LA HABITACIÓN

LA HABITACIÓN

08/08/13

Ella duerme, su mente desconectada de toda realidad. La noche es tranquila, cálida. La luz de la luna alumbra todo el cuarto.

Primero una brisa recorre el cuerpo de la niña; violentamente algo hace que se despierte quitándole el sueño. Su cuerpo supo antes que su mente lo que sucedía, había algo en la habitación.

Su cerebro buscaba desesperadamente eliminar el miedo.

"No hay nadie"

Sus ojos recorrían la habitación con el miedo de encontrar algo en cualquier momento. Paralizada decidió mirar hacia su closet, el lugar de sus peores pesadillas de la infancia. El tiempo pasaba tan lento y fue ahí donde ella lo vio.

En ese momento quedo muda, ella sabia quien era, sabía que lo conocía y sabía lo peligroso que era.

“Sebastián”-dijo ella

Ella era totalmente consciente de a quien estaba llamando, era su mejor amigo, su mejor amigo imaginario. Hacía mucho que ella no lo veía, el siempre llevaba su polo celeste y sus jeans, nunca le veía el rostro.

Ella sintió como se le escarapelaba el cuerpo y podía sentir su sonrisa al momento que pronunciaba su nombre. El era su peor pesadilla, ya que el la había atormentado toda su infancia y por algo ha vuelvo.

Sin embargo ella volvió a pronunciar su nombre y esta vez mucho más fuerte, casi como invocándolo.

“Sebastián”

El siguió inmóvil durante algunos instantes, luego su cuerpo se empezó a movilizar, haciéndose claro por fin su rostro.

Luego de eso no se supo que paso; hoy la chica se encuentra en un manicomio y nadie supo que paso realmente.

Mi pequeña hija si hoy has leído esto, es porque era momento de que te enteres que me paso realmente.

Atte. Caty Wiesse

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