LA FINALIDAD PRINCIPAL DE LA EVALUACIÓN ES LA REGULACIÓN TANTO DE LA ENSEÑANZA COMO DEL APRENDIZAJE, TANTO DE LAS DIFICULTADES Y ERRORES DEL ALUMNADO, COMO DEL PROCESO DE LA ENSEÑANZA
Enviado por Hermelindo • 31 de Agosto de 2016 • Síntesis • 794 Palabras (4 Páginas) • 531 Visitas
LA FINALIDAD PRINCIPAL DE LA EVALUACIÓN ES LA REGULACIÓN TANTO DE LA ENSEÑANZA COMO DEL APRENDIZAJE, TANTO DE LAS DIFICULTADES Y ERRORES DEL ALUMNADO, COMO DEL PROCESO DE LA ENSEÑANZA
La evaluación en la escuela debe dirigirse a todo el proceso de enseñanza y de aprendizaje y, por lo tanto, no sólo a los resultados que han conseguido los alumnos, sino a cualquiera de las tres variables fundamentales que intervienen en el proceso de enseñanza y aprendizaje, es decir las actividades que promueve el profesorado, las experiencias que realiza el alumno y los contenidos de aprendizaje, ya que las tres son determinantes para el análisis y comprensión de todo lo que sucede en cualquier acción formativa.
Si tomamos en cuenta que la evaluación es un conjunto de actividades programadas para recoger información sobre la que profesores y alumnos reflexionan y toman decisiones para mejorar sus estrategias de enseñanza y aprendizaje, e introducir en el proceso las correcciones necesarias, de ahí la importancia de realizarla correctamente y poder identificar si realizamos una evaluación tradicional o una evaluación formativa.
La evaluación tradicional es una tarea precisa en un momento particular, es aquella que se efectúa, sin tomar en cuenta las potencialidades de los alumnos y básicamente es cuantitativa. Los estudiantes siempre tienen la sensación de no saber exactamente, porqué o cómo fue, que obtuvieron una calificación, porque la evaluación se centra básicamente en identificar los errores de los alumnos. La evaluación tradicional, impide la innovación pedagógica por parte de los docentes que la practican, además de privilegiar los saberes que pueden traducirse en logros individuales y medirse a través de exámenes con preguntas de selección múltiple o de ejercicios en el salón de clase, a los cuales se puede asignar equitativamente un número de puntos.
La evaluación formativa, en cambio, se centra en la comprensión del funcionamiento cognitivo del estudiante frente a las tareas que se le proponen, atiende las representaciones mentales del alumno y las estrategias que utiliza para llegar a un resultado, la finalidad que pretende el docente al realizar esta evaluación es llegar a comprender por qué no se entiende un concepto o tarea, en este tipo de evaluación los errores son objeto de estudio, se detectan causas o dificultades del alumno y se le proponen tareas para superarlas.
El papel del profesor es diseñar estrategias que no se basen en la repetición y dirigidas a atacar las causas de la dificultad. En tal sentido, la aplicación de exámenes y ejercicios es eficaz si el docente incluye comentarios sobre los éxitos y aspectos mejorables.
Existen momentos clave del proceso de enseñanza en los que la evaluación formativa tiene características y finalidades específicas:
La evaluación inicial (diagnóstica). Su objetivo es analizar la situación de cada estudiante antes de iniciar un proceso de enseñanza-aprendizaje, concibe al alumno como un organismo activo-reactivo, que a través de sus experiencias en la vida diaria y a la coordinación de sus acciones desarrolla una estructura (de acogida) conformada por concepciones alternativas, prerrequisitos de aprendizaje, experiencias personales, estrategias espontáneas de razonamiento, campo semántico del vocabulario utilizado y hábitos y actitudes, en donde se insertan y organizan los conocimientos asimilados. En consecuencia profesores y alumnos pueden tomar conciencia de cuáles deben ser los puntos de partida, considerando las necesidades detectadas y adaptar dicho proceso.
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