LA COMUNIDAD PRIMITIVA DE CAZADORES-RECOLECTORES PRE TRIBALES
Enviado por CaritoValdez93 • 20 de Septiembre de 2012 • Tesis • 4.744 Palabras (19 Páginas) • 733 Visitas
DE LOS CAZADORES-RECOLECTORES PRE TRIBALES A LA SOCIEDAD CLASISTA INICIAL EN LOS ANDES
Luis Felipe Bate*
Para el materialismo histórico, la explicación de los cambios fundamenta¬les de las formaciones sociales se apoya en el supuesto de la correspondencia necesaria de la calidad de las relaciones sociales de producción fundamenta¬les respecto a la magnitud del grado de desarrollo de las fuerzas productivas. Y se entiende que el desarrollo de la contradicción entre las relaciones socia¬les de producción y las fuerzas productivas genera períodos de interrupción de la gradualidad de los cambios evolutivos, en los cuales se dan los procesos de revolución social que transforman cualitativamente el modo de producción y, consiguientemente, la totalidad social.
En este nivel hemos discutido y formulado proposiciones básicas para ex¬plicar tres grandes estadios históricos, limitándonos, por ahora, a aquellos que, de manera inmediata, nos permitirían tratar con la historia de las sociedades americanas anteriores a la conquista y colonización europeas. Nos referimos a la formación social de cazadores-recolectores pretribales y a la formación tri¬bal -como sociedades comunales primitivas o preclasistas-, y a la sociedad clasista inicial.
Hay que tener presente que, bajo esta concepción, los cambios cualitati¬vos de una formación social a otra ocurren como procesos revolucionarios en los cuales se interrumpe la gradualidad evolutiva del desarrollo histórico, generándose períodos de transición que adquieren también calidades par¬ticulares.
LA COMUNIDAD PRIMITIVA DE CAZADORES-RECOLECTORES PRE TRIBALES
En tanto comunidad primitiva, esta sociedad se caracteriza por la falta de producción sistemática de excedentes y la ausencia de clases sociales. Lo dis-tintivo de la misma, en cuanto a los contenidos de la propiedad, es que ésta se establece sobre la fuerza de trabajo y los instrumentos de producción. No se ha establecido la propiedad real sobre los objetos naturales de producción. Puede decirse que la apropiación de los medios naturales de producción es resultado del trabajo y no una condición necesaria para la producción. La for¬ma de la propiedad que cualifica las relaciones fundamentales de producción es colectiva, con diversas formas de posesión particular e individual. Los me¬dios naturales de producción son también objeto de formas particulares de posesión consensual.
La unidad del desarrollo de las fuerzas productivas y las relaciones so¬ciales de producción se manifiesta particularmente, en esta formación social, como contradicción entre la precariedad estructural de la economía y las re¬laciones de reciprocidad que resuelven los riesgos permanentes que aquélla implica, tendiendo a estabilizar conservadoramente el desarrollo social.
La precariedad de las fuerzas productivas obedece a diversos factores:
1. El proceso productivo genera tres clases de bienes: alimentos, instrumentos y bienes de consumo no alimenticio, como vestimentas, viviendas, adornos y otros. La actividad vital, de la que depende rigurosamente la supervivencia, es la procuración de alimentos y es en torno a ella que se estructuran las relaciones sociales fundamentales. Los alimentos se obtienen por apropiación, a través de captura (caza o pesca) y recolección. Esto significa que la sociedad no invierte fuerza de trabajo en el control directo de la reproducción biológica de las especies animales o vegetales, que son la base alimenticia. Por ello, el margen de contingencias climáticas y ecológicas escapa al control social, pudiendo afectar a la productividad mucho más que en las sociedades que producen sus alimentos.
2. Con el fin de evitar descensos catastróficos o extinción de determi¬nadas especies, estas sociedades aprenden a no sobreexplotar el medio am¬biente, creando mecanismos sociales que limitan la apropiación a resolver las necesidades de subsistencia, evitando el abuso de los recursos.
3. El sistema de vida es nómada, en el sentido de que la población se desplaza en el territorio para optimizar la obtención de recursos, de acuerdo con los ciclos de vida de las especies alimenticias principales.
4. Tanto por razones de movilidad, como por prescripciones sociales, se tiende a suprimir o a limitar estrictamente el almacenaje y conservación de alimentos.
5. Los ciclos de producción-consumo de alimentos son breves y necesa¬riamente continuos. El alimento obtenido se consume más o menos de inme¬diato, lo que obliga a nuevos procesos de trabajo que no pueden ser aplazados por lapsos mayores que la necesidad de nuevo consumo.
La economía es precaria en el sentido de que siempre pueden ocurrir con¬tingencias que incidan en la falta de disponibilidad de recursos cuando se les requiere o en la interrupción de los ciclos de producción-consumo.
Hay que hacer notar que las comunidades pre tribales se organizan en uni¬dades domésticas, las cuales se agrupan en «bandas mínimas» u «hordas»." Las unidades domésticas constituyen las unidades básicas de producción y consumo y están integradas por las diversas posiciones de la división de] trabajo, según sexo y edad. Tienden a coincidir con las unidades de repro¬ducción biológica.
Ahora bien, para resolver el riesgo de carencias, se establecen relaciones de reciprocidad entre los miembros de las unidades domésticas, entre unida¬des domésticas, entre las bandas mínimas y entre las diferentes formas de organización mayor que pueden darse en estas comunidades. La recipro¬cidad es, a la vez, un derecho y una obligación. Derecho a ser asistido, a reci¬bir, en situación de carencia; el cual se adquiere junto con el compromiso de asistir, de dar, a quienes estén sometidos a privación. Los actos de dar y recibir se extienden también a toda clase de bienes, servicios o favores. Los intercambios de regalos, aun sin que alguien se encuentre necesitado, son formas sociales de refuerzo de los compromisos de reciprocidad. La reciprocidad se realiza, generalmente, como un sistema de intercambios inmediatos y diferidos, en diferentes plazos.
La reciprocidad es la expresión aparente, en las esferas de la distribución y el cambio, de las relaciones colectivas de propiedad. Es que el derecho y la obligación de recibir o dar no es un compromiso individual, lo cual no re¬solvería los problemas eventuales de la precariedad. El riesgo de carencias vitales es previsible en general. Pero no se puede prever quiénes estarán so¬metidos a privación en qué momento o quiénes, en ese momento, estarán en posición de resolver esas carencias. La reciprocidad es así un compromiso colectivo, es decir, con cualquier otro miembro de la comunidad.
Lo cual significa que cada uno tiene el derecho a disponer sobre el uso de los instrumentos
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