LA HIGIENE INDUSTRIAL, UNA CIENCIA QUE SE CONSTRUYE UN LADRILLO A LA VEZ POR TODOS

LA HIGIENE INDUSTRIAL, UNA CIENCIA QUE SE CONSTRUYE UN LADRILLO A LA VEZ POR TODOS.

Por: Ligia Tatiana Corredor Vega

        Nelcy Yanneth Sarmiento Robayo

La industria fabril es un gran sector, que por su naturaleza, tiene numerosos riesgos que impactan tanto a los trabajadores como al medio ambiente. Sin embargo, en este momento, solo nos enfocaremos en una parte de la industria, las fábricas de ladrillo, e identificaremos los riesgos para los empleados en materia de Higiene Industrial, su prevención, los aspectos legales que rigen su desarrollo y su correlación con otras disciplinas, todo complementado desde nuestra experiencia personal como aporte.    

A través de los años, la cultura y la legislación colombiana, han hecho que se produzcan cambios favorables en pro del bienestar de los trabajadores y sus familias, lo que se ha visto reflejado desde el momento de la contratación del personal hasta la terminación del vínculo laboral.  Actualmente y gracias a la Resolución 1016 del 31 de marzo de 1989, en el artículo 10, donde se menciona que dentro de las principales actividades de los subprogramas de medicina preventiva y del trabajo, está el  “Realizar exámenes médicos, clínicos y paraclínicos para admisión, ubicación según aptitudes, periódicos ocupacionales, cambios de ocupación, reingreso al trabajo, retiro y otras situaciones que alteren o puedan traducirse en riesgos para la salud de los trabajadores..” lo cual originó que muchas ladrilleras, incluyeran dentro de su gestión de la salud y seguridad en el trabajo, la realización de los exámenes médicos de ingreso por parte de un médico especialista, quien conoce los profesiogramas de la organización, con el objetivo de evaluar y emitir un concepto acerca de la aptitud de una persona para desempeñar un trabajo, y de esta manera minimizar riesgos que puedan afectar la salud de los trabajadores y disminuir las posibilidades de la ocurrencia de un accidente y/o enfermedad laboral.

Así mismo, la resolución 2346 de 2007, regula la práctica de evaluaciones médicas ocupacionales periódicas, como parte del Sistema de Gestión de Seguridad y Salud en el Trabajo SG-SST, con el fin de hacer seguimiento a la exposición a factores de riesgo e identificar posibles alteraciones del estado de salud del trabajador, ocasionadas por la labor o por la exposición al medio ambiente de trabajo, como también para detectar enfermedades de origen común, de manera que se pueda establecer un manejo preventivo. El empleador, deberá implementar las recomendaciones consignadas en el informe “Diagnóstico General de Salud” dado por la Institución prestadora de salud IPS encargada de realizar las evaluaciones médicas.  

Como ejemplo podemos tomar a las ladrilleras pertenecientes a la Asociación Nacional de Fabricantes de Ladrillo y Productos de Arcilla– ANAFALCO ubicadas en Bogotá; todas realizan audiometrías como parte de los diferentes exámenes ocupacionales; se les practican a los trabajadores, dado que, en este tipo de fábricas, el ruido es un factor de riesgo que prevalece. En pro de prevenir y preservar la salud de los empleados, desde el momento del ingreso se les entregan los elementos de protección personal, que incluyen los protectores auditivos de copa y de inserción (Decreto 2400 de 1979, ley 9 de 1979) y se hacen mediciones de ruido cada 2 años, de acuerdo con lo establecido en las recomendaciones de la Guía de Atención Integral de Salud Ocupacional (GATISO) basada en la evidencia para Hipoacusia Neurosensorial inducida por Ruido en el Trabajo (2007) pag. 48.

En la higiene industrial se reconocen 4 ramas de estudio:

La higiene teórica, que estudia los efectos que tienen los diferentes contaminantes sobre el hombre en su lugar de trabajo, determinando cuales pueden ser los valores que resultan peligrosos para la salud (Mateo, 2007, pág. 30; Flanagan, Canga, Ferrer, Fernández, 2000, pag. 30); en el caso del ruido, los estudios ya están realizados y legislados para la industria manufacturera, los cuales tienen unos niveles que nos indican los controles a realizar. En el caso de la industria ladrillera los niveles de ruido están legislados por la resolución 8321 de 1983 del ministerio de salud, la resolución 1792 de 1990 de los ministerios de salud y trabajo y seguridad social, decreto 2222 de 1993 de la Presidencia de la Republica de Colombia. Igualmente, en la GATISO para Hipoacusia Neurosensorial por Ruido (2007), se han realizado una serie de revisiones de evidencia tanto a nivel nacional como internacional, evaluando su pertinencia, calificándola y emitiendo una serie de recomendaciones que permiten intervenir de la mejor forma el proceso productivo para que el riesgo por ruido disminuya para el trabajador.

La higiene de campo estudia la situación higiénica del puesto de trabajo, detectando los contaminantes presentes, midiendo sus concentraciones, evaluando y comparando con los límites establecidos, para determinar el grado de riesgo que puede presentar el trabajador (Mateo, 2007, pág. 30; Flanagan, et al., 2000, pág. 45). En las ladrilleras se realizan cada dos años estudios de ruido en las zonas de extrusión (máquinas y motores para la fabricación de ladrillo) y en el horno (dosificadores de carbón), este estudio consiste en medir la intensidad de ruido que producen todas las máquinas durante el proceso productivo. En el informe de medición de ruido en Ladrillera Los Cristales Ltda. de ARL Positiva S.A. registra en la zona de extrusión un nivel de ruido de 95 dB y en el horno de 80 dB; el tiempo de exposición en la zona de extrusión para el jefe de máquina  8 horas y los retiradores 4,5 horas continuas al día; en la zona de horno es de 4 horas continuas al día. Estos datos se obtienen a través de medición directa en cada uno de los sitios utilizando un sonómetro que mide los niveles de presión acústica equipado con filtros electrónicos, cada uno de los cuales no deja pasar más que los sonidos cuyas frecuencias están dentro de la banda seleccionada previamente y que rechazan todos los demás sonidos, y encuestando al trabajador sobre la labor que realiza, tiempo de exposición, e información relacionada con su confort y salud. Al comparar estos resultados con los niveles permisibles para ruido continuo según la legislación, nos indican que es muy alto, por tanto, requiere evaluar e intervenir los diferentes controles para mejorar la situación del trabajador.

La higiene analítica es la encargada de determinar cualitativa y cuantitativamente los contaminantes del puesto de trabajo (Mateo, 2007, pág. 30; Flanagan, et al., 2000, pág.46).  en nuestro caso de ruido, para determinar los valores que afectan la capacidad auditiva, se tienen en cuenta cinco factores: intensidad, tipo de ruido, tiempo de exposición, edad y susceptibilidad individual. Así mismo, tiene una metodología de medición con equipos especializados, que están estandarizados a nivel de laboratorio (Escuela Colombiana de Ingeniería Julio Garavito, 2007) y antes de realizar cualquier tipo de medición, las personas encargadas de realizarlas deben revisar que estos estén calibrados y debidamente certificados (Flanagan, et al., 2000, pag.46).

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