José Luis González la novela Balada de otro

24 de junio de 2010

José Luis González nació en la República Dominicana, en 1926, de padre puertorriqueño y madre dominicana, y murió en México en 1997. Aunque siempre se consideró puertorriqueño, vivió en México desde 1953 y obtuvo la ciudadanía mexicana en 1955. Cursó la carrera de Ciencias Políticas en Puerto Rico y en Estados Unidos, y recibió la Maestría y el Doctorado en Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México. En la UNAM impartió cátedras de Literatura Iberoamericana y Literatura y Sociedad. Fue corresponsal de prensa en Praga, Berlín, París y Varsovia. Ensayista, narrador y periodista, José Luis González recibió el Premio Xavier Villaurrutia 1978, con la novela Balada de otro tiempo (México: Alfaguara, 1997), y también recibió dos premios nacionales en Puerto Rico. Se destaco como ensayista, periodista y narrador obteniendo diferentes premios a lo largo de su carrera. ocurre un apagón en la ciudad y casualmente a su vez el nacimiento de su primer hijo.

El trabajador nos cuenta su odisea para llegar a tiempo a ver su primogénito nacer en su hogar en uno de los muchos condominios de la ciudad. La historia muestra como la emigración en los Estados Unidos hace que se construyan lazos muy unidos de personas de la misma nacionalidad, en este caso la puertorriqueña. Habla del carácter, temperamento de estos emigrantes, su sentido de comunidad, del compartir con los vecinos.

El trabajador cuando llega a su hogar y se encuentra con varias vecinas que estaba ayudando a su esposa a dar a luz y encontró a su hijo ya nacido. Luego de ver a su hijo se da cuenta de que en la azotea del edificio había una fiesta organizada por sus vecinos puertorriqueños. Sube a ver cuál es el motivo de la fiesta. Sus vecinos lo invitan a un trago y a que observe el cielo.

El trabajador mira al cielo y en ese momento entiende el porqué de la celebración. Por primera vez, desde que vivía en New York estaba viendo las estrellas ya que las luces de los edificios en la ciudad opacan la luz del cielo. Sus vecinos estaban recreando una típica noche de fiesta puertorriqueña. Tenían hasta un cuarteto de música y todos estaban bailando. En ese momento el trabajador sintió la nostalgia, el recuerdo de las costumbres, el campo, la naturaleza, el cálido y apego de la familia de Puerto Rico.

El trabajador siente que esa noche volvieron a ser gente porque recordaron sus raíces y la alegría de compartir como puertorriqueños.

El pensó en muchas cosas, pensó en su hijo que acababa de nacer y en lo que iba a ser su vida aquí, pensé en Puerto Rico y en los viejos y en todo lo que dejaron atrás nada más que por necesidad y por un mejor porvenir. El pensó en tantas cosas que algunas ya se le habían olvidado, porque la mente es como una pizarra y el tiempo como un borrador que le pasa por encima cada vez que se nos llena.

Lo peor de todo es que la

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