LA PUBLICIDAD Y EL CONSUMO EN MONTERÍA

LA PUBLICIDAD Y EL CONSUMO EN MONTERÍA

La publicidad es una forma de comunicación que intenta incrementar el consumo de un producto o servicio, insertar una nueva marca o producto dentro del mercado de consumo, mejorar la imagen de una marca o reposicionar. Esto se lleva a cabo a través de campañas publicitarias que se difunden en los medios de comunicación siguiendo un plan de difusión preestablecido (Kotler, 2001).

     A través de este ensayo se busca establecer el efecto que tiene la publicidad en las personas en general y de los habitantes del municipio de Montería en particular.

     No hay duda que por más que se quiera evitar, la publicidad hace parte de la cotidianidad de la sociedad moderna. En todas las esquinas o puntos estratégicos se encuentran anuncios publicitando todo tipo de productos; valiéndose de imágenes y frases llamativas que hacen que dichos productos sean más atractivos. Desde muy pequeños, los individuos son atraídos por muestras publicitarias, creándole hábitos de compra que lo acompañan por todas las etapas de la vida, para lo cual deben armarse de entereza para no adquirir el hábito de comprar cosas innecesarias.

     Montería es una ciudad que se encuentra en franco crecimiento y uno de los sectores que más se destaca es el del comercio; nuevas empresas y franquicias reconocidas a nivel internacional despliegan su poder de convencimiento  para la compra de sus productos a través de intensas campañas publicitarias; colocando avisos en puntos clave, campañas radiales, televisivas, a través de volantes, folletos, etc.

     En la actualidad la publicidad está influyendo en los hábitos de los monterianos más allá de lo relativo a la compra de productos. Está presente en sus calles;  en los hogares, a través de la televisión, el internet, la radio, etc.

     En muchos casos los monterianos han pasado del consumo al consumismo, es decir, han llegado a una etapa de desenfreno por comprar productos que muchas veces son acumulados en un rincón sin darles ninguna utilidad, pero que en su momento, bajo la influencia de las pautas publicitarias son comprados con el fin de encontrar la felicidad y comodidad que todos persiguen.

El consumismo, entendido como adquisición o compra desaforada, idealiza sus efectos y consecuencias asociando su práctica con la obtención de la satisfacción personal e incluso de la felicidad personal. El consumo de bienes y servicios es necesario y en algunos casos indispensable para satisfacer las necesidades humanas. Sin embargo, cuando hay consumo excesivo o se compran o consumen productos sin reflexionar, el consumo deja de ser responsable (Bauman, 2007).

     Al paso que se va, siguiendo la moda, los monterianos consumistas no son sino marionetas donde la publicidad, los medios masivos en general, dan los pasos para el consumo de esas necesidades no necesarias que son introducidas en el cerebro a través de estrategias publicitarias, como algo fundamental

     Finalmente se podría afirmar que las actitudes adoptadas por la juventud moderna es resultado, en gran medida, del efecto publicitario al que se ha visto expuesta desde su nacimiento, lo que lleva a pensar que en un futuro, las nuevas generaciones de monterianos llegarán a ser influenciadas en un cien por ciento por la publicidad, sino se toman medidas extremas para corregir esta situación.

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