LA OVEJA PERDIDA

H: Hace mucho, mucho tiempo cuando el cielo aun era limpio y los rebaños cruzaban en busca de hierba verde. Había un pastor que tenía cian ovejas, por la mañana las llevaba cruzando montes y colinas a pastor a los mejores prados. Por la tarde cuando las ovejas habían comido bastante las llevaba de regreso al redil para que durmieran tranquilas y sin peligro era un Pastor muy bueno y quería mucho a sus ovejas las ovejas también le querían, pero había una un poco desobediente siempre estaba esperando la ocasión de escaparse ella pensaba que había pastos mejores de lo que el pastor les ofrecía por que al pasar había visto unos estupendos.

B: Hay por que será el pastor nunca nos trae a comer de esta hierba muy deliciosa ¿Por qué?..... ¡Ahh!

P: ¡¡¡¡Blanquita!!!! ¡¡Blanquita!! ¡¡Blanquita!! Blanquita ven aquí.

B: ¡Si! Ya voy

L: (lobo gruñendo) Ese pastor…!!!! (Molesto)

H: Y así fue que blanquita obediente pero de mala gana regreso con el pastor. El pastor la riño cariñosamente.

P: Pero blanquita no puedes ir sola por ahí es muy peligroso ¿Qué haría yo si te pasara algo? ¡Ah! Cuando lo entenderás.

H: Blanquita siguió al pastor pensando en las suculentas plantas que había estado a punto de comer. Mientras tanto el astuto lobo preparaba otra vez su trampa.

L: (lobo limpiando con un plomero las plantas de plástico) ja,ja, ja estas plantas de plástico tienen que quedar como si fueran de verdad ja, ja,ja ( sigue limpiando sus plantas de plástico) ( se disfraza de pasto se pone pasto en la cabeza y en las manos)

Que tal estoy, guapo ja, ja, ja, ja.

H: Disfrazado de planta detrás de la oveja, dispuesto a separarla del pastor y cuando el dio alcance.

L: ¿ovejita?

B: ¿Quien me llama?

L: Somos nosotras las plantitas sabrosas

B: ¿Plantitas sabrosas? ¡Hay! ¡Qué bien! Me han seguido ¿Puedo comerlas?

L: Si, si puedes comernos cuando quieras síguenos.

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