: "Si a x le corresponde el predicado P, quiere decir que a todos los x les corresponde asimismo Q", o bien (escrito con signos lógicos) "/\x(P(x)  Q(x)", podría rebatirse con un sólo ejemplo en contrario o (como ahora se dice) podría falsearse. Así la afirmación "todos los cisnes son blancos" se demostró falsa cuando se descubrió con el primer cisne negro que se descubrió en Australia.

Con frecuencia, los temas de la teoría del conocimiento hoy aparecen hoy, con frecuencia, bajo la forma de filosofía del lenguaje. Esa aplicación al lenguaje es típica de toda la filosofía actual; pues la filosofía arranca de una forma precientífica y cotidiana de experiencia ya que el mundo está siempre abierto a nuestro conocimiento y actuación. La experiencia es vivenciada a través del lenguaje en el cual diferenciamos el cotidiano o natural estar en el mundo expresado cotidianamente y los diferentes lenguajes especializados de las ciencias.

Por ello Hans George Gadamer (1900- ) subraya: "Todo conocimiento mundano del hombre se transmite lingüísticamente. Una primera orientación mundana se realiza en el aprendizaje de la lengua. Pero no es eso sólo eso. La capacidad lingüística de nuestro "estar en el mundo" articula en definitiva todo el campo de la experiencia" (Hermeneutik, 1960)

Ludwig Wittgenstein (1889-1951) con mucha razón hablaba del "juego lingüístico";, y W. Stegmüller (1979) manifestaba que: "un 'juego lingüístico' consiste en el caso normal de una secuencia de manifestaciones lingüísticas, en la que entran además una determinada situación externa y las más de las veces también otras acciones"; y Max Müller afirmó que el lenguaje es el producto de una "facultad creadora, que da a cada impresión, cuando penetra por vez primera en el cerebro, una expresión fonética" (Lectures).

Otros autores indican que el discurso humano es siempre, y ante todo, una alocución a uno o varios compañeros que, dado el caso, responden, y, entonces, con lo que en el intercambio de discurso y contradiscurso surge un diálogo, una conversación. Así, pues, las frases, verdaderas o falsas, no están como quien dice en el vacío, sino que se afirman o se discuten (Kamelah-Lorenzen).

Entonces, el conocimiento es un dato primitivo de la realidad, y como tal, indefinible. Originariamente significa el hecho maravilloso de que un ente, el espíritu, no sólo existe entre otros entes, sino que, por así decirlo así, es: transparente para sí mismo, "consciente de sí mismo", está "dentro de sí", y a la vez se dilata y rebasa su propio ámbito, reflejando en sí lo "otro", lo que no es él, y "deviniendo, en cierta manera, todas las cosas", como sustenta Aristóteles.

Con frecuencia utilizamos la palabra conocimiento (y también cognición del vocablo latino "cognitio"):

o En sentido muy amplio, para designar cualquier acto vital en el que el ser intelectual o sensitivo, como sujeto cognoscente, de algún modo se da cuenta de un objeto.

o En sentido más estricto, para señalar que se entiende por conocimiento sólo el juicio verdadero y cierto, es decir, la perfección del conocimiento en la acepción.

En cuanto "acto vital", el conocimiento es, en cuanto "acto vital", una perfección ontológica inmanente en el sujeto, y, sin embargo, en cuanto "darse cuenta" de un "otro", por encima de los límites del sujeto, lleva hacia los objetos; pues, denota un devenir uno (llamado intencional, en oposición al real ser uno) con el objeto.

2.1. CONOCIMIENTO Y OBJETO DE LOS SENTIDOS

Desde el punto de vista óntico, el conocimiento sensorial es todo conocimiento en cuya efectuación intervienen directamente órganos corporales (órganos de los sentidos externos y el cerebro); definido desde el objeto, es la aprehensión de meros fenómenos en oposición al ser y esencia de las cosas.; en realidad, ambas definiciones coinciden, porque el conocimiento vinculado a lo orgánico permanece siempre relativo e, inversamente, el conocimiento no orgánico, intelectual, se refiere necesariamente al ente en cuanto tal.

Debemos distinguir un conocimiento sensorial externo y otro interno, según sea producido por un excitante que afecte a los órganos exteriores (ojos, oídos, etc.) o suscitado por causas psíquicas o excitaciones del órgano central (cerebro) sin influjo actual sobre aquellos.

En el conocimiento sensorial exterior, los órganos de los sentidos sólo recogen un número muy limitado de influencias entre las innumerables que continuamente llegan en tropel desde el mundo corpóreo; la excitación (conducida a los centros cerebrales a través de los nervios) lleva a la determinación de la potencia sensitiva y, mediante la producción de una imagen sensorial, a la consumación del conocimiento mismo (a las sensaciones de la luz, sonido, presión, temperatura, gusto, olfato y dolor, a la percepción de la posición espacial y del movimiento del propio cuerpo por el sentido estático y sinestésico, a las sensaciones orgánicas difusas, como hambre, sed, fatiga).

Los sentidos internos no sólo producen meras representaciones (en oposición a las sensaciones causadas por los estímulos externos), sean imágenes de la memoria o representaciones de la fantasía libremente formadas, sino que también

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