LA ORGANIZACIÓN POLITICA DE LAS SOCIEDADES ANTIGUAS DE AMERICA

“Poder y dominación”

1. Los métodos y formas de gobierno en la antigua América del Norte.

LA ORGANIZACIÓN POLITICA DE LAS SOCIEDADES ANTIGUAS DE AMERICA:

Los Tainos

Los tainos vivían en pequeñas agrupaciones en torno a aldeas, vinculados por lazos de parentesco. Las aldeas eran el elemento básico de la organización tribal y territorial y no superaba las 600 personas. Eran gobernados por caciques, vocablo antillano que designaba a los jefes y que tras la expansión de los españoles se difundió por todo la América colonial. Entre los caciques los había de distinto rangos: desde que dirigían un poblado pequeño hasta quienes dominaba vastas regiones en base en confederaciones con diversos grados de estructuración.

Entre los mayores y más consolidados cacicazgos de la Española sobresalían, a fines del siglo XV, Marien, encabezado por Guacanagari; Xaragua, dominado por Behechio y Anacaona; Maguana, dirigido por Caonabo; Magua, zona muy fértil bajo el poder de Guarionex y finalmente Higuey, gobernador por Higuanama.

Las decisiones que afectaban a la comunidad eran tomadas por los caciques en consejo de carácter religioso, donde el cacique principal se dedicaba a comunicar a los demás la voluntad de los dioses tainos. Por lo tanto la estructura política se podría calificar de despótica incipiente.

Las tribus Amazonas

Muchos de los pueblos amazónicos se agrupaban en pequeñas aldeas y presentaban una organización socio- política simple e igualatoria. En ese contexto, algunas tribus permanecían muy asiladas, mientras otras estaban constantemente en guerra, ya sea contra grupos rivales de la misma comunidad o contra tribus vecinas. Otros pueblos subsistían pacíficamente unos con otros, vinculados a veces con lazos comerciales.

La guerra ocupaba un lugar importante en la vida social y religiosa de diversas tribus. Los jefes obtenían su prestigio gracias a la captura de prisioneros y el valor demostrado en combate.

Entre los pueblos más avanzados, como los tupi, el poder político estaba a manos de un consejo de ancianos que se reunía casi a diario. Toda la tribu debía obedecer las normas aprobadas en ese consejo, lo que significaba la practica que cualquier disidente podía ser sindicado por os hechiceros como un espíritu maligno y condenado a muerte por la comunidad. No había mayores jerarquías sociales ni tampoco posesiones personales. Ante la tierra y los alimentos predominaba una actitud comunitaria.

Los pueblos colombianos

La mayoría de las culturas nativas prehispánicas de Colombia se encontraba en estado tribal con una organización social igualatoria. La excepción la constituían los taironas, los muiscas y los sinues, quienes ostentaban un grado de organización socio-político más complejo al momento de la llegada de los españoles. Se trataba de pueblos sedentarios que practicaban la agricultura y tenían un importante desarrollo material, los cuales eran gobernados por caciques.

La elite basaba su poder en el control de ciertos recursos escasos y muy valiosos, que eran comerciados con culturas vecinas. La estratégica posición en las rutas comerciales favoreció a algunos señores de dominios más pequeños.

Existían jefes militares permanentes al frente de confederaciones entre distintas tribus, especialmente en el caso de los muiscas. Estos habría tenido cinco organizaciones independientes: Bacata (Bogotá), Hunza (Tunja), Iraca o Sugamuxi, Tundama y Guanenta. El número total d cacicazgos muiscas, en tanto, se acerca a 150 con una población de 5,000 a 10,000 habitantes cada una. Un consejo, formado por los llamados uzaques, asesoraba al cacique en las tareas de gobierno.

Los indígenas del sur

La existencia de pueblos tan disimiles entre sí permitió que hubiera simultáneamente distintos niveles de organización socio-política. Los pueblos cazadores, recolectores y pescadores no ostentaban una mayor complejidad social. En la Patagonia, bandas pequeñas se desplazaban por el territorio y se alojaban en toldos. Cada banda estaba formada por un numero que variaba entre los 20 y los 80 toldos, dirigida por su jefe. Cada toldería tenía su respectivo espacio para cazar, el cual debía ser respetado por las otras bandas; en caso contrario se registraban conflictos serios.

Los pueblos canoeros no llegaron a constituir poblados. Las familias recorrían las aguas en sus embarcaciones, donde se desarrollaban la mayor parte de la vida. Los ancianos ejercían cierta influencia al momento de presentarse problemas entre miembros de diferentes familias, en el contexto de una estructura social igualatoria. También los chamanes, presentes en todas estas culturas, ocupaban un lugar especial, iniciando a los jóvenes en los secretos de su existencia y transmitiendo el legado de sus antepasados. Esto se realizaba cuando se juntaban los viajeros de las canoas en tierra firme y compartían centenarias tradiciones y ritos.

La mayor unidad socio-política entre los mapuches era el levo, agrupación de entre 1,500 y 3,000 individuos liderada por un jefe que no estaban articulados por ningún tipo de poder central; el jefe se distinguía por la posesión de varias esposas, el mayor tamaño de su vivienda y su vestimenta.

El levo estaba integrado por familias extensas que reconocían antepasados comunes. Los representantes (lonkos) de cada una de estas unidades familiares se reunían en un consejo, donde se tomaban las decisiones que afectaban a todos.

Los Incas

Los Incas gobernaron sobre múltiples culturas y etnias. Desde su capital Cruzco, “el ombligo del mundo”, el dominio incaico se extendió hasta los cuatro puntos cardinales. El imperio se denomino Tahuantinsuyo que significan “las cuatro regiones que se integran “y que eran Chinchasuyo al norte, Cuntisuyo al oeste, Collasuyo al sur y Antisuyo al este en relación a cruzco .

La jerarquía de mando del Tahuantinsuyo era muy rígida y vertical, pues el denominado SapaInca era quien tomaba las decisiones, secundando por los cuatro suyuyoc-apu (jefes de cada uno de los cuatro suyos) que residían

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