Javiera y su increible historia

Javiera y su increíble historia

   Hoy, un día donde el frío y la suciedad del ambiente no predomina en la ciudad de Santiago, vive una jovencita llamada Javiera. Ella es una muchacha muy alegre, generosa y compasiva, a la que a veces le gusta dramatizar las cosas. También ella es las personas que no le importan los sentimientos de los demás y cuando quiere hacerse notar se comporta malvada y muy engreída.

   A muchas personas, que son mayores que ella y en especial sus vecinos y familiares adultos, la consideran una chica mentirosa y muy grande psicológicamente para su edad, y por eso se alegran cada año cuando empiezan las clases.

   Pero esa alegría no iba a ser eterna, ella algún día tenía que graduarse de cuarto medio y cuando ese día llegó nadie quería estar junto a ella. Un día Javiera llegó a su casa, contando una historia muy alegre pero como ellos sabían que dramatizaba todo, no le creyeron toda su historia.  

   Esa historia trataba de que ella se había encontrado con un muchacho  apuesto, que se llamaba Benjamín. Él era un chico  muy simpático, lindo y estudioso. Este chico pasó de ser un desconocido a un amigo de verdad, de esas personas que están en las buenas y en las malas. Él se transformo en su amigo ya que no le importaba como era Javiera físicamente o lo que decían las otras personas de ella, sino que le importaba como era su verdadero ser. Después de eso ella no volvió a ser engreída ni malvada y se preocupo más de los demás que de ella misma.

   Luego de unos meses, los adultos querían saber quién era el maravilloso chico que la hiso cambiar tanto y querían saber si de verdad existía o solo era un invento de ella, así que le dijeron si podía ir Benjamín a pasar un momento con ellos a la casa.

   Un día llega ella con Benjamín a su casa, los adultos estaban impresionados porque el chico era real y muy simpático. Así como llegó él a su vida, llegaron las disculpas de los demás por no creerle. Ella se sintió muy bien consigo misma ya que no tuvo que dramatizar su nueva historia.

   Después de esa visita nadie volvió a dudar de lo que ella decía. Y así Javiera se volvió una mejor persona, logró tener nuevos amigos y lo más importante no tuvo que volver a inventar cosas para que le prestaran atención.

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