JARAGUA.

JARAGUA

Había una gran hacienda muy prestigiosa, en esta vivía una joven en sus mejores años de su vida ella se llamaba Loncha, ella era hija de un español muy adinerado llamado don Salva, él sabía que era su hija pero siempre la hacía de menos negando. En ese entonces ella tenía dos jóvenes que la pretendían uno se llamaba Marcia y el otro Ciriaco ambos con muy buen porte trabajadores, más sin embargo, a la Loncha le gustaba Marcia.

Don Salva tenía un sobrino llamado Manuel el cual no había visto hacía mucho tiempo, el había llegado a la hacienda a pasar unas vacaciones por motivos de salud. El al ver a la Loncha quedo enmudecido de su belleza, pero ella sin tambalear guardaba todo su amor para su amado Marcia. Pero el sobrino de Don Salva se estaba enamorado de ella y siempre que tenía oportunidad la seguía y la acosaba; él se decía para sí que cuando le gustaba algo lo obtenía.

Un día se encontraba la Loncha con Marcia demostrándose su amor; cuando de repente escucharon varios ruidos y Marcia fue a ver qué era lo que pasaba, se dio cuenta que era Ciriaco quien los andaba viendo y se enojó al verlos junto, saco su machete y ataco a Marcia y este también se defendió; ambos cruzaron sus machetes por un largo rato cuando de repente callo tendido al suelo lleno de sangre Marcia, cuando vio Ciriaco que había matado a Marcia salió corriendo, sin embargo cuando Manuel escucho todo el ruido en las cercanías de la hacienda corrió a ver qué pasaba; vio muerto a Marcia y automáticamente le disparo a Ciriaco que iba huyendo Ciriaco logro recorrer unos metros más pero ya no pudo seguir estaba agonizando y cerca de un rio cayo muerto.

Al ver todo esto la Loncha salió huyendo, corrió como nunca. Ella pensó que todo lo que había pasado era su culpa y de igual manera la culparían por tanta desgracia junta. De tanto correr llego a una aldea muy lejana allí consiguió trabajo y alojo; encontrándose en este lugar luego de tres meses de estar huyendo se dio cuenta que estaba embarazada, del hombre que había amado con toda su alma y corazón. Esta noticia le lleno de gozo y de ganas de seguir luchando para vivir.

La Loncha estuvo trabajando en diferentes lugares luego de huir de la hacienda, durante sus meses de embarazo. A unos pocos días de dar a luz a su hijo, le pidió la señora de su reciente trabajo que se marchara ya que por su condición ella ya no podía seguir trabajando allí ya que el trabajo era muy pesado para una persona embarazada, al escuchar esto la Loncha se afligió mucho ya que no tenía a donde ir y no conocía a nadie.  

Pero una de sus amigas con las que trabajaba al escuchar esta noticia le ofreció que se fuera con una su prima, la cual vivía a un día de camino de donde se encontraban. La Loncha muy agradecida inicio su viaje.

Cuando ya le faltaba poco para llegar a su destino le empezaron los dolores de parto al verse ella en esta situación comenzó a caminar más rápido para tratar de llegar a su destino, pero conforme avanzaba los dolores se hacían más constantes y fuertes, tanto que ya no pudo ni caminar; cayendo al suelo y retorciéndose de los dolores. Allí mismo donde se encontraba entro en labor de parto y cuando se dio cuenta ya había tenido a su bebe. Grito y grito pidiendo ayuda, pero no había nadie cerca que pudiera escuchar sus gritos en medio de la oscuridad de la noche.

Al día siguiente pasaba una anciana que vivía por allí, que se detuvo al escuchar el llanto de un bebe, y se dio cuenta de lo que había pasado de inmediato fue a llamar a su hijo que se encontraba cerca; este se llamaba Braulio, este salió corriendo en auxilio de los gritos de su madre, para ayudar a la Loncha quien se encontraba inconsciente con mucha fiebre y en mal estado.

Con mucho cuidado los llevaron a su casa y los atendieron; ella duro muchos días entre la vida y la muerte ya que ahora tenía a alguien por quien luchar. Luego de varias semanas se vio mejoría en la Loncha.

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