José León Sánchez Y La Transformación Del Monstruo De La Basílica.

José León Sánchez y la transformación del Monstruo de la Basílica.

Luis Fernando Vargas Mora

Estudiante de la carrera de Derecho – Universidad Latina

Curso: Sociología Criminalística

La Sala Constitucional, mediante voto N° 1588-98, al conocer consulta judicial facultativa formulada por el Tribunal de Casación Penal en cuanto a que en Costa Rica se imponía una medida de seguridad cuando se estaba ante un delito imposible, declaró inconstitucionales la frase "...en tal caso se impondrá una medida de seguridad" contenida en el párrafo 2) del artículo 24, así como los artículos 98 inciso 5) y 102 inciso b), todos del Código Penal. Indicó el alto Tribunal, en esa oportunidad, que en el país impera un derecho penal de acción y no de autor, lo que quiere decir que se castiga por lo que el sujeto haga y no por lo que el sujeto es.

Un principio básico del Derecho Penal es el que hace referencia a la exterioridad o materialidad del hecho punible, según el cual a las normas penales sólo les conciernen las acciones u omisiones que sean exteriorizadas por el individuo, de tal forma que aquellas que se mantengan dentro de sí, es decir, interiorizadas o en su intimidad, no son objeto de persecución penal. Esto implica, necesariamente que, para poder hacer referencia a un delito, la voluntad de la persona tiene que haberse manifestado en el mundo exterior, que haya acción, según lo entiende el Derecho Penal.

En el caso de don José León Sánchez, su larga estadía en las cárceles costarricenses, dentro de todas las arbitrariedades y violaciones al debido proceso que lamentablemente se conjugaron en su contra, considero que imperó un derecho penal de autor ya que se tomó en cuenta lo que él fue cuando niño y adolescente, tanto para fijar su culpabilidad como para determinar la pena con que se le castigó por un hecho que nunca cometió, sin dejar de lado, claro está, que su supuesta confesión fue obtenida por medio de tortura, por lo cual es totalmente nula: vale decir que se aplicó el método de hurgarle los tímpanos y las muelas con alfileres, hasta que le arrancaron una “confesión” de su puño y letra.

El Derecho penal de autor conlleva a alienar a cierta categoría de personas, castigándolas por sus cualidades y no por las acciones y omisiones que éstas lleven a cabo, lo cual tiene vinculación estrecha con la problemática de la peligrosidad, especialmente en lo que corresponde a la denominada peligrosidad pre-delictual, es decir, la que se determina antes de haber cometido un delito la persona a quien se etiqueta de peligrosa. Con don José León Sánchez esto se cumplió a cabalidad: gratuitamente se le conoció de manera peyorativa como el Monstruo de la Basílica, se le calificó de psicópata macabro, criminal de gran peligrosidad, entre muchas otras denominaciones que exacerbaban el odio

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